Un día en Colonia

Este fin de semana un par de amigos y yo alquilamos un coche y nos fuimos de viaje. Colonia fue uno de los lugares que visitamos y, probablemente, mi favorito de entre todos ellos. No estuvimos mucho tiempo en la ciudad, pero lo que vimos fue increíble y os recomendaría sin duda que lo comprobarais con vuestros propios ojos si tenéis tiempo.

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Almuerzo

Comenzamos nuestro día yendo a almorzar a uno de los muchos y fantásticos lugares que hay en Colonia para desayunar y tomar café. Fuimos a Hallmackenreuther, una cafetería muy bonita situada en una parte más tranquila de la ciudad, en frente de una iglesia preciosa y en la cual te puedes sentar en la terraza si el tiempo acompaña. Fue un poco caro, pero con una muy buena relación calidad-precio. La comida estaba deliciosa y preparada claramente con productos frescos y de buena calidad. Es un gran lugar para desayunar (comer o cenar) si no te importa alejarte un poco del centro de la ciudad.

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Catedral

Después, nos dirigimos hacia la catedral, que es uno de los lugares de visita obligada en Colonia. Desgraciadamente, las fotos no le hacen justicia. Es increíblemente grande, así que buena suerte intentando sacar una foto en la que se vea la catedral entera. El interior también es muy impresionante, pero hay que tener en cuenta que puede que se esté celebrando una misa cuando estés dentro y que entonces solo te dejarán ver la parte trasera de la catedral en vez de poder entrar y recorrerla entera. Además, también hay que llevar ropa que sea medianamente adecuada, ya que vi cómo a un hombre le pedían que se quitara el gorro cuando estaba dentro.

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Puente de los candados

Justo detrás de la catedral hay un precioso parque y un puente que cruza el río y que, aunque a primera vista no parece nada del otro mundo ya que al estar cerca de la estación central sobre él pasan regularmente muchos trenes, si te tomas el tiempo para cruzarlo verás que está completamente repleto de candados La mayoría tienen nombres y fechas inscritos y hay algunos viejísimos, así que es interesante pasearse por el puente y echarles un ojo. Además también tendrás unas increíbles vistas de Colonia y de la catedral, aunque solo camines hasta la mitad del puente. Puede que no sea un punto de interés turístico tan conocido, pero aun así el paseo merece la pena.

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Museo del Chocolate

La siguiente parada de nuestra visita a Colonia fue el Museo del Chocolate. Asegúrate de llevar el carné de estudiante encima, ya que así tienes un descuento en el precio de la entrada, pero ten en cuenta que aun así es algo caro (nueve euros por persona). El museo es muy interesante y te muestra todo el proceso de producción con muchos paneles interactivos, un invernadero con plantas tropicales y una sala donde puedes ver cómo se hace y se procesa el chocolate. También hay algunas partes en las que puedes probar muestras de degustación de forma gratuita, que siempre está bien.

Si te interesa, también existe la posibilidad de reservar con anterioridad clases en las que puedes hacer tu propio chocolate y también hay una sección en la que puedes diseñar tu propia tableta de chocolate y que te la preparen en ese mismo momento.

Otra opción es visitar la cafetería del museo desde la cual puedes contemplar unas bonitas vistas del río y el menú que ofrecen tiene muchas opciones: gofres, creps, chocolate caliente con adornos, suflés, «fondant», tartas y mucho más. También sirven una «fondue» de chocolate que compartí con uno de mis amigos y que es absolutamente increíble si encuentras una excusa para pagar lo que vale.

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Compras

Colonia también es una gran ciudad para ir de compras, aunque nosotros fuimos un domingo así que lamentablemente había muy pocos sitios abiertos. Hay una gran variedad de tiendas incluyendo algunas de marcas de lujo y podrías, sin ningún problema, pasarte un día entero de tiendas antes de empezar a hacer turismo.

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Dicho todo esto y a pesar de haber pasado solo unas horas en Colonia, nos lo pasamos muy bien y recomiendo sin duda visitar la ciudad.