Escapada a la Costa Azul

Salimos en coche hacia Cannes desde Savona, tardamos dos horas en llegar. Sobre las 11 h hicimos el registro de entrada en el hotel, e inmediatamente después nos dirigimos al puerto para coger el barco que nos llevaba a isla Santa Margarita. Esta isla forma parte del archipiélago de las islas Lérins; 4 islas situadas frente a la costa de Cannes. Las más grandes son isla Santa Margarita e isla Santo Honorato. En la primera que visitamos, la más grande, hay varios restaurantes cercanos al embarcadero y una bonita laguna donde observar pájaros. En la segunda, un poco más pequeña, hay un monasterio cuyos monjes producen vino. Puedes ir a probarlo o simplemente pasarte por la iglesia.

El precio de ida y vuelta fue de unos 14 €, y el trayecto duró unos 15 minutos. Para recorrerse toda isla Margarita es necesario un día entero. La isla cuenta con numerosas mesas tanto de madera como de piedra donde poder hacer pícnic. Está permitido el baño en las pequeñas calas que bordean la isla. Sus pequeñas playas están repletas de posidonia, una planta marina que arrastran la marea y que forma una especie de camino en la orilla. No es muy agradable echarse cerca o encima de la posidonia, así que os aconsejo que busquéis un hueco llano entre las rocas donde poner la toalla. En algunos puntos de la isla, los árboles no son muy grandes, ya que tuvieron que ser replantados tras llevarse los anteriores la marea. La isla es un paraje natural que no se ha visto afectado por la mano del hombre. ¡En lo alto de un fuerte se puede ver la última prisión de El hombre de la máscara de hierro! Es mejor no entrar ni en los restaurantes ni en los establecimientos que hay a los pies del fuerte, son carísimos... Por un plato de pasta, te cobran 85 €, y por un café, 7 €. ¡Incluso por una tumbona en primera línea te sablan 100 €!

Sin embargo, cerca del embarcadero, hay un bar y una bocatería con precios normales. Yo me compraría un buen bocadillo en Cannes para comérmelo tranquilamente en la isla. Cuando nosotros fuimos, hacía mucho viento, pero el cielo estaba despejado y el mar increíble, ¡el agua cristalina! Pese al viento, que nos volaba las toallas, nos dimos un baño y tomamos el sol en las rocas.

Sobre las 17 h, mientras regresábamos a Cannes, vimos las acrobacias de quienes hacían kitesurfing.

Ya en el hotel nos preparamos para salir por la noche. Fuimos a cenar al Brun, donde poder disfrutar de las mariscadas y crudités. Es uno de los mejores locales de Cannes. ¡Las ostras y las cigalas estaban deliciosas! Pedimos el Assortiment Royal, ¡incluye un cangrejo entero!

Al día siguiente, después de desayunar en un local llamado Marcellino, donde preparaban unos dulces y unos panes riquísimos, fuimos al mercado que ponen todos los días. Allí encontramos maquillaje de Chanel por 5 €; me compré un brillo de labios y un lápiz de ojos, así como vestidos de Liu Jo por 30 €, ¡monísimos! Para los hombres, había camisas y trajes de marca. ¡Un mercado sin apenas productos chinos! Más tarde nos dimos una vuelta por las calles principales, que estaban repletas de las tiendas más lujosas, tan bonitas como caras.

Cuando terminamos de hacer las compras, fuimos a Eze, un precioso pueblecito medieval situado en lo alto, en los alrededores de Niza. Los pequeños negocios y las galerías de arte hacen que el pueblo conserve su encanto antiguo. Los hoteles de 5 estrellas, tan caros como lujosos, se mimetizan con el ambiente. Entre ellos, podréis encontrar el Château Eza y La Chève d'Or. Quizá valga la pena tomarse algo solo por ver las vistas maravillosas que ofrecen. La ermita y el Jardín Botánico son parada obligatoria. Entrar al jardín cuesta 6 €, 3, 5 € para los estudiantes. Es un lugar grande, bonito y muy bien cuidado, adornado con estatuas de mujeres bellísimas. Reúne la flora exótica y la mediterránea. Cuenta con una terraza junto a un lago donde descansar sobre tumbonas de madera.

Desde la cima del pueblo, en la antigua base militar, se tienen unas impresionantes vistas de Cap Ferrat, Villefranche y Nizza, y de Turbie al este.

Por la tarde noche nos dirigimos a Niza. Allí nos tomamos algo rápido en la placeta que hay frente al tribunal y luego cenamos mejillones hasta reventar en el Mercado de las Flores. Después de cenar nos dimos un capricho en Haagen Dazs: ¡un helado supercalórico y una crepe por 12 €! Tras una darnos una vuelta por el centro de Niza para bajar la cena, volvimos a casa.

¿Estáis en la Costa Azul y os gusta el cine? ¿Por qué no os pasáis por el Festival de Cannes? En este artículo encontraréis toda la información necesaria sobre la 72. ª edición de este famoso evento.