Experiencia en Córdoba - Comienzos

Publicado por flag-es Cuenta Anónima — hace 5 años

Blog: Ciudades en España
Etiquetas: flag-es Blog Erasmus Córdoba, Córdoba, España

Usando la estructura que nos muestra la misma página de Erasmusu, dividiré mi experiencia en la ciudad de Córdoba justo en los distintos bloques que la misma ofrece:

Cómo llegar hasta Córdoba:

Antes que nada, decir que Córdoba, es una ciudad del centro de Andalucía, al norte, frontera con Castilla y la Mancha, siendo una de las principales de toda la Comunidad Autónoma, y pegada a otras grandes regiones como Sevilla.

Para llegar a Córdoba, en mi opinión, lo mejor será siempre usar el tren. Con una estación totalmente innovadora, reformada no hace mucho tiempo, y unos trenes de buena calidad; lo cierto es que llegar por ejemplo desde otras ciudades como Sevilla o Jaén nos llevará poco más de una hora, casi ni dándonos cuenta del trayecto y siempre con la confortabilidad que el medio caracteriza.

Por otro lado, la estación de autobuses también sale desde la misma parte que la de los trenes, siendo algo más caros reservando por ejemplo desde la página principal de la compañía número 1 en el país como es Alsa. Por ello, y porque tardan algo más que los mismos trenes, siempre preferiré y aconsejaré coger el tren a coger el autobús, teniendo además menores problemas en cuanto a gente que lo coge en el primero con respecto a éste último.

Si nuestra decisión es coger por carretera convencional con nuestro propio vehículo, o bien con un Blablacar o Amovens; lo cierto es que las carreteras para llegar a la ciudad de Córdoba son muy buenas, siendo la autopista una de las que menos peligro tiene de la Comunidad, si bien, decir que serán numerosos los radares que iremos encontrando a medida que nos vayamos sumergiendo en las fronteras cercanas de la misma.

Por último, Córdoba tiene aeropuerto, si bien no es uno de los principales ni de Andalucía, ni por consiguiente de España, sino que, pese a estar situado muy cerca del centro de la ciudad, a unos seis kilómetros escasos; lo cierto es que no tiene mucha afluencia de personas y vuelos y ha quedado relegado a un segundo plano como otros de los que ya he hablado como es el caso de Jerez de la Frontera. En el fondo es lógico, teniendo los principales a muy poca distancia, como son los de Sevilla y luego el de Málaga, lo cierto es que no hace falta en absoluto un aeropuerto por provincia y es tan solo un derroche de dinero inmenso sin sentido.

Por todo ello, será lógico pensar que un vuelo que llegue hasta Córdoba no será de los más baratos posibles, al haber menos compañías operando y por consecuencia, también aquellas denominadas “low-cost”. Pese a ello, nunca está de más intentarlo por si cayera esa suerte extraña que algunos siempre tienen y tendrán.

1º- Arquitectura y paisajes:

En cuanto a la arquitectura de Córdoba, es una de mis preferidas de toda Andalucía. No es para menos, ya que engarza lo mejor de su época romana, con lo mejor de la gloriosa época árabe que pasó por sus fronteras. Los barrios árabes son de los preferidos por los visitantes y no es para menos, ya que, con ese toque de hace varios siglos, te adentras en otro continente y país en tan solo unos minutos andando desde una zona a otra.

Pero, Córdoba no simplemente tiene el toque antiguo arquitectónico en muchas partes de su ciudad; sino que según la Fundación Docomono Ibérico, la ciudad pertenece a la élite española en cuanto a edifici. Ello, choca totalmente con lo anteriormente dicho, lo que llega a impactar a los visitantes cuando se sabe bien a dónde dirigirse para ver uno de estos edificios modernos e innovadores.

Un gran ejemplo de ello, es la Sede Oficial de la Cámara de Comercio, situada en la Calle Pérez de Castro, cerca, a menos de diez minutos andando de la Plaza de las Tendillas, una de esas Plazas conocidas por todos los vecinos de la area. Lo mejor de la mencionada Sede, no es precisamente su fachada, que, a primera vista podría ser de un edificio cualquiera; sino que, hay que entrar en su interior para entenderlo todo mejor pese a sus más de seis décadas de antigüedad que tienen sus paredes.

Otro ejemplo es la Sede de Cruz Roja en la ciudad, ya que, con un conjunto de distintos cuadrados de distintos colores (blancos o grises), se llega a un edificio fuera de todo reglado y que no deja indiferente a nadie. Por unas esquinas parece que se encuentra en el aire, mientras que por sus partes más altas, tiene algunos que otros huecos muy curiosos a la vista.

Por último, mencionar, que se está construyendo el llamado C4, que será un edificio de lo más innovador y vanguardista para el Barrio de Miraflores. Con forma hexagonal y muy moderno, seguirá haciendo de Córdoba referente en el tema.

Cambiando de ámbito, ya con respecto a los paisajes, hay que decir, que pese a que lo que es la misma ciudad, no tiene demasiados de ellos, pudiéndonos quedar igualmente con su barrio judío, el cual siempre nos dejará imágenes excepcionales; lo cierto, es que si ampliamos la mirada a la provincia la cosa cambia bastante, puesto que encontramos varios ejemplos de grandes paisajes, entre los que destacaría los siguientes:

  1. Parque Natural de las Sierras Subbéticas: se encuentra pegado al precioso pueblo que también recomiendo llamado Zuheros, teniendo la llamada Cueva de los Murciélagos como punto clave de su turismo. A menos de cincuenta kilómetros de la Costa del Sol, este Parque Natural deja unas vistas asombrosas, con multitud de distintas especies animales que le añaden esa viveza al asunto, con un aire magnífico, lagos amplios y formidables y, por supuesto, con todo tipo de servicios por si nos replanteamos visitarlo.
  2. Parque Natural de Hornachuelos: seguro que os sonará y si bien, es muy parecido al anterior, pero ya en Sierra Morena, los largos campos con multitud de vegetación diversa y colorida en todo su esplendor; hará que no pidamos mucho más ante tremendo panorama. Hay además multitud de preciosos buitres negros por todo el Parque, si bien, como cabe pensar, no hay que temerlos pese a que siempre hayamos tenido esa imagen mala de los mismos.
  3. Ruta Azul: es mi preferida entre todas las que se pueden hacer a lo largo de la Sierra de Córdoba, siendo una zona muy verde mezclada con grandes cantidades de zonas de agua debido a los distintos ríos y afluentes que la cruzan, junto con su multitud de fuentes. Lo cierto, es que deja muchos rincones que se deben explorar, y los guías hacen muy bien su trabajo explicando todo a las mil maravillas, aunque si puedo elegir, prefiero ir por mí misma y tener la libertad de visitar aquellas zonas que más me atraigan.

2º- Cultura y costumbres:

Siendo una maravillosa zona de buenas comidas, bebidas y buena gente, es lógico pensar que tendrían los cordobeses, costumbres acordes a lo que ellos mismos a día de hoy más pregonan y admiran. Así, en primer lugar, la cata de vino Montilla Moriles es reconocida no solo por la ciudad y la provincia, sino que se acercan todo tipo de curiosos cada año hasta allí para ver el espectáculo en directo que lo cierto es que siempre sorprende. Mencionar, que este Montilla Moriles, es un vino fino típico de la zona (que en mi opinión, tiene un buenísimo y suave sabor, pese a que a priori por el precio que nos cuesta, unos seis euros la garrafa de cinco litros, podamos llegar a pensar que es malo y va a saber fatal), que se vende en todo el país y que es sobre todo conocido porque con sus garrafas de cinco litros, los jóvenes y no tan jóvenes, repletan sus vasos cada ao sobre todo por época de feria para realizar el denominado “rebujito”, mezcla del mismo junto con seven-up, para dar este tipo de bebida refrescante y barata.

Por otro lado, la Semana Santa de Córdoba, como suele ser habitual en otras ciudades como mi querida Jaén, coge un color especial y da a la ciudad un brillo diferente y más potente y fuerte, cargado de sentimiento, de color, de vida y de sorpresas, que siempre acaban llegando ante tanta devoción, risas y también algún que otro llanto. No podría destacar nada sorprendente de la misma, muy parecida a otras tantas donde ya haya estado, si bien es cierto, que la afluencia de gente es sobrenatural en esa época por las calles del centro histórico, ya que, la ciudad también, tiene algo más del triple de habitantes que la vecina Jaén, por lo que sigue estando acorde a la normalidad.

Si bien, una de esas fiestas especiales que no se realizan en tantos municipios y que, de hecho, en Córdoba nació y se expandió, fueron las Cruces de Mayo. Por ellas, los principales barrios de la ciudad cada año instauran una gran Cruz realizada con flores que le dan color y otro toque a la misma, para conmemorar la muerte de Jesucristo, si bien, al final tan solo sirve de excusa para salir a la calle, festejar y tener otra actividad que poder realizar en el municipio. Se ponen barras con comida y bebida en las principales zonas de la ciudad, lo cual anima aún más a la gente, que, por supuesto se acompañará de distinta música durante todo el día, a la par que distintos espectáculos y actividades para todas las edades.

En la misma época, en mayo, tendiendo a estar pareja junto con la Feria de Jerez (una semana antes o después, variando cada año las fechas no permaneciendo las mismas siempre inmóviles), encontraremos la Feria de Córdoba, algo más pequeña a aquella gaditana, pero también con un ambiente sobresaliente, que hace venir personas de muchos municipios de otras zonas y provincias más lejanas, junto con numerosos Erasmus de otros tantos lugares como Granada, debido a que merece totalmente la pena ir. Con gran multitud de distintas casetas, música de todos los estilos posibles, gente para todos los colores y ambientes, zona donde poder beber sin problemas de policía y demás; y, por supuesto, comida de primerísima calidad tanto por allí como en la zona centro de la ciudad, no hay duda alguna de que la Feria de Córdoba es de las mejores del país y en mi lista particular se encontraría tras Jaén y Jerez tan solo, superando incluso a la de Málaga, aunque no por demasiado, tan solo, porque la ciudad en sí, Córdoba, para mi tiene mucho mayor valor que lo que es Málaga, más seca.

Sobre las costumbres, no cabe duda de que el tapeo es algo que se lleva muy adentro en Córdoba. Siendo los precursores de la tapa junto con la bebida, no puedes irte de la ciudad sin probar su salmorejo. No adelantaré acontecimientos debido a que el próximo punto va justo sobre ello mismo, pero lo cierto es que, los cordobeses sienten esa necesidad y deber de probar buena comida, de ir a por ella, de irse a fuera a vibrar tanto con la misma, junto con el ambiente que rodea, y terminan luchando y teniendo una calidad en sus bares y restaurantes muy poco vista por otras zonas de Andalucía.

Además, el flamenco se nota también en la ciudad de Córdoba, siendo costumbre realizar todo tipo de verbenas sobre el mismo que animan a acercarse no solo a los devotos de la disciplina, sino a muchas otras personas con curiosidad o simplemente con ganas de disfrutar de buena música y siempre grandes espectáculos. Hay multitud de locales de este tipo, siendo la mayoría de ellos especializados, si bien, como es habitual también en otras ciudades, hay muchos otros bares y pubs que también contratan a diversos grupos flamencos para realizar el espectáculo esperado, como una especie de “festival” de una noche del mismo.

También, no podía faltar dentro de las costumbres de los cordobeses la Batalla de las Flores, muy conocida en toda Andalucía, reuniendo cada año durante los primeros días del mes de mayo (por lo que habéis visto, el mes de mayo es sin duda el más cargado en cuanto a tradiciones y festividades en la ciudad), a gran parte de los vecinos del municipio, en las avenidas situadas en pleno centro de Córdoba como son el Paseo de la Victoria y República Argentina; donde disfrutaremos de un conjunto de carrozas decoradas especialmente con flores que van lanzando a su vez y a su paso por el centro, claveles de muy distintos tamaños y colores al público, y éste a su vez los devuelve a la Carroza comenzando así “La Batalla de las Flores”. Al final, ves a multitud de personas casi peleándose por ir cogiendo las distintas flores para ser quienes las puedan tirar y devolver de nuevo a la carroza, en una festividad en que las risas y las alegrías están aseguradas, si bien, cada año se produce algún que otro accidente debido a la competitividad de muchos vecinos con ansias de estar en la batalla.

Mencionar, por último, que los cordobeses son personas abiertas, amables, simpáticas, que les gusta estar en la calle, que nos discriminan ni suelen y que siempre darán una oportunidad a todo aquel que venga de fuera para que pueda demostrar lo que verdaderamente es, sin ese sentimiento “nacionalista” por el que otros pueblos pueden pensar que los de fuera no son tanto o valen tanto; sino que, en Córdoba, ocurre todo lo contrario, seréis bien recibidos siempre y es por ello que sigue siendo una de las ciudades con más turismo de la Comunidad Autónoma de Andalucía, pese a que no dispone de playa (si bien, tampoco la tiene tan lejos, a poco más de una hora en coche).

3º- Gastronomía:

Punto clave del artículo, puesto que en Córdoba están orgullosos de sus comidas y su gastronomía en general, y no es para menos, pues tienen mucha variedad de platos, que podrás encontrarlos fácilmente en cada bar o restaurante al que vayas.

En primer lugar, debido a que ya pronuncié el plato anteriormente, no puedo dejar más tiempo sin hablar del salmorejo. El salmorejo es una especie de gazpacho, más sólido, realizado con tomates, pan, ajo, aceite de oliva (imprescindible que sea de buena calidad, pues le va a dar un sabor inconfundible y no podemos escatimar en gastos en este punto tan importante), huevo, y que en el caso del cordobés, va siempre con pequeños dientes de jamón ibérico por encima que de nuevo aporta un toque excepcional e imprescindible al plato. Lo cierto es que lo he probado en muchas otras partes de la Comunidad, y sin duda me quedo con el cordobés. No es que cambie mucho de sabor, porque los ingredientes principales obviamente no cambian, pero en Córdoba, debido a que llevan siglos haciéndolo y le han cogido un amor especial sintiéndolo como suyo propio; pues la verdad es que les sale fantástico en cada sitio al que vayas, con un precio muy bueno, y no puede faltar en los inicios de cualquier menú que se precie y que quieras probar tan típico cordobés.

Por otro lado, las verduras tienen un protagonismo especial en las distintas recetas y condimentos que se les pone a las posibilidades, gracias a buenos campos que tienen en sus tierras, lo que les ha ofrecido productos de muy buena calidad y se acaba notando en el sabor y textura de los platos. Por ejemplo, el picadillo cordobés, otro primero de los que uno no se puede ir de la ciudad sin haber probado, está elaborado a base de pepino, pimiento, tomate y cebolla, a los que se le añaden el que nunca falta aceite de oliva, vinagre y sal. Tiene un sabor potente que rápidamente te llega a la boca cargado de distintas sensaciones por tal mezcla de condimentos, y lo cierto es que no te deja ningún regusto amargo en la garganta pese a lo que pueda llegar a parecer debido a la aparición del odiado a veces vinagre.

Otro ejemplo del uso de las verduras lo encontramos con los cocidos, entre los que destaco el potaje de habichuelas, muy famosas en la zona, que te darán toda la energía para seguir avanzando en el día y descubrir la ciudad.

Cambiando de tercio, ya sobre la carne, decir que las hamburguesas que te ponen en multitud de bares al pedirte una bebida, son de muy buena calidad, viéndolas incluso de buey, con un sabor inconfundible. Pero, si hay un plato de carne que sobresalga en la ciudad es el rabo de toro estofado, que sin duda recomiendo. No sé exactamente qué le echan, pero jamás probé algo con tanto sabor y que a la vez no sea fuerte que pueda llegar a amargarte.

No puedo saltarme a los conocidos flamenquines, también uno de los platos estrella de la cocina cordobesa, que de nuevo te pondrán ipso facto en multitud de sitios si tienes la duda de no saber qué pedir y les pides un consejo a los camareros. Con una mezcla de carne de cerdo y vacuno, macerados en vino, se enrollan en lomo de cerdo rebozado en pan rallado y posteriormente frito. Lo normal es acompañarlo con patatas y mayonesa, e incluso en muchas ocasiones le meterán queso en su interior para darle otro toque aún más arriesgado pero sabroso. Los hay de muchos tipos, se cocinan de muchas maneras y siempre merece la pena probar uno que sepamos es casero y no precocinado.

Siguiendo con las carnes, la caldereta de cordero y el cochifrito de cabrito, son otros de esos platos típicos de Córdoba que no verás en muchos otros sitios tan bien preparados y con tan buen sabor como allí.

Y bueno, lo dejo de nuevo aquí en mitad de la gastronomía, por el límite horario del concurso. Continuaré en unos minutos explicando la experiencia completa en la ciudad.



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