Actividades de invierno: patinaje sobre hielo

Qué hacer en un paraíso invernal. Como ya todos sabréis, no soy precisamente la mayor fan del invierno. O sea, venga ya, un frío insoportable, tener que llevar 120 capas encima, no poder salir, y, sobre todo, estar tiritando las 24 horas del día, los siete días de la semana (bueno, al menos en mi caso). Pero hay algo que me encanta del invierno, y no, no es beber chocolate al candor de una hoguera, aunque, vaya, suena perfecto; sino las actividades de invierno. Y eso incluye, por supuesto, el patinaje sobre hielo (por cierto, estoy escribiendo todo el rato mal "patinaje", me sale "aterrizaje", no me preguntéis por qué).

Así que sí, por lo visto tuve suerte porque Budapest resulta ser la ciudad con una de las pistas de patinaje más grande en toda Europa del Este y de hecho está incluida en el ranking del top 10 de cosas que hacer durante el invierno en Europa (tuve que consultárselo a Google pero es interesante, ¿eh? ). En fin, sigamos, el lugar es increíble, mágico, nunca había conocido la verdadera maravilla del invierno hasta que fui a esta pista. Pero antes de que me ponga en modo descriptiva otra vez, centrémonos en cómo llegar.

Bien, pues la pista de patinaje se encuentra en el parque de la ciudad de Budapest, llamado Városligeti Műjégpálya en húngaro. Sí, lo sé, súper fácil de aprenderse. La dirección es exactamente: Budapest, Olof Palme stny. 5, 1146. Se puede llegar con la línea M1 del metro, o sea la línea amarilla, bajando en Hősök tere o más conocida como la Plaza de los Héroes (sobre la cual hablaré muy pronto). Yo me subí desde Oktogon y desde ahí acudí al lugar. Fue súper fácil llegar. Una vez allí solo hay que cruzar la calle y caminar por unos 3 ó 4 minutos. Al llegar quizá te encuentres con que tienes que hacer cola pero que no te amargue la tarde, la cola suele avanzar bastante rápido y en seguida estarás dentro.

Actividades de invierno: patinaje sobre hielo.

(Línea de metro M1, una de las líneas de metro más antiguas en toda Europa)

Si eres estudiante aquí en Hungría y tienes en orden tu carné de estudiante, puedes obtener un pequeño descuento para entrar. La entrada cuesta unos 1500 florines durante la semana y unos 2000 los fines de semana. Si queréis más información sobre los precios os recomiendo visitar esta página web. Ah y por cierto, abren de 9 a 14 h y después de 17 a 21 h, pero podéis consultarlo también en esa página, no vaya a ser que me vengáis después quejándoos.

Mi experiencia

No miento cuando digo que el lugar era mágico. Me encantó la experiencia, me lo pasé en grande, no sé cómo más describirlo. Al principio, cuando llegamos, estaba todo el complejo abarrotado de gente. No tuvimos que hacer cola, así que eso fue bueno al menos. Pero el lugar estaba a reventar de gente tan emocionada como nosotros. No conseguimos taquillas porque estaban todas cogidas pero dejamos los zapatos y todas nuestras cosas en el guardarropa, nos pusimos los patines y nos metimos a darle caña a la pista. Un amigo mío estaba literalmente intentando hacerme caer, además de que empezó a grabarme nada más pisar el hielo y a animarme a que me cayera. Sí, lo sé, es malvado, pero qué puedo decir, mis amigos son muy malos.

Actividades de invierno: patinaje sobre hielo.

Al principio casi no podía ni moverme. Ya había patinado antes pero fue hace ya un par de años y no me acuerdo de nada. No paraba de resbalarme pero de alguna manera al final hacía equilibrio y no me caía. Después de varios minutos dando pasitos de tortuga me atreví a deslizarme sutilmente. Eso fue justo antes de que me parara a hacer fotos en mitad de la pista, y qué pasada de fotos. Por cierto, podéis seguirme en Instagram (@sabanotsabah) y verlas. Bueno, ya paro de irme del tema y de hablar sobre mí como siempre. Vaya, que como decía, llevaba ya 20 minutos dando vueltas y dejé de parecer un pato mareado en la pista para empezar a deslizarme como toca. Me vine arriba y me sentía súper feliz y emocionada por poder patinar; y luego me perdí porque iba a mi bola totalmente. Me quedé esperándolos a un lado de la pista y ahí fue cuando mi amigo me empujó al suelo y me di en la rodilla, que la sigo teniendo amoratada y amagullada del golpe, incluso después de varios días. Que sí, que ya sé que mis amigos son perversos. Nos quedamos ahí como dos horas y decidimos irnos justo antes de que dieran las nueve de la noche. Al lado de la pista había una furgoneta de Nescafé que estaba dando muestras gratuitas, así que nos tomamos un café calentito. La mejor manera de acabar una tarde perfecta.

Actividades de invierno: patinaje sobre hielo.

Sin duda os recomiendo que vayáis a visitar la pista de hielo porque es una oportunidad que se presenta solo una vez en la vida y esta es probablemente la mejor pista de patinaje sobre hielo en la que hayas estado.

Espero que hayáis disfrutado de esta entrada y ¡poneos en contacto conmigo!

Actividades de invierno: patinaje sobre hielo.

(Pista de hielo vacía tras irnos nosotros)

¡Saludos!


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