Vacaciones en Sardegna Parte V: el centro de Cagliari y el regreso a Florencia

Vacaciones en Sardegna Parte V:  el centro de Cagliari y el regreso a Florencia

¡Hola a todos espero que cada uno de ustedes se encuentre muy bien! En este post les quiero contar mi último artículo sobre mi viaje a Cagliari y a la isla de  Cerdeña, viaje que pude realizarlo en octubre 2018. Durante una semana ¡es el momento de la despedida! 

Las mañanas cerca de Quatu du Santa Elena

El lugar donde pude alquilar un Airbnb era un departamento que se encuentra en la zona llamada Quartu du Santa Elena, para poder llegar aquí desde Cagliari tenía que tomar un bus, Quartu du Santa Elena es una zona bastante tranquila hay algunas iglesias que se pueden encontrar alrededor de ella, tiene también algunas pizzerías que no costaban mucho por ejemplo cerca a una de sus plazas principales encontré un negocio por menos de 3 euros podía tener una pizza margherita entera.

La ciudad de Cagliari a pesar de encontrarse en la temporada de otoño tenñia un clima bastante agradable como si fuera aún verano: 

En cuanto respecta a los negocios de supermercados, las opciones eran regulares comparado con los precios que podía ver en Firenze, yo podría decir que aquí algunas cosas costaban un poco más de lo que cuesta en la ciudad Toscana, de todas maneras yo compré algunas cosas para tomar mi desayuno en casa tales como yogurt, cereal y panes integrales.  Como les conté anteriormente a pesar de ser la temporada de invierno, me encontré con mucha suerte ya que el clima era bastante agradable.

La ventaja de todas estas cosas era que la zona se encontraba como a unos 20 minutos  caminando para llegar a la playa de Poetto,  de paso también podía encontrarme en medio de dicho camino con los flamencos, recomiendo poder hacer una pausa en ella para poder disfrutar de la belleza de este lugar.

Momento de pasear por Cagliari

Una de mis principales motivaciones de visitar Cagliari en el medio día era poder ir al lugar que uno de mis compañeros de trabajo me comento que debía visitar estando en el centro de la ciudad,  me contó que lo encontró de casualidad cuando estuvo recorriendo el centro y que una de los platos que más les gusto fue un plato de spaghetti con huevera de pescado.   Este local tenía el nombre de  Lillicu  de hecho más que un restaurante era una trattoria de comida casera Sarda.

Alisté mis cosas para poder empezar mi recorrido rumbo a Cagliari, caminé hasta el paradero que se encontraba muy cerca de donde se encontraban los flamencos para poder ir a la ciudad, el recorrido ya me lo sabía de memoria, de hecho así no lo supiera; el último paradero era donde me debía de bajar para llegar al corazón de Cagliari.

Para poder guiarme revise mi celular con el mapa, desde allí me pude dar cuenta que la distancia de la trattoria no era tanto, más o menos me demoró en llegar unos 15 minutos andando a un ritmo lento para poder estar relajado mientras a lo largo de este recorrido podía ver a las demás personas que ofrecían también la carta de sus restaurante para que puedan ingresar a ellos a degustar de sus delicias Sardas.

En esta fotografía les quiero compartir algunas de las calles que se encuentran en el centro de Cagliari: 

La experiencia de comer en Lillicu

Al llegar al restaurante trattoria de Lillicu, me acerque a la mesa de la caja para que me pudieran dar alguna mesa disponible a pesar de estar en la hora pico de atención para mi buena suerte  había una pequeña mesa disponible, allí entonces me dieron el menú para que lo pueda revisar sin embargo yo ya tenía, gracias al consejo que recibí de mi amigo que tipo de comida era la que quería probar en mi visita al Lillicu.

Esperé unos minutos para cuando el mozo se me acercó para tomar mi pedido, lo que pedí para beber fue una copa de vino blanco,yo ya tengo casi tres años de tener una vida sin alcohol pero visto que me encontré de vacaciones y en plan relax quise hacer una excepción para poder brindar solo con un copa de vino blanco,  mi pedido fue entonces el vino junto con el spaghetti de huevera.

Aquí en esta fotografía les puedo compartir el plato que pude degustar aquel día en la trattoria Lillicu: 

Mientras esperaba que llegase mi pedido me pude dar cuenta que la señal de internet no llegaba al restaurante, seguramente se debe a que el local es antiguo,  el techo tenía la forma como si fuera una especie de bóveda, en algún momento quería tomar fotos del interior del restaurante sin embargo al encontrarse personas a mi alrededor y estando yo solo en mi mesa, creí conveniente no incomodar a los demás comensales y lo único que llegue a tomar fotos fue a mi plato principal.

Otra de las cosas que también les quiero mencionar, es que mientras estuve esperando el plato principal en el restaurante me entregaron una bandeja de panes con olio de cortesía, cuando llego el momento de poder empezar a probar mi plato junto con el vino, empecé a tomar una sencilla foto y después guarde la cámara para no hacer notar mi presencia de visitante en el local, el spaghetti con la huevera tenía un sabor particular  de hecho a pesar de sus sencillez nunca antes había comido algo así en Italia, las opciones de este restaurante eran de verdaderos platos Sardos hechos de la isla y con un precio que no sobrepasaba los 15 euros junto con la copa de vino, precios que consideré accesibles para  Cagliari.

No podría dar una referencia general de la comida de esta trattoria ya que solo el plato que menciono aquí es el que pude comer pero podría de todas maneras darle una puntuación de 7 sobre 10, no le doy un 10 completo ya que en mi opinión la huevera tenía un sabor rico pero pienso que si hubiera tenido un poquito más de condimento hubiera sido mucho mejor.

Ya con la barriga llena y el corazón contento, es que salí del restaurante para poder recorrer los ambientes de Cagliari, ya que la primera vez que lo hice fue durante la noche, ahora podía apreciar la ciudad con la luz de la tarde y el clima agradable junto con la brisa del mar que llegaba cada vez que iba más alto, pues Cagliari es una ciudad de tantas subidas.

Recorriendo Cagliari

No sé si han llegado a visitar Napoli, se los comentó porque muchas de las calles que empecé a recorrer en Cagliari me recordaron cuando estuve de visita en Cagliari, una decoración colorida como parte de la mayoría de pueblos italianos junto con sus plantas decorativas, sin embargo algo que encontraba muy similar a Napoli era que muchos de los pasajes no tenían más salidas eran como pequeños cuadrados que uno podía ir encontrando donde las personas podían sentarse a tomar un café, esto lo vi básicamente cerca de la trattoria de Lillicu, ya que dicha zona esta con muchas opciones para comer tanto de vista interna como de mesas y sillas en las callecitas.

La ciudad de Cagliari tiene muchas subidas esto era una de las cosas que más me agradaba ya que de esta manera podía contemplar una vista privilegiada de la ciudad, algo que también me llamó la atención era que podía encontrarme con algunos arboles que me detenían para que me quedará en algunas de ella al pie de sus troncos para sentir el aire fresco de la zona.

Momento de perderse por las calles

Recorriendo las calles de Cagliari pude disfrutar de una excelente excursión por muchos monumentos, mayormente cuando llego a una ciudad lo que hago es perderme caminando sin ver un lugar en especifico haciendo que la casualidad de la vida me lleve a esos tesoros escondidos que puedo encontrar, y fue así ya que encontré una iglesia  de belleza particular que me recordó una de las tantas Iglesias que también tenemos en el centro de Lima, que es mi ciudad, allí quería tomarme un par de fotos con la fachada pero las personas que se encontraban allí quienes eran básicamente también visitantes no me lo permitieron, así que solo me conforme para tomar una foto a la fachada y continuar mi camino en ascenso dentro de la ciudad.

Cagliari lucia de manera diferente durante la tarde, era una ciudad colorida con pasajes estrechos y anchos, algunas de las calles me recordaron la primera noche que estuve por aquí cuando hubo la presentación de artistas callejeros en la noche de hecho creo que uno de los monumentos que pude pasar por ese día fue lo que se conoce como una biblioteca.

Vista de las calles que se pueden recorrer en Cagliari las cuales son en subidas mayoritariamente: 

La vista que se tiene desde la parte semi alta mirando el descenso de Cagliari desde el corazón de su centro también es una de las cosas que sugiero poder hacer mientras se este de visita en este lugar, algo que van a notar con facilidad es que hay muchos autos estacionados a lo largo de las calles de Cagliari, de hecho yo podría decir que es muy complicado que alguno pueda venir manejando bicicleta por el centro ya que tiene muchas subidas, no es plana por ejemplo como otras ciudad tales como  Rímini, o Florencia  donde he vivido con la bicicleta siempre. Sin embargo el hecho de caminar por su centro  era parte encontrar muchos restaurantes, tiendas de todo tipo, heladerías y tiendas de comida extranjera.

Por algunas calles que recorrí a pesar de ser colorida y con muchas tiendas, me sorprendía encontrar que muchas de ellas se encontraban cerradas, quizás sea porque era la hora del descanso que usualmente se prolonga hasta las 16:00 dependiendo de la ciudad italiana en la que uno se encuentre.

Recorrí algunos jardines del centro para cuando me di cuenta que ya era el momento de regresar a Quartu du Santa Elena, pero antes de ello quería hacer una parada el mar que me acogió durante todo este tiempo: Poetto

Regresando a la playa

El camino esta vez fue más sencillo, solamente tenía que ir en descenso hasta llegar a la plaza donde se encuentra la estación de trenes, donde también esta el paradero de buses, desde allí entonces subí para empezar mi retorno a Poetto, el pasaje del bus lo compré anteriormente en una Tabaccheria, el único consejo que les puedo dar respecto a ello es que cuando suban deben de convalidar el billete para en caso suba algún controlador no les ponga una multa.

Vista de mi último recorrido por la playa de Poetto, la cual es la playa más cercana que se pueden encontrar en Cagliari, esta vista es la que se puede tener desde la zona del ingreso de Quartu du Santa Elena, muy cerca de donde también pueden encontrar los flamencos: 

Me baje antes del paradero de Quartu du Santa Elena, para caminar por la playa de Poetto,  el clima a pesar ya las tres de la tarde era aún agradable al ser este un día de semana tenía mucha suerte de encontrar el corredor de la playa prácticamente sin otras personas, desde allí caminando me quedé contemplando el mar, caminado por el borde de las olas con los pies descalzos.

Atardecer que pude apreciar en la última puesta de sol que disfrute de Cerdeña, pareciera que fuera el mar, pero no, esta foto pertenece  a lo que sería las salinas donde se encuentran los flamencos de esta reserva natural que tiene la isla y que deben de visitarlo en su paso por aqui: 

Seguidamente antes de que cayera la puesta se sol me despedí por la zona donde estaban las salinas con los flamencos, allí me quedé mirando el atardecer y ese fue uno de los recuerdos más agradables que haya podido obtener de mi recorrido en la isla, esta era la naturaleza que tanto estaba buscando, podía decir entonces ¡tarea cumplida! Baterías recargadas para regresar al día siguiente a Florencia a continuar con mi vida de trabajo.

Vista del atardecer la isla con las montañas que se encuentran a lo lejos: 

Últimos momentos en Cerdeña, regreso a Florencia

El último día prácticamente solo lo que hice fue descansar en la casa además de empacar mis cosas que no eran muchas, después me despedí del chico que me había dado el Airbnb para seguidamente tomar un bus hasta el centro de Cagliari, para después tomar el tren rumbo al aeropuerto que si más no lo recuerdo eran como 3 paradas después del centro en el tren.

Al ser un vuelo domestico el vuelo de Cagliari al Aerpuerto de Pisa  fue sin ningún contratiempo, la única cosa que me preocupaba era como llegar a la medianoche del Aeropuerto de Pisa a Florencia,  cuando baje del avión para mi buena suerte había un bus que te llevaba de manera directa hasta el centro de Florencia, el costó era menos de 15 euros así que en un tiempo de casi una hora y media ya me encontraba en Florencia para después irme con la mobike (unas bicicletas de aplicación de la ciudad) hasta la zona donde vivo que se llama Le Cure.

Así entonces terminó mi recorrido en  Cerdeña y en los lugares que pude conocer en este viaje que quedo grabado en mi corazón como uno de los mejores del año 2018.

¡Muchas gracias por haber leído este post! Y  les deseo a cada uno de ustedes un día maravilloso.

¡Hasta la pròxima! 

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