Experiencia en Córdoba (España), por Chloé

¿Por qué elegí irme a Córdoba durante un semestre?

Durante mis años en el colegio y el instituto, tuve la oportunidad de participar en muchos intercambios o viajes a España (fuimos una vez a Extremadura y dos a Andalucía) y me enamoré profundamente del sur del país.

Cuando tuve la oportunidad de irme de Erasmus en mi segundo año de carrera, no dudé en elegir pasar un semestre en Andalucía. Durante uno de mis intercambios anteriores, tuve la oportunidad de pasar un día en Córdoba y guardaba un recuerdo de ella que, aunque algo accidentado, era muy positivo. Además, es una ciudad pequeña, puede irse a pie a todos lados. Por todo esto, mi decisión fue Córdoba y no otro lugar.

La ciudad

En mi opinión, Córdoba es la ciudad más increíble que he visto. La mezcla de culturas es impresionante, sobre todo en el centro histórico. Es, en efecto, una de las ciudades andaluzas donde el patrimonio del periodo en el que era Al-Ándalus es más palpable. Tiene monumentos como la Mezquita-Catedral o el Alcázar de los Reyes Cristianos. Es, sin duda, una de las joyas de Andalucía. La ciudad está llena de callejuelas y tiene una oferta cultural muy variada.

Vivir en Córdoba es muy agradable. Lo primero que me llamó la atención nada más bajar del taxi que me llevó hasta mi apartamento el día que llegué, fue el olor que desprendían los naranjos de mi calle.

El clima no estropea la experiencia (al menos hasta junio) y al menos uno puede decir que nunca le faltará vitamina D. Hay que estar preparado para aguantar temperaturas relativamente extremas en verano. En junio pude ver termómetros que alcanzaban los 45°C.

No es muy necesario utilizar el transporte público en Córdoba. A no ser que vivas muy alejado del centro, es fácil desplazarse a pie. Hay autobuses, pero personalmente creo que no los he utilizado más de cinco veces en todo el semestre. El punto negativo de esta ciudad en este aspecto es que no tiene aeropuerto. Los más cercanos son los de Sevilla o Málaga.

Dónde me alojaba

Encontré un apartamento en una página web donde había anuncios de vivienda. Después de hacer algunas búsquedas, me decidí por una vivienda en el barrio Ciudad Jardín, una zona económica y estudiantil. La mayoría de estudiantes Erasmus eligen este barrio, aunque incluso en el centro pueden encontrarse apartamentos baratos. Yo pagaba 200 € (sin extras) y compartía casa con otras tres chicas: una española de Cádiz y dos italianas también Erasmus. Nuestro sitio favorito era la terraza superior, que era perfecta para tomar el sol en tardes tranquilas con amigos. También era el lugar ideal para contemplar las puestas de sol.

Si tu idea es pasar el verano en Córdoba, te recomiendo que busques un apartamento con aire acondicionado. En las noches de junio las temperaturas no bajan de los 35°C y sin él es difícil sobrevivir.

Lo único realmente malo de nuestra casa (y creo que no éramos las únicas afectadas) era que teníamos que compartirla también con nuestras amigas las cucarachas. Por desgracia, es algo muy frecuente en Córdoba, probablemente por el calor. También me decepcionó bastante no tener acceso al pequeño patio interior del edificio, ya que no pude acariciar a los gatitos que vivían en la planta baja.

La gastronomía

Me encantó la comida española y andaluza y tuve el placer de descubrir las especialidades cordobesas: las más conocidas son el flamenquín y el salmorejo. Entre mis platos españoles preferidos están la paella (puede comerse en muchos restaurantes de la ciudad), la tortilla de patata (que preparaba mi compañera de piso) y el desayuno típico, compuesto por tostadas con tomate, aceite y jamón ibérico.

La vida social

La vida social como estudiante Erasmus en Córdoba es particularmente rica. En la ciudad hay dos asociaciones que asesoran sobre los primeros pasos (y lo que no hay que hacer) como estudiante de intercambio. La ESN (Erasmmus Student Network) y la asociación "Erasmus Family" siempre proponen diferentes actividades, fiestas o viajes. ¡Es muy difícil aburrirse! Además, el contexto Erasmus favorece que se conozca gente y se hagan nuevos amigos.

En cuanto a las salidas nocturnas, hubo muchos eventos Erasmus que se celebraron en bares, concretamente en La Fontana y O'Donoghue's, en los cuales teníamos descuentos. En el barrio de Ciudad Jardín había un bar de tapas que me encantaba, La Abadía. Allí te daban una tapa gratis por cada consumición, incluido el famoso salmorejo. Para tomar algo a mediodía, aconsejaría ir a la Plaza de la Corredera o a la Plaza de las Tendillas, ambas en el centro. El ambiente es muy agradable a esas horas. El bar El Paripé es un buen lugar para quedar con amigos y jugar al futbolín. Para bailar, mi discoteca favorita era con diferencia Góngora. Sin embargo, ¡aviso! Más vale que te guste en reguetón.

La universidad

Durante el semestre que pasé allí, estudié en la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba, situada en la parte antigua de la ciudad, a pocos minutos a pie de la mezquita. Me costó tiempo encontrar el camino correcto por las escaleras del edificio, pero al final me encantaba recorrerlo. La biblioteca tenía grandes ventanales y era el lugar perfecto para estudiar o echarse la siesta bajo los rayos del sol. La cafetería fue el lugar elegido para desayunar cara a cara con mis famosas tostadas. Finalmente, el patio contribuía a dar un ambiente maravilloso a la facultad.

Mis consejos para aquel que quiera estudiar en Córdoba

¡Anímate! No tengas miedo a elegir esta ciudad. Llegué a Córdoba hace dos años y, aunque me fuera hace ya uno y medio, sé que siempre será mi hogar.

Otro consejo: haz el esfuerzo de hablar español, aunque solo sea con otros Erasmus. No estés únicamente con los grupos de franceses. ¡No te arrepentirás!