Sacando partido a mi Erasmus+

Cómo sacar el máximo partido a tu Erasmus+

Estoy de Erasmus en Gdansk, Polonia, y he decidido que voy a viajar mucho. Lo mejor es que cogí mis clases aposta para poder viajar 4 días de 7 que tiene la semana. Increíble, ¿verdad? Mientras estoy encantado con mi nuevo hogar, he oído que algunas personas recomiendan visitar Cracovia cuando estás en Polonia. Así que allí estaba, reservando hosteles y autobuses en mi segunda semana en Gdansk en la que ya estoy viajando para descubrir este increíble país.

Tengo que reconocer que 10 horas de autobús de Gdansk a Cracovia son demasiadas. Llegó un punto en el que me replanteé cómo iba a sobrevivir, pero tenía wifi gratis y buenas vistas de la naturaleza y del sol.

Cuando puse un pié en Cracovia me sentí abrumado por la cantidad de gente y vida que había en la ciudad. Me puse camino del hostel, dejé las maletas, cogí la cámara y busqué el restaurante vegano más cercano, ya que me moría de hambre. Sí, soy vegana, pero la ciudad tiene muchos restaurantes de ese tipo, así que no tuve ningún problema.

Fui a una hamburguesería vegana y pedí mi comida. Es muy peculiar que no importaba donde fuera, la gente solía pedir hamburguesas. Creo que es muy raro, ya que entiendo que los turistas la pidan al ser comida rápida, pero no entiendo como los polacos lo pedían también.

Tenía el estomago lleno para empezar a explorar la ciudad. ¡Es preciosa! Me encanta su arquitectura gótica y de ladrillos rojos, muy abundante en todo el país. Paseé sin rumbo por las calles después de visitar los lugares turísticos principales como el casco antiguo y el barrio judío, llenos de turistas. Paseé por el río Vístula. Hay un bonito parque detrás de la Torre de Wawel y las luces nocturnas de los bancos de enfrente son preciosas. También hay un dragón que escupe fuego, así que ten cuidado y no te asustes. Tengo que confesar que no sabía que había uno, pero escuché el sonido del fuego y fui rápido a mirar qué era. Ya era de noche y no pude echar una foto, pero por lo menos pude verlo.

El segundo día en Cracovia hice algo que todos los turistas hacen cuando visitan la ciudad. Cogí un tren y visité las minas de sal de Wieliczka. Por menos de 1 € y en un trayecto de 20 minutos estaba en la cola esperando a comprar la entrada de las minas. Una hora después pasé junto con otras 30 personas al primer nivel a 64 metros bajo el suelo para empezar un tour guiado por las minas. Nunca había visto nada parecido. Cada escultura, grabado y lámpara estaba hecha de sal. Nunca había estado tan impresionada por lo que la naturaleza es capaz de producir. Las minas de sal tienen 13 millones de años de antigüedad. No puedo imaginarlo, parece surrealista. Cuando paseas por allí y lo tocas, entiendes por qué la gente hace cola al frío para poder entrar. Valió la pena cada céntimo y cada minuto pasando frío.

Por desgracia solo estuve dos días en Cracovia, ya que el tercero tenía que volver a Gdansk para ir a la universidad. Creo que el tiempo que pasé allí hizo que valieran la pena las 10 horas de autobús. Vi una arquitectura increíble, comí cosas deliciosas, visité cafeterías y tiendas de dulces geniales y fui a las minas de sal. Ser estudiante Erasmus tiene sus ventajas: vas al extranjero a estudiar a otro sitio, conoces a otra gente y viajas. No siempre tienes que visitar cada lugar turístico. Simplemente puedes caminar, echar un vistazo, sentarte en algún sitio a tomar un café o un té, un postre y disfrutar. Incluso comprar un libro y leerlo (hay tiendas con libros en inglés, compré uno en el barrio judío). A veces solo necesitas tiempo para ti, escapar a algún sitio y pasar tiempo con tus pensamientos en una ciudad distinta, que puede servir de gran inspiración.

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