Burdeos, Nantes, Arcachón

Como ya he dicho, mayo fue el mes de los exámenes y el mes de los viajes al mismo tiempo. Primero me fui a Portugal durante una semana entera y después de mis exámenes, me fui a Barcelona (tres días), París (un día) y al sur de Francia (tres días). Empezamos a planear el viaje a Burdeos justo después del viaje Lyon-Marsella con mis amigos. Por desgracia, no encontramos ninguna fecha común, así que decidimos ir sólo con Katarina, Bruno y Joshue. Se suponía que este viaje iba a ser de aventuras también, sin dormir y viajando mucho en autobús. El precio de este viaje fue increíble. De París a Burdeos pagamos sólo 5 euros, de Burdeos a Nantes, 9 euros y de Nantes a París ¡sólo un euro!

Tres días antes del viaje, Katarina me envió un mensaje: «Hola Barbara, lo siento mucho pero no puedo, no voy a ir al viaje». Al principio me sorprendí y le contesté algo así como si lo decía en serio, pero después de calmarme decidí no estar molesto ni enfadado. Esa es una de las cosas que aprendí en esta experiencia, a estar relajado. No tiene sentido estar enfadado todo el tiempo y es normal que las cosas no siempre salgan como se habían planeado. Siempre fui el tipo de persona que odiaba cuando alguien decía algo y, después, cambiaba a pesar de que ya estábamos de acuerdo. Ahora estoy intentando no depender de nadie y sé que todo puede cambiar fácilmente. Con suerte, seguirá así... ¿Y qué? Me iré de viaje solo con chicos y será divertido de todas formas. Fue una pena que Katarina no pudiera venir porque se suponía que era nuestro último viaje. Por otra parte, me reuniré con ella en la República Checa a principios de julio. Nuestro grupo se desmoronó cuando Joshue me escribió diciendo que perdió el autobús a París. No tenía Internet en París, así que no conocía todos los detalles, pero al final se las arregló para estar en París de alguna manera y nos dispusimos a marchar.

Nuestro plan

Después del viaje a París, tenía que encontrarme con el resto de mi grupo en la estación de Bercy y el autobús salió a las 00:15. Fue muy conveniente porque el viaje nos llevó 8 horas (suficiente tiempo para dormir) y la madrugada fue el momento perfecto para dormir en el autobús. Ni siquiera me di cuenta de que estaba viajando en autobús porque me quedé dormido con facilidad (también porque estaba súper cansado después de Barcelona y París) y me desperté ya en Burdeos a las 8:00. Cuando llegamos me pregunté quién me había recomendado esta ciudad. El tiempo era horrible, comparado con el de Barcelona. Estuvo lloviendo todo el día. Joshué tuvo muchos problemas con sus zapatos porque se mojaron el primer día y durante el resto del viaje caminó con chanclas, y el último día tuvo que comprar unas nuevas. Este día, por suerte, reservamos alojamiento. Cuando creía que Katarina venía, encontré una opción que no era muy barata: 20 euros por persona y por noche. No obstante, cuando canceló el viaje, hice una nueva búsqueda y encontré alojamiento a muy buen precio en Booking. Después de una mala experiencia con Airbnb en Lisboa y Madrid, fue la única opción para mí. Reservé toda la habitación para tres personas por solo 37 euros. Estaba a 3 kilómetros del centro de la ciudad y teníamos un baño y un aseo fuera de la habitación. Las opiniones en Internet eran contradictorias. Alguien escribió que era un buen alojamiento por el precio que pagaron y alguien escribió que no volvería a quedarse en ese sitio. Y por eso me esperaba lo peor. En realidad, fue la primera vez que vi un hotel de una estrella.

La información sobre la distancia desde el centro de la ciudad era correcta. Tuvimos que caminar mucho para llegar al alojamiento. Cuando entramos en el hotel nos sorprendimos. La mujer que estaba en la recepción fue muy amable, excepto por el hecho de que no me permitió dejar mi mochila en el hotel al día siguiente, a pesar de que tenían al menos dos anuncios en el hotel sobre la posibilidad de dejar el equipaje allí. Teníamos una habitación muy bonita y todo estaba limpio. Decidimos desayunar allí también. No me gustó que sólo tuvieran comida dulce y nada de fiambre o queso.

Como el tiempo era horrible ese día, fuimos al centro de la ciudad alrededor de las 15:00. No encontré ninguna excursión a pie, así que fuimos a la oficina de turismo e hicimos nuestra propia excursión a pie. Burdeos era una ciudad bonita pero, en mi opinión, no es para tanto. Por desgracia, llegamos tarde a la torre y ni siquiera pudimos subir.

Cenamos kebab y nos fuimos a dormir temprano. Estaba tan cansado que ni siquiera pude terminar la película «Ted» y dormí nueve horas (me vino bien después de haber dormido solo dos horas en Barcelona la noche anterior). Al día siguiente queríamos visitar Arcachón y la Duna de Pilat. Duna de Pilat es el lugar con la duna más alta de Europa. Nos enteramos de que el billete de ida y vuelta en tren costaba 24 euros. Intentamos encontrar un Blablacar y ¡tuvimos mucha suerte! El conductor nos llevó directamente a la Duna y también nos llevó de vuelta a Burdeos a las 17:00. Además, nos permitió dejar nuestras mochilas en el coche, lo que fue muy conveniente debido a la escalada a las dunas. El tiempo era agradable por fin.

Me gustó mucho el lugar con arena. No esperaba acabar tan cansado después de escalar. Teníamos unas vistas muy bonitas del mar y fue algo muy especial. Hicimos muchas fotos y caminamos mucho. Estaba muy cansado después de todo esto.

Más tarde cogimos un autobús a Arcachón. Era una ciudad pequeña y elegante donde había un montón de casas hermosas y caras. Probablemente es una zona para gente rica. Caminamos hasta la playa y pude imaginarme pasando unas vacaciones muy divertidas allí.

Desafortunadamente, en mayo la temperatura era demasiado baja para nadar allí. Joshue cogió un cangrejo entre sus manos.

Volvimos a Burdeos alrededor de las 18:00. Al final, compramos cervezas y bebimos un poco porque llegó una parte difícil de nuestro viaje. Tuvimos que mantenernos despiertos hasta la una de la madrugada y coger el autobús a Nantes. Estábamos sentados junto a la Place Bourse, donde hay un famoso edificio que se refleja en el suelo como un espejo. Me lo pasé muy bien allí porque empezamos a hablar de todas las cosas personales y de las experiencias que habíamos vivido durante nuestro intercambio en Lila.

Fue una gran novedad para mí porque, aunque ya había pasado algún tiempo con Bruno en Lyon, Marsella y muchas noches en Lila, durante este viaje cogí más confianza con él y tuvimos tiempo suficiente para hablar de todo. Por lo tanto, fue triste despedirse de él al final del viaje. De todos modos, vive en Europa, así que no debería ser difícil quedar con él. Después de coger el autobús, dormimos en él durante 4 horas y llegamos a Nantes a las 5:30.

Cuando planeamos el viaje, dije: «No pasa nada por llegar a Nantes a las 5:00, podemos encontrar una cafetería y después tenemos todo el día para explorar Nantes». No fue así. Estaba realmente cansado cuando llegamos. Me estaba congelando y todo estaba cerrado. En el mapa, encontramos un Starbucks que abría a las 7:00 y que estaba a sólo una hora caminando de la estación. Seguramente, yo no era el único cansado porque cuando Joshue intentó encontrar el café en el mapa, lo puso en el mapa de Cannes y buscó la cafetería en una ciudad diferente. No podía creerlo, pero al menos algo me hizo reír esa mañana.

En realidad, es lo único de lo que me arrepiento: no ir a Cannes, Niza o St Tropez. Se supone que es la mejor parte de Francia. Por desgracia, me di cuenta cuando ya había planeado todos mis viajes y era demasiado tarde. Desde Lila o París, es bastante fácil llegar allí, pero desde la República Checa, no. Espero tener otra oportunidad de ir pronto porque realmente tengo muchas ganas.

Empezamos a caminar hacia Starbucks y decidí callarme porque quería demasiadas cosas: café, cama, ducha, baño, calor y nada de esto era posible a las 6:00. Cuando finalmente encontramos Starbucks estaba cerrado y el otro abrió a las 8:00. Como recompensa, me tomé un gran café con un croissant (de nuevo cometieron un error con mi nombre y escribieron Barbara en lugar de Barbarka). Pasamos mucho tiempo allí y después nos llevamos un mapa al centro de información e hicimos un pequeño recorrido por la ciudad. Yo prefiero Burdeos a Nantes, pero las dos ciudades son más bonitas que Lila. Lo que pasa es que me encanta Lila por toda la experiencia y los momentos que pasé allí con gente increíble.

Para comer, elegimos una comida normal en un restaurante normal. Me alegró probar una comida nueva llamada musaka y el típico postre francés, créme brullée. La musaka estaba deliciosa, ya que era similar a la lasaña, pero sin pasta de lasaña. El postre también estuvo delicioso.

Durante este viaje, volví a hablar un poco de francés, lo cual mola. Cogimos nuestro autobús a París a las 16:00 y terminamos en Lila a eso de las 2:00. Tenía muchas ganas de dormir en el autobús durante todo el viaje. Aunque no podía dormir. Tal vez porque todo el intercambio tuvo una gran influencia en mí, pasé todo el tiempo pensando en todo lo que pasó y y sabía que cuando llegáramos a Lila sería mi último día allí. No quería admitirlo y no estaba preparado para ello.

Burdeos, Arcachón y Nantes eran ciudades muy bonitas y fue un placer verlas junto a ellos. Puedo decir que nos divertimos mucho allí.