Cuenca 2

… Continuando con el recorrido en Cuenca me iba sorprendiendo el desarrollo que estaba teniendo la ciudad, para la fecha que yo fui, estaba el proceso de construcción de una especie de tranvía en el centro y mejora de la ciudad.

Un dato general de la ciudad o que al menos fue algo de lo que yo me percaté en mi recorrido, es que el río que la atraviesa va dividiendo lo que es la “zona antigua” de la “zona moderna” y que también existe un gran número de iglesias, de hecho, la Iglesia de todos los Santos fue la primera en la que se celebró la misa católica en el país.

Iglesia de todos los santos

La iglesia fue construida aproximadamente en el año de 1534, el templo era conocido anteriormente como Ermita del Usno, pero el hecho de que en su interior se encontraran diversas imágenes de santos fue popularmente conocida como Iglesia de Todos Santos.

El barrio de donde se encuentra la Iglesia fue reconocido por la elaboración de quesadillas, suspiros, panes y otros tantos productos, a un costado de convento de las madres Oblatas, se encuentra lo que es el horno de leña con mayor antigüedad y de mayor tamaño en la ciudad.

En la fotografía: El interior de la Iglesia de Todos Santos, hasta la fecha no he entendido porque las fotografías tomadas verticalmente se voltéan de esta forma, procuraré descubrir una solución.

El Puente Roto.

Frente a la iglesia esta el Puente Roto que está construido por piedra, cal, arena y ladrillo, ¿Cuál es la historia detrás de este puente? Pues resulta que el puente fue construido por los años de 1850 y servía como conexión entre la parte histórica con lo que en ese entonces era la parte baja de la ciudad, casi un siglo después de la construcción una creciente del río derribó la parte central del puente, años después el gobierno optó por construirle un barandal y convertirlo en un mirador; en la actualidad el río ha ido perdido su poder y unos sencillos puentes a nivel son los que lo atraviesan sin riesgo alguno.  

En la fotografía: El río que divide ambas partes de la ciudad. 

Otro de los destinos con los que cuenta la bonita ciudad de Cuenca son: el Museo Manuel Agustín Landívar, el Museo del sombrero (así es, hay un museo exclusivamente para esta prenda o accesorio), el Parque Calderón, la Iglesia de Turi, el Museo de Arte Moderno, el Parque El Paraíso, la Plaza de las flores, el Parque de la Madre y otras tantas más, de todos estos previamente mencionados quizá del único que les pueda contar con mayor de talle es el último ya que a muchos de los demás únicamente los observé ya sea a distancia o de cerca, pero no ingresé.

El Parque de la Madre.

Este bonito espacio de recreación es un enorme espacio que alberga la Feria Tecnológica y la Cámara de comercio de Cuenca, esta completamente abierto y tiene espacios verdes, juegos infantiles, un sendero para atletas, la escuela de marcha, el Planetario, y me tocó observar hasta un grupo de personas practicando capoeira.

Justo ahora recuerdo que al mismo tiempo que paseaba por el parque de la Madre, me tocó ver como en el McDonald’s que se encuentra en frente, grupos de estudiantes de secundaria quizás, se aventaban agua, con motivo de lo que me atrevo a deducir, era su fin de año, parece que al ser de los únicos parques grandes de esa zona, se propicia mucho que las personas le den diferentes usos y eso me agrada de una ciudad, que existan grandes espacios de esparcimiento y que inviten a los ciudadanos a hacer uso de ellos, cuantas veces no nos hemos topado con bonitos parques que su falta de iluminación por la noche sirve más de resguardo para delincuentes que para ciudadanos decentes.

Contaba con pocos días de visita por la ciudad, dos si no mal recuerdo, así que acabando mi recorrido por la misma, regresé al hostal y encontrarme nuevamente con mis “amigos temporales”, me parece que en una publicación anterior ya había llegado a mencionar lo impresionantemente rápido que puedes estrechar lazos con personas que conoces durante tus viajes, ambas partes están dispuestas a generar un diálogo y a apoyarse incondicionalmente, ya que al final del día, no sabes si esa será la última vez que los vuelvas a ver; regresando a mi retorno al hostal, nos pusimos de acuerdo para ir a cenar y que no me fuera a mi siguiente destino, Perú, con el estómago vacío. 

Después de la cena, no contaba con que justo en ese día dejaran de pasar los autobuses a una determinada hora, el estrés de que existiera la posibilidad de perderme el autobús empezó a inundar mi cuerpo y pedí cualquier taxi que pasara para asegurarme de llegar a tiempo, la ventaja es que la terminal no se encontraba tan lejos del hostal y que el taxista me hizo caso cuando le dije que metiera velocidad, buenas partes de mi viaje por Sudamérica son pequeñas copias modificadas de ese momento, un estrés y/o preocupación por no saber cómo transportarme a mi siguiente destino, o el no tener el control sobre la circunstancia y que eso genera a su vez estrés; pero ¿Qué no al final, la vida se trata de eso? De no tener control de la situación y en la mayoría de los casos, simplemente dejarse llevar. 

En la fotografía: Un pequeño patio junto a la iglesia de la Inmaculada Concepción, se que no tiene nada que ver en esta publicación pero merecÍa la pena agregarla en algún lado. 

Y  por último, una fotografía de la campana que se encuentra afuera de la iglesia de Todos los Santos, ésta debería de ir arriba pero parece que esta publicación decidió rebelarse un poco.

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