Descubrimos La Habana y Viñales

 

Para qué mentir, Cuba siempre fue uno de mis destinos soñados, de esos lugares que idealizas y no te crees ir a visitar mientras esperas el embarque del avión que finalmente te va a llevar allí. Después de haber visto una serie histórica en Netflix sobre ella (o intentarlo, nunca he sido yo mucho de series ni de sentarme delante de una pantalla mucho tiempo) además muy buena y que recomiendo: ‘The Cuba Libre Story’ se llama. Y después de planificar con cuatro amigos más las zonas que veríamos estábamos en esa misma cola de embarque esperando a nuestro avión Mérida- La Habana. Modo avión y modo dreaming On.

descubrimos-la-habana-vinales-232397fe0d

Llegando toda ilusionada, lo primero que hacemos aparte de cambiar dinero (allí el dinero que usan los extranjeros es diferente del que usan los nacionales) allí existe el CUP y el CUC, sí señor, por si no fuera suficiente con el cambio convencional. Siendo:

  1. El CUC es el peso convertible, moneda que se puede intercambiar directamente desde cualquier otra moneda del mundo y a CUP, pero no al revés, no mami, no puedes cambiar de CUP a CUC. Es la que usan los extranjeros para todo, y generalmente equivale 1/1 al USD (Dólar americano) aunque el dólar es un poco más caro.
  2. El CUP es el peso cubano, moneda que usan los nacionales y que es mucho más barata que CUC. El cambio es de 1CUC= 24 CUP. Así que te recomiendan en cuanto puedas, pasarte por mercados o panaderías locales para al menos ahorrar en las compras de ‘ultramarinos’.

Así que, en cuanto podáis, os recomiendo intentar pagar cosas en CUP, pero ¡cuidado! Los cubanos son muy buena gente y muy amables, pero la pobreza igualitaria generalizada los hará aprovechar si no controlas bien el cambio y si por error confundes CUP con CUC. Como anécdota os diré que una vez intentaron cobrarnos un café expreso (un dedo de café) a 5 CUC= 5 USD cuando su precio real eran 5 CUP= 0.2 USD. Así que normalmente te dicen el precio, sobre todo en los pequeños establecimientos, sin aclarar si es CUC ó CUP para que el extranjero, inocentemente les de CUC y así ganarse un ‘dinerillo’ extra, pero que a su cambio es bastante diferencia.

Bueno, como decía antes de este enoooorme paréntesis, tras cambiar el peso mexicano (MXN) a la moneda de los turistas, el CUC, nos dirigimos a tomar un taxi gracias a un conocido de un amigo de un amigo (gegege qué historias). Los taxis de allí, son los míticos ‘almendrones’. La historia de Cuba con los coches clásicos y su clase indiscutible a pesar de su antigüedad viene de que según palabras de un propio cubano amante de los coches (dueño de un Ford Galaxie 500 de 1962) ese fue el año que entraron coches americanos en Cuba por última vez. La mayoría de coches que se ven ahora y que son de esos años, pertenecían a americanos que tras la Revolución cubana y el alzamiento contra Batista de Fidel Castro junto al Ché y Cienfuegos, huyeron de la isla y los dejaron allí. Por lo que son coches que consumen y contaminan mucho, pero con un indiscutible encanto.

Como amante de los coche que soy, sólo el hecho de poder ver por la calle estas reliquias andantes dando aún servicio, me hacía pararme y girarme a admirarlas cada dos por tres, aquí os dejo uno de los coches que se podían ver en todo momento circulando, y no es uno de los más lujosos (había coches súper bien cuidados por allí para alquilar a los turistas y que se dieran una vuelta en ellos con chófer, estos coches incluso tenían ‘guardias’ constantes que los vigilaban y limpiaban a cada rato:

descubrimos-la-habana-vinales-bc423c607f

descubrimos-la-habana-vinales-2fb2699b1e

Os dejo una foto de nuestro primer ‘almendrón’ y de nosotros aluciando en su interior:

descubrimos-la-habana-vinales-9c4d0b5bfb

descubrimos-la-habana-vinales-15d62301ba

1.       La Habana

Una vez los señores del almendrón nos dejaron en la casa particular que habíamos alquilado a una amiga del amigo de un amigo (así funciona Cuba, todo es mucho mejor y más barato y fiable si vas a casa de alguien ‘conocido’ o ‘recomendado’ pues allí el internet y las comunicaciones telefónicas están bastante limitadas). Así que teníamos un pisito o más bien un cuarto con baño y un salón con terraza dentro de un piso más grande donde vivía la chica. Una vez llegados ahí fuimos a comer a un sitio ‘típico’ y lo gracioso de Cuba es que no tiene gastronomía ‘propia’, lo que más exótico nos pareció fueron algunos de sus dulces y el arroz moro (muy típico de allí, son arroz blanco y frijoles) también probamos el famoso arroz a la cubana allí. Arroz blanco con tomate frito y un huevo frito, allí también te ponían plátano frito a un lado a veces. Pero lo que ese primer día comimos fue pizza más bien, y unas entradas hechas de atún y queso dentro de plátano frito con harina a modo de copita:

descubrimos-la-habana-vinales-a6533e0bc3

descubrimos-la-habana-vinales-24d86fb0c1

Esa tarde fuimos a patear La Habana, el tiempo no acompañó, pero eso no evitó que nos quisiéramos perder por sus calles y s salsa, sus habanos y sus mojitos que se alargan. Pero nada de esto fue así en realidad, nada fue, al menos para mí, como yo esperaba. Las cosas se torcieron de una forma que al final resultó ser diferente pero buena.

Durante los días que disfrutamos de La Habana llovió, casi todo el tiempo, así que nos dedicamos a visitar la ciudad y hablar con su gente, siendo allí muy típicos los comercios situados dentro de las casas de particulares (Cuidado con comprar habanos por esos lares, mejor que sean de tiendas autorizadas o en la misma fábrica de producción, sino os timarán como nos pasó a nosotros). Mientras esperábamos así poder ir a Varadero un día que no anunciara lluvia.

La cosa no salió del todo bien, por lo que al final acabamos comprando unas plazas de bus para ir a Viñales, en un bus que estaba contratado por un hotel (el Hotel Deauville) pero que tenía unas plazas disponibles. Y dejar Varadero por Viñales fue la mejor decisión que (pudimos comprobar más tarde) pudimos hacer, según nos hablaron de Varadero.

En la Habana, las cosas que más merecieron la pena que pudiéramos ver fueron el malecón, zona de fiesta donde van muchos cubanos a beber y escuchar música, y casi casi me pareció la zona más ‘cubana’ pues el centro de la ciudad estaba tan lleno de turistas, que llegamos a la conclusión de que nadie bailaba salsa (como nosotros pensábamos que iba a pasar) en medio de la calle porque todos lo que habíamos allí éramos extranjeros y la mayoría no saben bailar nada parecido a la salsa. Lo bueno es que nosotros estuvimos allí el día de la madre (14 de mayo) y eso nos dio la oportunidad de ver fiestas familiares en la calle donde sí se daban estas situaciones de ver cubanos bailando con un ritmo natural salsa y reggaetón. Desde allí y atravesando el túnel de La Habana (en taxi sería la mejor opción pues está bien lejos) llegas al Castillo del Morro (cuyo nombre completo es Castillo de los Tres Reyes Magos del Morro), donde cada noche a las 21h se dispara un cañón, evento precedido de unos tambores que lo anuncian, rememorando el cierre de las puertas de la muralla que se anunciaba así Os dejo una foto del Malecón y su ambiente aquí:

descubrimos-la-habana-vinales-cf65cafecc

El sitio con encanto por excelencia es la Habana Vieja, donde se encuentran las diferentes plazas tan emblemáticas como:

  1. La Plaza de la Catedral, donde está, como su nombre indica la Catedral de La Habana, muy bonita y digna de ver.
  2. La Plaza de San Francisco, con la Iglesia de San Francisco de Asís y el palacio del Marqués de San Felipe.
  3. La Plaza de Armas, la plaza más antigua de La Habana, con la Casa de los Árabes (mansiones que datan del siglo XVII, siendo la Plaza un siglo más joven).
  4. La Plaza Vieja, sinceramente, la que más me gustó y de la que os hablo más, más tarde.

El Capitolio también es muy característico de la Habana, y seguro pasarás por él y por el Gran Teatro y el Parque Central de La Habana con su estatua (no ecuestre) a José Martí también llamada estatua del Apóstol José Martí, pues están en la zona que yo considero más emblemática de la Habana, o la más bonita y mejor restaurada y conservada (de hecho y por desgracia, el Capitolio estaba siendo restaurado en ese momento). También me pareció la más turística.

descubrimos-la-habana-vinales-a8397eb5ce

descubrimos-la-habana-vinales-ea2c37b04d

Recomiendo visitar y tomarse su tiempo en el Museo de la Revolución (y alrededores, por donde queda la embajada española) y en el Museo de Bellas Artes, a mí sobretodo me llamó la atención la zona cubana más que la internacional. Estas son las vistas desde el Museo de la Revolución hacia el Mar Caribe y enorme bandera cubana en su patio interior:

descubrimos-la-habana-vinales-7db14fdce7

descubrimos-la-habana-vinales-bea47a33bf

descubrimos-la-habana-vinales-842d9acce6

Finalmente, y aunque más alejados de lo que es la zona turística por excelencia, también creo que merece la pena echar una miradita al Monumento al Che Guevara u a la Universidad de La Habana.

El tour ‘Hemingway’ como nosotros lo llamamos que hicimos estuvo muy bien, sobre todo cuando vas con un amante del escritor (como es uno de mis amigos) que te explica pequeñas anécdotas y su biografía por el camino. El paso por ‘La Floridita’ (foto adjunta) y la ‘Bodeguita del Medio’, el primero conocido por sus daikiris (el de Hemingway -el famoso daikiri doble sin azúcar, ya que el escritor era diabético, y me atrevería a decir que alcohólico- era too much así que nos pedimos un clásico) y el otro por sus mojitos fue suficiente excusa para ir y probarlos. Aunque los precios eran excesivos, claro está, pues se dedican a explotar esa fama y ese amor que muchos artistas sienten por Cuba y su mágico ‘je sais pas quoi’.

descubrimos-la-habana-vinales-feaafc7f2d

Al final, la calidad de los mojitos de la BdM no fue nada del otro mundo para mi gusto, de hecho, recomienda a quien sea amante de los mojitos como yo, probar uno que se pidió una compañera en un restaurante que hace esquina en la Plaza Vieja, nuestra plaza favorita por su ambiente y encanto, que consistía en una botella de Desperados (o de otras cervezas) volcada sobre un vasazo de mojito con una enorme caña de azúcar. He de decir que el mojito normal también estaba bueno allí. Dejo aquí una foto de ambos, a ver quién me dice cuál es cuál:

 

descubrimos-la-habana-vinales-b9e044ff68

descubrimos-la-habana-vinales-568187f30e

Esta plaza nos gustó especialmente por su vida, su música en vivo y su buen café, y la oferta de uno de estos cafés para fumarte un buen puro a la vez. Eso sí, está plagada de extranjeros y españoles.  En la época colonial española era un lugar my transitado pues se realizaban en ella constantemente eventos populares y fiestas.

descubrimos-la-habana-vinales-2c508b0cdb

Resulta que la playa de Varadero es muy bonita y caribeña sí, pero para nosotros, que veníamos de vivir 4 meses en la costa caribeña de México eso no nos hubiera sorprendido tanto y además se trata de una zona extremadamente cara y turística. Así que llegar al Valle de Viñales, lugar ‘perdido’ en medio de montañas y praderas cubanas (aunque nada está verdaderamente perdido en Cuba, pues allí encontramos montones de españoles y extranjeros en general), fue un acierto.

Así que nos despedimos de La Habana, con esta foto en todo lo nuestro, pateando aquellas calles decadentes pero encantadas aprovechando cualquier rayo de sol:

descubrimos-la-habana-vinales-61c1dec44b2.       Viñales

Nos alojamos en una casa particular que nos recomendó el guía del grupo hotelero que llevaba el bus. La familia era súper acogedora y me sentí como en casa todo el tiempo, acabaron siendo como nuestras madres y abuela, nos cuidaban y hacían el desayuno e incluso celebraron con una tarta por sorpresa el cumpleaños de uno de nosotros. Un encanto eran vaya. Y además nos ayudaron a encontrar las mejores actividades al mejor precio.

Una vez allí y después de pasear por el pequeño pueblo, visitamos el centro cultural del pueblo, donde estaba el Ayuntamiento y donde impartían clases de música y baile. Allí conocimos a dos amables profesores y músicos con los que gracias a mis amigos músicos compartimos canciones de guitarra. Ellos nos invitaron esa y las dos noches siguientes que pasaríamos allí a entrar al recinto de fiestas donde ellos mismos tocaban algunas veces y donde se bailaba cada noche salsa cubana. Personalmente, ese sitio me encantó y fue donde realmente descubrí y vi la salsa cubana que yo imaginaba habría en la ciudad de La Habana en cada esquina. Me encantaría poder compartir aquí el vídeo de mi amiga y yo bailando salsa con estos músicos cubanos, pero sólo se pueden subir fotos por aquí. Aprovechamos esa tarde para ver el atardecer en una granja orgánica situada en lo alto de una colina desde donde se veía todo o casi todo el valle. Es muy curioso porque allí hay unas formaciones únicas denominadas mogotes. Os dejo fotos de las vistas del Valle y de estas formaciones (esta segunda es una foto de ‘Tourpia’ donde he señalado los mogotes con un punto amarillo en el centro de cada uno):

 

descubrimos-la-habana-vinales-e3fb017810

descubrimos-la-habana-vinales-9f03bd51d7

Fuimos al jardín botánico, pues resulta que era llevado por el marido de nuestra casera y recomiendo visitarlo pues este guía sabe muchísimo y te enseña mucho sobre la flora de Cuba y sus fértiles árboles frutales (todo, literalmente, todo da allí alimento: árboles de Guayaba, piñas – descubrí que crecen en el suelo, perdonad mi ignorancia-, árboles de mango, mamey,  plataneros manzanos o dominicos, carambola…). Y te enseña… ¡colibrís! Sí señor, allí un colibrí era casi como quien ve un gorrión, yo, loca d ela naturaleza y la fauna no me lo podía creer, estaba viendo ¡un colibrí! Concretamente una hembra de colibrí en su nido con sus miniminihuevos.

descubrimos-la-habana-vinales-00d82a017e

descubrimos-la-habana-vinales-b12a241515

descubrimos-la-habana-vinales-60091f13f5

Al día siguiente, contratamos un tour a caballo que nos llevaba por todo el Valle, un carro tirado por un caballo (donde aprendimos que las series españolas de hace unos años como ‘Aquí no hay quién viva’ ‘Aída’ o ‘La que se avecina’ están allí en auge) nos llevó a nuestro primero destino y de donde comenzaría el paseo en caballo: una fábrica de habanos. Genial.

descubrimos-la-habana-vinales-8a1915d69a

Este tour, muy conocido, seguía con una ruta que te llevaba cruzando riachuelos y un bosque precioso, subiendo y bajando e incluso cruzando algún que otro puente. En algunos puntos incluso nos pusimos al galope pues nos llovió y aceleramos para llegar a la fábrica de café y miel que era el segundo punto.

He de decir que ne ambos puntos hicimos degustaciones de lo que se preparaba allí, incluso en el caso de la fábrica de café, del licor de guayaba, especialidad de esa región de Cuba. Después hicimos un largo paseo de nuevo hasta la fábrica de habanos para ya finalizar el recorrido. Me encantó este tour, lo recomiendo totalmente, si hay otras actividades con las que dudas por falta de tiempo, yo recomiendo esta por encima de todas, nos encantó a todos hasta tal punto que dijimos medio en broma medio enserio de repetir al día siguiente. Pero al día siguiente teníamos otro sitio que visitar, al que ir en taxi, el Cayo Jutia, este viaje os lo contaré más tarde.

descubrimos-la-habana-vinales-af8fd02b75

descubrimos-la-habana-vinales-67b9501f60

Esa tarde (la del día del paseo a caballo) fuimos a un tour de los de párate, bájate a ver y hacer fotos unos 10 minutos y volver a subirte, o quedarte allí hasta que pase el próximo bus, normalmente unos 45 minutos después. Eso estuvo bien porque nos llevó un poco más lejos, vimos unas grutas en las que navegamos en barquita, la llamada Cueva del Indio. También estuvimos en el mural de la Prehistoria y en el Mirador de los Jazmines, en Pinar del Río. El paseo en bus fue muy bonito, pues veías de cerca muchas de las formaciones llamadas mogotes y la vida campesina.

descubrimos-la-habana-vinales-814d83f53a

Fotos desde el mirador, con y sin nosotros. A ver si sabéis cuál es cuál ;p.

descubrimos-la-habana-vinales-ca9886c5d8

Foto a la salida de las Cuevas del Indio, a ninguno nos pareció tan impresionante después de las Grutas de Loltún de México y algunas otras excursiones subterráneas que habíamos hecho por allí, pero estuvo simpático. El precio no tanto, claro está, si no recuerdo mal el precio estudiante con paseo en barca eran 15 CUC.

descubrimos-la-habana-vinales-eb50b73944

Pues bien, nuestro último día en Cuba lo dedicamos a ir, en taxi (con el orgulloso señor del Ford Galaxie 500 del que os adjunto foto), a Cayo Jutias, un sitio precioso y que frente a la posibilidad de ir a Varadero si no te convence mucho encontrarte un sitio lleno de turistas, lo elegiría como destino playero.

descubrimos-la-habana-vinales-18a8a1f3ec

Ahí está nuestro Ford y aquí estamos nosotras dentro:

descubrimos-la-habana-vinales-0b427b6c9b

Cayo Jutías fue un sitio increíble en el que relajarse el último día, por el camino vimos cangrejos enormes cruzando la carretera y pudimos apreciar paisajes hermosos mientras conversábamos con el conductor. El viaje fue aproximadamente de 40 minutos, por una carretera no muy bien preparada en la que veíamos gente que conocía a nuestro conductor continuamente.

descubrimos-la-habana-vinales-9156461879

Zona de manglar en Cayo Jutías, también había zonas de bosque que acababan justo a los pies de la p laya y eran rincones donde vimos familias y parejas con taxis privados pasar el día.

Finalmente, la madrugada del día siguiente teníamos un taxi contratado que nos llevaba directamente al Aeropuerto de la Habana y de allí regresamos a Mérida.

Si alguien quiere más información, o más detalles de las casas donde nos quedamos, los servicios de taxi que usamos, puede contactarme por privado pues aún conservo las tarjetas y es bueno en Cuba conocer o que ir recomendado, ya que allí todo es de boca en boca. Es más, aviso de que la conexión a internet allí es inexistente y sólo puedes conectarte a la wifi pública comprando una tarjeta que te permite 1h de conexión.

Después de esta experiencia vimos que el número perfecto de viajeros en Cuba era el nuestro, 5 o cualquier múltiplo de 5, pues es el número de pasajeros que cabe en un almendrón u otro coche clásico de los que conducen allí los taxistas. Dos delante y tres detrás.

Espero que nuestra experiencia os sirva y podáis a través de nuestras fotos y vivencias acercaros más a la experiencia que buscáis en Cuba.


Galería de fotos


Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!