Paraje natural de Bamboung
Como durante las vacaciones de Pascua teníamos dos semanas de vacaciones decidimos irnos esta vez un poco más lejos y visitar un poco el país. Queríamos algo que nos acercara un poco a la naturaleza, que fuera ecológico y donde se le pagase a la gente bien. Decidimos ir a Bamboung. Es una zona natural protegida situada en Sine Saloum, una zona del país que está repleta de vegetación y tiene un río. Es la parte al norte de Gambia.
Le echamos el ojo a Keur Bamboung, un lugar para ir a hacer turismo solidario. Para llegar hasta allí, atravesamos algunos infortunios...
Trayecto:
Salimos desde la estación de autobuses de Dakar. Como ya he explicado en otros artículos, tan solo hay que llegar allí y dejar que la gente te pregunte y te guíe hasta el coche que vaya hacia donde tú vas y ya está. Nosotros íbamos en dirección a Gambia, pero les explicamos que nos bajábamos antes, en Sine Saloum. Cuando el coche esté lleno entonces le pagas los siete euros que costaba (hay que pagar por adelantado) y salís.
Nosotros no pudimos llegar a nuestro destino porque el conductor se negaba a dejarnos bajar en Sokouta, el lugar desde donde cogeríamos el barco hasta Bamboung. Ya de por sí era difícil comunicarnos con él porque no hablaba muy bien francés. Y luego, pasaba de nosotros, le intentamos explicar que debería ir más lento tras pasar por Sine Saloum porque ahí es donde deberíamos bajar. Pero no frenaba ni un poquito. Pero por suerte, como estábamos todos super atentos, vimos un cartel en el que ponía "keur bamboung". Como éste pero más grande:
Le pedimos que parara pero nos dijo que no. Al final conseguimos que nos dejara pagándole tres euros. Pero más lejos de donde habíamos visto el cartel. Por suerte había un poblado donde la gente nos llevó a donde teníamos que ir. Al principio nos negamos a pagarle al conductor porque ya habíamos pagado el viaje, que había sido horrible y encima nos acabamos revolcando en harina. El hombre se cabreó y un policía pasaba por allí (¡a saber qué hacía allí en medio de la nada! ). Ya estábamos a salvo. El orden, la autoridad y la ley estarían de nuestra parte... ¡Error! ¡Le dio la razón al conductor! Ya desesperados le pagamos porque eran discusiones sin fin y estábamos ya cansados tras haber estado viajando cuatro o cinco horas en coche por la maleza (el trayecto no fue para nada tranquilo, íbamos dando botes en el coche).
Luego, un joven del pueblo se nos acercó. Le explicamos a dónde queríamos ir y que estábamos bastante lejos del cartel que habíamos visto. Fue muy adorable y nos acompañó el kilómetro que nos separaba de la piragua con la que llegaríamos hasta nuestro "centro vacacional de bamboung". Fue tan simpático que le dimos la moneda y eso compensaba con el conductor loco de hacía unos minutos.
Cogimos el barco enseguida. Al final nos tocó una barca decorada como una piragua con un pequeño motor. Fue impresionante, esas imágenes se me quedaron grabadas en la mente, aún me acuerdo del poblado, los niños delante de la piragua y del joven muy bien. Incluso mejor que algunas cosas que veía en Dakar todos los días.
El viaje en barca fue magnífico, la flora y la fauna nos dejó sin habla. Había muchísima agua y muchísima vegetación, no tenía nada que ver con la maleza seca y el desierto de Dakar.
Quince minutos después llegamos en barco a un poblado donde nos acogieron los habitantes. Un asno llevaba dos sacos cargados a la espalda donde llevaba nuestras maletas. Enseguida nos fuimos andando hasta el campamento.
Campamento:
Cuando llegamos disfrutamos tanto de vista como de corazón. La gente de allí era simpatiquísima, tenían un buen servicio de acogida. Los propietarios de allí nos enseñaron nuestras cabañas (nuestras habitaciones), el baño, etc. Todo era muy rudimentario pero a la vez ecológico. Me acuerdo de que pagamos sl menos veinte euros la noche, puede que parezca caro para ser Senegal pero cuando vimos a toda la gente que se preocupaba por nosotros, no lo consideramos para nada caro. Se trata de un poblado que se mantiene gracias al turismo de allí. Aquí os dejo una foto de las cabañas vistas desde arriba.
Y vistas desde dentro:
Cada cama tenía su propia mosquitera. Al lado de la cabaña había un baño. Se llegaba a través de un pasillo hecho de madera (bambús, una especie de paja y tierra). Era muy gracioso, porque luego el baño estaba al aire libre. Había una cerca de madera pero no era muy grande. Por eso cuando los hombres que llenaban los cubos de agua (para la caza o para la ducha) pasaban, podíamos ver su cabeza por encima. Había un pequeño lagarto sobre el retrete cuando llegamos. Y por la noche daba un poco de miedo ir. También nos visitaron unos ratoncitos pero por suerte no se acercaban a la cama. Pero os aseguro que los ratones que son famosos por sus dientes y que pueden llegar hasta romper una valla, una mochila... ¡o incluso un tupperware que tenga croquetas dentro!
Actividades:
Una vez ya habiéndonos instalado, pudimos observar la puesta de sol. Cada cabaña tiene su propia terraza, y por delante pasa el río que viene de la derecha del océano Atlántico por las infiltraciones de agua que hace en el país. El paisaje es magnífico. Y por supuesto, es muy tranquilo. Acto seguido fuimos a por la primera cena. Fue muy chula, habían varias revistas francesas así que pudimos informarnos y enterarnos de las noticias además de leer algunas anécdotas graciosas. Los platos que prepararon no tenían especias, eso nos vino muy bien, y estaban servidos sobre una especie de pizarra o plato de madera. Quedaba muy bien y estaba muy bien presentado y preparado. Pudimos apreciar lo cuidadosos que eran a la hora de satisfacer a los turistas, hacían todo de manera muy tradicional y al estilo local. ¡Comimos arroz por supuesto!
También pudimos ir de paseo, era casi ir de senderismo porque a veces los caminos eran menos accesibles a través de los manglares. Son unas plantas que salen en las marismas y aquí, que es donde el río tiene marea baja y por donde pudimos caminar. El paseo iba por un sendero ecológico, así que de vez en cuando nos tocaba meter los pies en el agua. El guía nos explicó las particularidades de estas plantas conforme paseábamos. Habían carteles a lo largo del sendero así que no te puedes perder, pero por lo general iréis acompañados de un guía así que no hay de qué preocuparse.
¡Pudimos hacer kayak también! Fue muy chulo, hacía calor y en cada kayak íbamos dos. El paseo era por el rio.
Se que también hay más actividades para ver a los animales, como las aves y los peces en particular. Nosotros vimos algunos cuando íbamos en kayak pero hay excursiones específicas para ello. También se puede ver a los pescadores apartados y la cosecha de moluscos en el eco-museo. ¡También se puede hacer una acampada de dos días en el bosque!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- Français: Visite du site naturel de Bamboung
- Italiano: Visita alla riserva naturale di Bamboung
- Polski: Zwiedzanie naturalnej strefy Bamboung
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