Celebrar el Oktoberfest en Cincinnati

Celebrar el Oktoberfest en Cincinnati

Cuando hablo de la celebración del Oktoberfest, enseguida la gente piensa en el conocido Oktoberfest de Múnich, Alemania. Sin embargo, una de las mayores celebraciones del Oktoberfest tiene lugar en Estados Unidos, más concretamente en la ciudad de Cincinnati, Ohio. En Cincinnati hay una gran comunidad alemana , de ahí que se celebre por todo lo alto. El año pasado, asistí a la fiesta con algunos amigos y me encantó. El festival es una mezcla de las costumbres estadounidenses y del tradicional Oktoberfest. Me sorprendió la cantidad de gente que llevaba la vestimenta típica alemana durante el festival.

Como podéis ver, en el Oktoberfest de Cincinnati hay muchos puestos de comida.

¿Cuándo es?

El Oktoberfest de Cincinnati se celebra a finales de septiembre, no en octubre. Las fechas exactas cambian de un año a otro, pero en los últimos años, se ha celebrado el tercer o cuarto fin de semana de septiembre.

El tiempo es el ideal, ya que a finales de septiembre todavía hace calor en Ohio, en cambio, en octubre hace ya bastante frío. Como podéis ver en las fotos, casi todo el mundo llevaba manga corta, una buena señal de que hizo calor ese día.

La celebración del Oktoberfest dura todo el día, así que si decidís quedaros, siempre habrá alguna actividad y nunca os aburriréis.

¿Dónde es?

El Oktoberfest de Cincinnati se hace a las afueras de la ciudad. Por ello, los organizadores suelen proporcionar todos los años parking gratis y autobuses para llegar al festival. Esto es genial por dos motivos: aparcar en los festivales suele ser bastante complicado y al tener servicio de autobuses, ya no hay que preocuparse ni de encontrar aparcamiento ni de los atascos. Además, mucha gente va al Oktoberfest para beber cerveza. Por eso, hay gente que lo llama la fiesta de la cerveza. Como la gente bebe mucho, ir en bus es un millón de veces más seguro que conducir borracho.

Hay un montón de aparcamientos disponibles y podéis elegir el que queráis antes de que se llene, claro. Desde el parking, podéis coger un autobús gratis para llegar al recinto del festival. Los autobuses no son los convencionales. Los autobuses del Oktoberfest de Cincinnati son como los autobuses escolares de color amarillo, como los que suelen salir en las películas americanas. Siempre había querido subir a uno de ellos y el año pasado por fin hice mi sueño realidad.

Los autobuses pasan cada quince o veinte minutos, así que nunca tendréis que esperar mucho tiempo para llegar o para salir del festival. Los empleados (los reconoceréis porque llevan chalecos reflectantes) estarán encantados de deciros cuándo pasa el siguiente autobús.

¿Qué se puede hacer?

Hay muchas actividades en el Oktoberfest de Cincinnati. Además de beber y comer chucrut con salchichas, claro.

Este fue uno de los puestos de comida que más me gustaron. Vendían bocadillos de pollo, salchichas Bierwurst y panqueques de patata.

El puesto de al lado vendía churros, almendras tostadas y tartas de queso cubiertas de chocolate.

En el recinto del festival, hay varios puestos que venden productos típicos de Alemania. Entre estos productos podréis encontrar desde queso, miel, salchichas y jamón hasta divertidas camisetas, tazas, juguetes y botellas de cerveza de importación. Si queréis llevaros un recuerdo, os diré que es difícil elegir solo uno entre tantas cosas. Lo cierto es que lo mejor es llevarse comida, pero cuando os la comáis, ya os quedaréis sin ningún recuerdo del festival.

Durante el día, los músicos tocarán la tradicional música alemana en el escenario principal, donde también veréis los bailes tradicionales.

Lo bueno es que en la zona que hay junto al escenario hay una carpa, por lo que si hace un día caluroso, estaréis en la sombra y si llueve, no os mojaréis.

También podéis utilizar las diferentes máquinas recreativas y participar en el típico juego del medio oeste, el cornhole. El objetivo de este juego es meter una bolsa llena de maíz al agujero que hay en una plataforma de madera. Es más difícil de lo que parece. Además, imaginad a la gente intentando hacerlo después de haberse tomado unas cervezas. Es muy gracioso.

Además, suelen haber atracciones de feria que parecen muy divertidas, aunque no probé ninguna de ellas. Hace poco, hubo un accidente en la feria estatal de Ohio en el que murió un niño por culpa de un fallo de la atracción. Por eso prefiero ir a los parques de atracciones convencionales en lugar de montarme en las atracciones de este tipo de eventos.

Hay una cosa que quiero destacar en cuanto al medio de pago de la comida y las atracciones. No podéis pagar ni con dinero en efectivo ni con tarjeta de crédito. Y no, no son gratis. Lo que tenéis que hacer es ir a un puesto de fichas que hay en la entrada y cambiar el dinero que vayáis a gastar por esas fichas. Los precios que veáis, será la cantidad de fichas que tendréis que dar.

Una pequeña conclusión

Asistir a la celebración del Oktoberfest siempre es sinónimo de diversión. Si tenéis raíces alemanas, el Oktoberfest es una gran celebración para vosotros. Cuando fui al Oktoberfest de Cincinnati, me sorprendí gratamente de la cantidad de alemanes que había. Además, otro punto positivo es que pude practicar el alemán cuando pedí la comida y la bebida.

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