Las cicatrices de la Segunda Guerra Mundial

Bueno mi experiencia comenzó a principios de este año, cuando decidí visitar Cracovia y Varsovia en Polonia. La ciudad que más me llamó la atención fue Cracovia, y principalmente la visita a la pequeña comunidad de Oświęcim, a una hora de la ciudad, donde visité el campo de concentración de Auschwitz Birkenau. Verdaderamente fue una gran experiencia estar ahí, es inimaginable la cantidad de cosas que sucedieron en ese lugar, un genocidio sin nombre y sin explicación razonable.

Hice un tour en español en el campo de concentración, la guía era polaca y hablaba muy bien el español, la detallada historia que nos contó mientras nos mostraba cada lugar y nos explicaba lo que sucedió ahí era impresionante. Primero comenzamos con Auschwitz 1 donde se encuentran distintos edificios del campo conocidos como bloques, donde los nazis realizaban distintas atrocidades, la explicación de cada bloque te hace ver lo que realmente fue esa guerra para las personas que estuvieron ahí. He leído mucho sobre La Segunda Guerra Mundial pero nunca se compara con conocer físicamente uno de los principales lugares producto de aquella guerra.

Posteriormente fuimos a la segunda parte del campo: Birkenau, donde se encontraban todas las barracas en las que se encontraban los presos, y las cámaras de gas destruidas. Mi visita fue en invierno, y el frio era tan intenso, que solo pude imaginar lo que esas personas sufrieron en ese lugar, además del maltrato físico y mental. El tour duró aproximadamente 4 horas pero la inmensidad del campo y la explicación de cada parte de él. Te deja asombrado con la enorme y precisa organización que se tenía para acabar con las personas física y mentalmente, hacerles perder todo rastro de dignidad y esperanza, para que al final los nazis decidieran entonces que ya era su momento de morir. Peor aún, no solo se acababa en su muerte sino en el arrebato de sus pertenencias de valor, como dientes de oro, dinero, etc. Se trataba de no dejar rastro de esas personas. Sin duda una visita que nunca olvidaré.

Para mi esta experiencia cambió mi manera de pensar sobre la violencia generalizada que existe en el mundo y las guerras sin razón con fines tan banales como el dinero o el poder, algo que sin duda no debe ser tolerado en ninguna circunstancia. Por esa razón recomiendo ampliamente la visita a este lugar, es una visita obligada al estar en Polonia, la historia que guarda este lugar es sin duda un gran aprendizaje.