Volcán Etna y noche en taormina

Gracias a un amigo italiano pude ir a visitar el volcán Etna. Estuvimos alrededor de una hora subiéndolo en auto. Fuimos cuando había nieve todavía, pude ver los restos de lava del volcán negros, pudimos recorrer el bosque del volcán y ver el atardecer desde allá. También vimos una boca cerrada del volcán, la cual del tanto viento que hacía no me anime a subir hasta tan alto. De verdad nunca había vivido un viento tan fuerte que me haya hecho sentir el miedo que esta vez tuve.
Almorzamos en el volcán y merendamos en un bar cerca de la boca del volcán cerrada. En ese bar probé el mejor chocolate caliente de toda Italia. Estaba sorprendida y maravillada que existiera ese tipo de chocolate caliente. Era tan espeso y con un sabor tan contundente que me hizo tener ganas de volver al volcán Etna solo para volver a probarlo. He intentado encontrar otro igual en Italia pero verdaderamente no he podido.

Ya viniéndose la noche decidimos irnos del Etna y volver para Messina. Mi amigo me iba a alcanzar hasta el campus en auto. Pero como Taormina nos quedaba de paso y yo recién había llegado a Italia. Decidió hacérmelo conocer antes de llegar a Messina. 

Conocer Taormina de noche fue lo más lindo e único. De otra forma no lo podría haber conocido de noche ya que al estar cerca de Messina lo que podríamos hacer es ir y volver en el mismo día para no pagar alojamiento. Pero eso implica tener que volver temprano para poder tomar el último bus que nos deja en el campus y no tener que subir toda vía Annunziata caminando, lo que implicaría no poder ver Taormina de noche si no pagas alojamiento para quedarte una noche al menos.

De Taormina conocí ese día (digo ese día porque luego volví con más amigos en tren) el duomo de afuera y toda la ciudad, que no es demasiado grande. Lo que me quedaron ganas ese día de ver fue el jardín estatal de Taormina, que mi amigo me había dicho que era muy lindo y que tenía que ir otro día de día a verlo, ya que luego de la puesta del sol cerraba.

La pasé muy bien, además hicimos todo este viaje con el perro de mi amigo Alessandro.

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