¡Huele a lluvia, a comida y a libros!

“Vete a Sicilia que hace bueno siempre”  “Vas a volver negra” “Lleva solo ropa de verano que hace caloh” y así, mil frases más elogiando el buen tiempo de Sicilia. 

Pues desde que llevo aquí me he visto en la vía Etnea inundada hasta las rodillas tantas veces que ya ni me asombra. Un día más estoy en el maravilloso transporte urbano de Catania (eso de maravilloso es porque funciona a su propio ritmo) refugiada de las tormentas sicilianas que avecinan la llegada del otoño. 

Vengo del Eurospin el gran invento para el estudiante arruinado. He hecho la compra para dos semanas con unos 20€. 

[hasta descubrirlo, simply market me devoró la cartera unas cuantas semanas] 

También hay que decir que el mejor invento cataniense (no se realmente su procedencia) es el mercadillo de fera o luni. 

En pleno corazón de la ciudad la gente se amontona entre los estrechos puestos para comprar desde 1kilo a 1 euro cualquier hortaliza o fruta que puedas imaginar hasta ropa de Luis Vuitton o gucci. 

La ropa, ya nada de comprarla en tiendas físicas cuando puedes encontrar un pantalón de Zara temporada pasada y con etiqueta a 5€. 

Y ahora me pongo rumbo a casa para estudiar. Porque sí, los erasmus también estudiamos. Aunque hay mitos de que los aprobados se regalan, se quedan en eso. Mitos. 

La mayor desgracia del estudiante erasmus es la asistencia. Ese maldito papel que hay que rellenar con el garabato del docente para que te abran la puerta al infierno: los exámenes post-navidad. 

Si no cumples con el porcentaje de la asistencia podrás saludar desde lejos el aprobado pero nunca llegar a el. Nisiquiera a la posibilidad de intentar conseguirlo. 

Así que, muchas veces nos encontramos en clase sin entender ni pizca de la materia que están impartiendo solo por conseguir el tan adorado autógrafo. 

Estudio giurizprudenza, y soy tan afortunada (ironía) que mi carrera se reparte en dos edificios. De tal manera, que mi día estudiantil se basa en andar de un lado a otro, tanto por la mañana como por la tarde. 

Si nos centramos en las asignaturas. Bueno. Me ha costado un mes tener mi schedule definitiva, y aún me quedan unos días para tener el learning aprobado. Hay que remarcar que estamos a mitad de noviembre. También que las clases aquí comienzan a mitad de octubre y finalizan, por lo general, en Navidad. 

Los exámenes suelen ser orales. Una idea brillante si empatizamos con el docente y su labor de descifrar nuestros jeroglíficos. Si nos centramos en el alumno, algo fácil para los hablantes de las lenguas romances pero realmente jodido para los demás por la exigencia del idioma. 

Pero, ¡no perdamos las esperanzas!