La ciudad libre de Christiania - fuera de la zona turística
En las afueras de la zona turística de Christiania
Caminamos por el lugar, viendo las diferentes cosas de Christiania. Había un lago, donde los patos y los cisnes estaban nadando, y la gente estaba relajada en el suelo, bebiendo cerveza y haciendo fotografías. Justo en frente nuestro había un puente llamado puente Dyssebroen. Conecta la parte más rural de Christiania con el lado "Amager". Es un puente bastante normal, no muy estrecho, construido principalmente de madera y es para peatones, sin embargo, supongo que las bicis también pueden cruzarlo, pues es lo suficientemente ancho como para ir por él con ella. También vimos una gran estatua de madera justo enfrente del lago, que creo que era la cara de un hombre. Tenía ojos y cejas, la nariz curvada y la boca era un gran agujero, por el cual podías pasar.
Caminamos al lado del lago y seguimos el camino. Había árboles alrededor, era naturaleza pura. Se podría decir que era un bosque, o algo así. Y entonces vimos algunas casas, que habían sido totalmente incorporadas en esa naturaleza y que parecían parte de ella. Sin embargo, la arquitectura de esas casas era bastante inusual y la llaman"la arquitectura sin arquitectos". Hay un edificio allí, en Christiania, construido con cristal que solo tiene ventanas y está ahi, por sí mismo, en medio del bosque, pero resulta difícil de creer que alguien vive ahí. También había casas con dos historias, y la primera estaba bajando bastante el camino por el que fuimos, y estaba conectada a través de un pequeño puente de madera, era muy extraño.
De cualquier modo, mientras andábamos y observábamos las vistas, comenzó a llover y pronto diluviaba, así que nos calamos en un par de minutos. Por supuesto, seguimos andando (o corriendo) porque no había ningún lugar en el que nos pudiésemos resguardar y muchos de nosotros no teníamos chubasquero ni paraguas y, aunque otros nos dejaban meternos bajo sus paraguas, llovía demasiado y no podíamos mantenernos secos en esa situación. Más tarde vimos una cafetería, que era bastante grande y en la que había bastante gente, así que entramos. Y no íbamos a salir de ahí hasta que la lluvia hubiese parado o fuese más ligera. Yo estaba bastante mojado, para ser sincero, pero no quería irme a casa por la lluvia, tenía la esperanza de que parase en un rato.
Esta cafetería a la que fuimos era bastante bonita. Había diferentes tartas, sandwiches, cafés y tes en el mostrador e, incluso, tenían un menú y simplemente podías sentarte ahí y disfrutar de todo. Había graffitis en las paradas y algunas frases, que eran bastante guays. Había una señal o algo así en lo alto de la pared. Eran los tres puntos de la bandera de Christiania, sin embargo, estaba en una pared blanca y el tercer punto era diferente - era un punto semilunar y había un hombre sentado en él, pescando. Llevaba puesto un sombrero y estaba fumando un cigarro, era como si ya hubiese visto a esos hombres en ilustraciones. Había muchas otras cosas ahí. Hasta se podía jugar al billar, pues tenían una mesa bastante grande y había algunas personas jugando. Los baños eran muy grandes también, y estaban limpios y pintados de rojo, realmente estaban bien. Nos quedamos allí durante un tiempo y, aunque pensé en tomarme un chocolate caliente o algo así, la lluvia ya casi había parado, por lo que decidimos seguir nuestro tour por Christiania.
La lluvia paró pronto, así que caminamos y caminamos. Había gente trabajando en las inmediaciones, estaban construyendo algunas cosas, algunos de ellos casas y otros estaban reparándolas. También tenían jardines preciosos.
También vimos su galería de arte, donde hay muchos cuadros y flores. Y debo decir que esas personas son realmente talentosas, creativas y parece que tienen un don. Habían hecho todas esas cosas ellos mismos y habían convertido Christiania en un lugar muy vivo con un ambiente y una atmósfera llena de colores.
Bueno, después de andar durante un rato, perdimos el camino y nos encontramos en algún lugar cerca de los canales, pisando asfalto, y podíamos ver la zona de la Ópera de Copenhague al otro lado del canal. Kathrine nos preguntó que, de entre las dos opciones que había para volver, cuál preferíamos. Una opción era un largo camino y la otra era “un camino muy largo”, así que teníamos que andar durante bastante tiempo en los dos casos. Después de las votaciones, decidimos tomar el camino por el que habíamos llegado hasta allí. Así que fuimos de nuevo por el bosque, al lado del lago y volvimos al centro, supongo. Fue un largo camino de vuelta, por lo que todos estábamos cansados y queríamos llegar lo antes posible, pero cuando llegamos hacía bastante buen tiempo, así que entonces ya nadie se quería marchar. Sin embargo, nos fuimos y algunos de los demás fueron a Nyhavn y a otros lugares cercanos. Yo tenía otros planes, así que me fui por otro camino.
Ya sabéis, pues os lo he contado, que en el límite del lugar hay un arco con una señal que te avisa de que estás entrando a la ciudad de Christiania. Pues cuando sales, me di cuenta de que esta señal también se ve desde dentro, y es bastante irónico, pues dice “estás entrando en la Unión Europea”.
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