Viaje de un día por el sudeste de Bulgaria
Este verano decidí pasar más tiempo explorando los bonitos paisajes y lugares históricos de mi país. Tuve la suerte de disponer del tiempo y los recursos para hacerlo, así como el apoyo de mis maravillosos amigos. De modo que decidimos explorar el sur de Bulgaria, concretamente la antigua ciudad de Perperikon, una formación geológica llamada la Boda Petrificada (Вкаменената сватба, the Petrified Wedding en inglés) y el antiguo pueblo de Tatul. Sé que pueden parecer muchos monumentos para visitar en un día, pero, confía en mi, están bastante cerca entre ellos, así que no tardamos mucho en ir de un sitio al otro.
A lo que vamos, el sudeste de Bulgaria es famoso por sus bonitos paisajes, especialmente en las Montañas Ródope y en las antiguas ciudades tracias que se pueden encontrar por todo la zona. Esta parte de Bulgaria es una de las mejores para visitar en nuestro país y además es mi preferida. Tiene un clima muy suave, lo que permite disfrutar de sus inviernos templados y viajar por los alrededores. También es famosa por las exquisitas bodegas que se pueden encontrar por todas partes y sus productos agrícolas de gran calidad. Es, verdaderamente, una zona que tiene mucho que ofrecer a los visitantes.
Sin embargo, recomendaría tener cuidado con el sol, ya que es bastante abrasador. Por eso, lo mejor es llevarse protector solar, mucha agua y un gorro para evitar dolores de cabeza. Además, si vas en primavera o verano, lleva ropa ligera porque el calor es insoportable.
Como los padres de mi amigo vivían en Krumovgrad, una pequeña ciudad cercana a los monumentos que queríamos ver, decidimos ir hasta allí en bus desde Sofía. El billete nos costó unos veinte leva búlgaros y el viaje fue de unas seis horas (un viaje agotador, en mi opinión). Sin embargo, al final valió la pena, así que no me importo viajar tantas horas. Pasamos la noche en la ciudad y, al día siguiente, nos fuimos para empezar el primer día de viaje por el sudeste de Bulgaria.
El pueblo tracio de Tatul
Comenzamos nuestro viaje yendo, en primer lugar, al pueblo tracio de Tatul, que estaba muy cerca de la ciudad natal de mi amigo. Al llegar tuvimos que pagar una cuota de entrada de unos 3 leva (o 1,50 euros).
El pueblo tracio de Tatul es muy antiguo que se remonta al siglo XIV a. C. La gente de la antigüedad que iba allí a rezar al Dios del Sol lo consideraba un lugar sagrado.
A la entrada del antiguo pueblo tracio encontramos grandes edificios que han sobrevivido desde su construcción durante la Edad Antigua. La mayoría de ellos eran templos que la gente del pasado utilizaba para sacrificios y para rezar a sus preciados dioses, principalmente, al Dios del Sol. Sin embargo, hubo algunos terremotos que destruyeron la mayoría de los templos situados en la cima de la colina.
Entre todos estos templos también encontramos varios sarcófagos, uno de ellos perteneciente a Orfeo, un conocido poeta de la antigüedad y músico de esta zona. La leyenda cuenta que vivía en esta zona hace mucho tiempo y tocaba música que hacía bailar hasta a los animales y los árboles. Pero, cuando unas víboras mataron a su mujer, empezó a tocar la canción más triste e incluso fue al inframundo para traerla de vuelta.
Según la leyenda hizo un trato con Hades, el dios del inframundo, para devolver a su mujer al mundo de los vivos. Sin embargo, había una condición. Orfeo no podía darse la vuelta para mirar a su mujer para comprobar que estuviera bien, sino que debía dirigirse a la salida directamente. Sin embargo, cuando estaba exactamente en el fin del inframundo se dio la vuelta y ella regresó al inframundo para siempre. Es una leyenda bastante triste, pero casi todo el mundo la conoce. Después de eso, Orfeo sólo rezaba al Dios de Sol. Por eso le enterraron en la cima de la colina, para que estuviera más cerca de Apolo. Junto a Orfeo está enterrado el famoso Rey Reso de Tracia, que luchó en la Guerra de Troya hace mucho tiempo.
Todos los sarcófagos que se encuentran en la cima de la colina pertenecieron a importantes reyes y héroes de la antigüedad. Para llegar al sarcófago de Orfeo hay que subir mucho pero las vistas al llegar son fascinantes. No hay duda de por qué los antiguos tracios construyeron este conjunto de templos aquí.
La Boda Petrificada (The Petrified Wedding)
Después del pueblo tracio de Tatul nos dirigimos a otro famoso paraje natural situado a sólo media hora de nuestra primera parada: La llamada Boda Petrificada. No hay nada histórico en el paraje, ya que se trata de una simple formación geológica que emergió hace más de 40 000 millones de años.
Al llegar, tuvimos que parar junto a la carretera y caminar unos diez minutos para llegar a la cima de la colina. Todas las rocas son de color blanco y de un material fácilmente rompible que recuerda más a la espuma de mar congelada. No es ninguna sorpresa, ya que hace millones de años el Mar Negro se extendía hasta este mismo sitio, creando estas rocas que parecen gigantes congelados.
La Boda Petrificada está formada por dos rocas gigantes situadas cerca de la colina y muchas otras más pequeñas a su lado. Por eso los vecinos cuentan la de historia de una hermosa novia que se iba a casar con un chico de un pueblo cercano, cuyo padre le tenía envidia. Para castigarle los dioses congelaron a todas las personas que fueron a la boda. Y esa es la Boda Petrificada que podemos ver hoy en día.
La ciudad antigua de Peperikon
Al final condujimos hasta la antigua ciudad de Peperikon, situada cerca de la ciudad de Kardzhali. Hay una zona para aparcar el coche, así que fue bastante fácil encontrar un sitio y no volver a preocuparse por el coche. Justo al lado del aparcamiento hay varias tiendas de souvenirs que venden todo tipo de cosas como joyas, estatuas, rocas e imanes. Nosotros fuimos directamente a la taquilla, que era como un pequeño pabellón de camino a la ciudad antigua. Las entradas costaron seis leva o tres euros, un precio muy razonable por lo que estábamos a punto de ver.
Tuvimos que caminar unos veinte minutos hacia la cima de la colina por unas escaleras que nos llevaron a otras escaleras antiguas y de piedra abandonadas desde hace muchos años. Esas escaleras eran bastante peligrosas y un poco resbaladizas en algunos puntos, así que hay que llevar calzado adecuado para evitar caerse y hacerse daño.
Finalmente llegamos a la primera parte de la antigua ciudad, que está llena de templos, ruinas de casas y sarcófagos. Mientras paseábamos pude incluso ver un trono en el que, según el guía, la gente del pasado sentaba a la chica que escogían como la más joven y guapa. Después, le hacían beber diferentes infusiones para que cayera en un profundo trance y predijera el futuro para ellos. En la cima de la montaña se pueden ver extensos campos donde vivían los antiguos. Sólo subían a la cima para rezar al Dios del Sol. Justo en esta colina vimos el Templo de Dionisio, el dios del vino al que también rezaban en esta zona.
Subiendo por la colina vimos la siguiente parte de las ruinas enormes de un monumento megalítico de los antiguos, lo que sugiere que la gente también vivió allí en algún momento. Ahí arriba había bastante viento y sol, así que nos quemamos un poco. Por eso recomiendo ponerse protector solar y llevar mucha agua.
Mientras paseábamos encontramos otro trono en la parte más alta del conjunto de templos, situado al lado de las ruinas del antiguo palacio y del fuerte de Perperikon. Ese era el trono que formaba parte de la iglesia más antigua de Bulgaria, que se remontaba al siglo IV a. C. Según los arqueólogos la iglesia se había construido para cristianizar a los tracios, ya que la gente del Imperio Romano de esa época era cristina.
Después de pasear por la basílica subimos al fuerte por las escaleras de reciente construcción para poder ver los templos desde arriba. Sólo entonces nos dimos cuenta de lo grande que era y, además, pudimos ver otros artefactos y diferentes ruinas antiguas que no se veían al pasar caminando a su lado. Así es cómo vimos que el conjunto de templos estaba repleto de lavabos que se utilizaban para sacrificios.
Finalmente empezamos a descender desde el conjunto de templos y, por el camino, nos encontramos con otra iglesia que los arquitectos habían encontrado recientemente. Esta era bastante más grande que la otra que estaba en la cima de Perperikon, pero estaba bastante destruida y no quedaba casi nada de ella, tan sólo el suelo.
Bajando por el conjunto de templos también nos encontramos con las gigantescas palanganas que los antiguos utilizaban para acumular agua para utilizar en los sacrificios. Contaban con que el agua de la lluvia las llenara para poder llevarlas a la cima de la colina cuando la necesitaran. Casi al final del yacimiento arqueológico había muchas jarras antiguas que se utilizaban para almacenar grano y vino. Se llevaron ahí cuando la gente de los campos decidió vivir más cerca del conjunto de templos.
Por último, bajamos hacia el aparcamiento por otro camino. El trayecto nos llevó unos 20 minutos a pie. Al final había un hombre que vendía fósiles prehistóricos. Éstos se pueden encontrar por todos lados en esta zona, ya que estuvo sumergida hace millones de años. Nos resultó muy interesante verlos, así que decidimos comprar uno para cada uno.
No te puedes perder el sudeste de Bulgaria, ya que tiene muchos monumentos para visitar. En sólo un día conseguimos ver tres de ellos, pero hay muchos más y todos son fascinantes y bastante antiguos. Por eso recomendaría visitar esta zona y disfrutar del viaje en el tiempo.
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