Descubriendo un país vecino. Francia: Los comienzos.

Llegada

El sábado 5 de septiembre llegué en coche a esta preciosa ciudad. Al principio no me gustó mucho. El tiempo no favorecía porque estaba nublado y hacía frío, y tampoco se veía mucha gente por la calle (supongo que como consecuencia de la mala meteorología)...

El domingo lo pasé todo el día en la cama descansando y deshaciendo maletas para comenzar el lunes 7 con energía y para poder solucionar todo el papeleo del Erasmus lo antes posible, lo cual no iba a ser fácil debido a la mala y lenta administración francesa.

A la vez que iba haciendo el papeleo y yendo de un lado a otro (ya que siempre que llegaba a un sitio me mandaban a otro porque necesitaba un papel antes de cumplimentar lo que tenía previsto), iba a la Universidad para probar todas las clases posibles y elegir las que mejor cuadraban mi horario y más simples fueran, ya que en otro idioma las cosas cambian.

En mi caso, yo estudio Turismo en la Universidad de Blaise Pascal, y existen muchos tecnicismos en lo que respecta a las asignaturas relacionadas con el arte e historia, por lo que no eran fáciles de superar. También, hablar francés a diario y tener varios idiomas en la facultad como clase daban un importante quebradero de cabeza porque ya no sabía que palabra iba en cada lengua y en cada clase que idioma tenía que usar... era un poco lioso, bueno, y lo sigue siendo. Lo importante era acabar con el papeleo lo antes posible y conocer la ciudad y todos los sitios importantes y útiles que puedan servir como guía y clave para la vida cotidiana.

En las siguientes publicaciones contaré los principales lugares y sitios curiosos de esta ciudad: Clermont-Ferrand.