Día en la playa

El jueves, Claire, Kath, Alice y yo decidimos pasar el día en la playa de nuestra ciudad, La Caleta. Llegamos sobre las 11:30 de la mañana y ya estaba abarrotada de gente. Todo el mundo parecía tener sus propias sillas y parasoles y nosotras compramos unas en cuanto encontramos el lugar donde las vendían. Sin embargo, decidimos alquilar una hamaca y un parasol por solo 5 euros al día, ya que tampoco teníamos toallas. Las hamacas resultaron ser una inversión que valió la pena ya que estuvimos holgazaneando todo el día hasta las 18:30 de la tarde. Leímos libros. Kath tenía algunos folletos turísticos de Cádiz y Andalucía y tanto ella como Claire los estuvieron hojeando para decidir que deberíamos poner en la lista de cosas que hacer durante el año. De vez en cuando, nos metíamos en el agua para refrescarnos; el tiempo estaba genial, el cielo azul, ¡era fantástico!

A pesar de haber tenido mucho cuidado con la crema solar, empecé a ponerme un poco roja así que volví a añadir crema solar en mi lista de la compra. Llegamos a casa para ducharnos y quedar después para tomar unas copas. Lo creáis o no, nos recogimos temprano a pesar de no haber hecho nada en todo el día. ¡Solo pasar el día en la playa es agotador! Claire y Kath hicieron grandes progresos para encontrar pisos, ya habían hecho varias listas así que confiaban en encontrar un piso antes de que su tiempo en la pensión acabara.

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