Día de equitación

¡Hola a todos!

Hoy os voy a hablar sobre una sensación muy interesante y maravillosa que he tenido este verano. Me ha llevado 22 años de mi vida prepararme para este gran acontecimiento. Mi encuentro con un caballo. Claro, que de niña pasaba las vacaciones en el campo con mis abuelos y ya he montado alguna vez a caballo. Pero esas experiencias no eran auténticas, aquello era más como familiarizarme con los animales. Mi padre siempre me acompañaba y no íbamos a caballo por el bosque o por el campo, solo paseábamos por el jardín de nuestra casa. Después de esto, también recuerdo haber montado en pony en el Parque Central. Pero tampoco fue un gran desafío. Sin embargo, ahora sí puedo decir que me he enfrentado a algo importante. Este verano he superado mis miedos y mi pereza y he ido a un picadero. La experiencia fue genial porque se suponía que nos iba a estropear los planes una tormenta, pero acabé contentísima, a pesar de estar empapada y muerta de frío.

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Cluj-Napoca tiene 3 o 4 picaderos y escuelas de equitación. La que elegí está a las afueras, cerca de Baciu, pero sigue siendo parte de Cluj-Napoca. El distrito o región en el que se encuentra se llama Lomb. Lomb está en una colina cercana a la ciudad, lejos de todo el ajetreo y el ruido. El picadero lo abrió un hombre húngaro que aún lo dirige. Lo más interesante de esa historia es que se construyó una casa cerca del picadero y se fue a vivir allí, lejos de la ciudad, en plena naturaleza. Con sus caballos. Y su mujer y su hijo. Es libre y feliz con sus caballos y recibiendo visitantes todo el año. Cuida de sus queridos caballos y mantiene actualizada la página de Facebook del centro. Es su propio jefe.

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Este picadero de Lomb ofrece paseos de hora y media por 45 leus/11 euros. Y por supuesto, una oferta de 10 paseos por 30 leus/7 euros cada uno. Un paseo consiste en un largo camino a caballo por las colinas, campos y colinas que rodean el lugar. Un camino muy silvestre. Cuando yo fui ya estaba amaneciendo y había nubes grises en el cielo. Por tanto, no fue una sorpresa que cuando salimos del picadero hacia las colinas, empezara a llover y derivara en tormenta. Nos acompañaron rayos, truenos y viento. Y claro, Béla, el hombre de los caballos. En cuanto le vi, dejé de tener miedo. Es broma, no dejaba de pensar en que me iba a caer un rayo y me iba a morir, quería dar la vuelta e irme a mi casa. Pero sabía que eso no era posible. Béla estaba muy emocionado por el tiempo y ni siquiera planteé la opción de volver. Ese hombre no sabe lo que significa: NO.

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Poco a poco, empecé a confiar en mi caballo. Pensé en mis ancestros. Antiguamente, cuando la gente no vivía bajo techo, tenían que confiar en la naturaleza, en Dios y en los animales. Y también creer en sí mismos. Y no se morían. Bueno, pues yo también sobreviví y me dio un subidón de endorfinas. No había nada que se comparara a lo que sentí sobre el caballo. Total libertad, infinidad e ilimitación. El mejor momento fue cuando estaba cabalgando en un jardín lleno de manzanos y pude llegar a la copa de un árbol pequeño, coger una manzana y comérmela. Sentí un vínculo con mi caballo y con la Madre Naturaleza.

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Durante los días siguientes estuve maravillada, lo único que me molestaba un poco eran las agujetas. Pero sentía que tenía los músculos de las caderas y del tronco más fuertes y que había mejorado mi postura. Montar a caballo es un ejercicio perfecto para la gente con problemas como desequilibrio muscular, mala postura o músculos de la espalda o del abdomen débiles. Y no olvidemos la energía que emanan los caballos y el buen humor que te crean. Tratar con animales siempre tiene un efecto positivo y consigue buenos resultados.

El hombre organiza los paseos a caballo para grupos, pero también individuales, y siempre participa en ellos. Es muy responsable y proporciona el equipo necesario a cada jinete. Es una persona buena y precavida, una persona que adora a los animales no puede ser mala. Hay otros picaderos en Cluj, como Napoca Sport Horse, Transilvania Sport Horse, Furioso Riding Hall (a 30 kilómetros de la ciudad) y Deska Riding Hall. ¡Id a probar!

Gracias por leerme. Dóra.

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