Brujas por un día

¡Hola a todos! En el post de hoy os cuento mi visita de un día en Brujas, una ciudad de ensueño que me enamoró completamente por sus canales, sus casas, su carácter medieval y el encanto de todas las calles y rincones que hacen de Brujas una ciudad de cuento.

Hace un par de semanas, mis padres vinieron a visitarme a Amiens, mi ciudad Erasmus, y alquilamos un coche desde el aeropuerto de París Beauvais para pasar el fin de semana en Brujas y Gante. El sábado pusimos rumbo a Brujas, donde reservamos un hotel para hacer noche en la ciudad, el cual se llama Value Stay Bruges, un alojamiento que se encuentra a las afueras de la ciudad, a tan solo 4 kilómetros del centro y que dispone de aparcamiento al aire libre gratuito para los huéspedes.

Sin embargo, si venís a Brujas en coche y decidís quedaros en este hotel, os recomiendo dejar el coche en algún parking del centro, puesto que el autobús desde el alojamiento al casco histórico de Brujas cuesta 6 euros por persona ida y vuelta, así que, desde mi punto de vista sale más rentable (y es más cómodo) ir en coche hasta el centro que coger el bus.

Itinerario

Nosotros, nada más llegar al hotel y dejar las maletas, nos dirigimos al caso antiguo de Brujas, almorzamos, visitamos la Catedral de San Salvador y deambulamos por sus calles haciendo tiempo hasta el comienzo de nuestro free tour, que empezó a las 3 de la tarde.

El guía nos explicó detalladamente la historia de Brujas y algunas de sus curiosidades mientras nos iba enseñando los lugares más emblemáticos de esta ciudad, como el Grote Markt (la plaza central), el Begijnhof (beaterio de la época medieval), la plaza Burg, donde se encuentra el Ayuntamiento, el Palacio de Justicia o la basílica de la Santa Sangre, llamada así ya que en su interior se encuentra una ampolla que contiene gotas de la sangre de Cristo.  Pero sin duda alguna, de Brujas me quedo con sus canales y callejuelas de cuento (por algo la llaman la Venecia del norte), y con el Lago del Amor, cuyo origen tiene muchas leyendas y donde se encuentra una colonia de cisnes que puedes ver a escasos metros.

Ayuntamiento de Brujas

Lago del Amor

Una vez terminado el free tour, seguimos caminando por las calles de Brujas para después comprar algunos souvenirs y, por supuesto, chocolate belga, que podrás encontrarlo por prácticamente todo el centro de Brujas, ya que está lleno de tiendas donde se venden un sinfín de variedades de chocolate.

Tras ir de compras, nos dirigimos al hotel para reponer fuerzas para nuestra próxima parada, Gante, de la cual os hablo en el post Una mañana por Gante

A la mañana siguiente, antes de poner rumbo a Gante, decidimos pasar antes por los molinos que se encuentran a las afueras de la ciudad de Brujas. Si tenéis tiempo, os aconsejo que vayáis a ver algunos de ellos porque merece la pena.

Otra recomendación que os hago es que no os quedéis a dormir en Brujas, ya que el alojamiento es bastante caro. Si tenéis la oportunidad, os aconsejaría comenzar vuestro viaje en Bruselas, visitar la capital de Bélgica, y después hacer excursiones de un día a Brujas o Gante, ya que en tren puedes llegar en tan solo una hora a Brujas desde Bruselas por unos 15 euros aproximadamente.

Dónde comer en Brujas

La gastronomía belga, en mi opinión, es bastante buena, así que no tendréis problemas en encontrar un sitio donde se coma bien en Brujas. Eso sí, si quieres probar la típica comida de Bélgica en un buen restaurante debes saber que el plato rondará sobre unos 15-18 euros, pero en mi opinión merece la pena ya que es de muy buena calidad.

Nosotros decidimos almorzar en uno de los restaurantes más turísticos de Brujas, Brouwerij De Halve Maan, que a su vez es una fábrica de cerveza donde se elabora la Brugse Zot, la cerveza más típica de la ciudad. Incluso, se organizan visitas guiadas a dicha fábrica donde te explican su historia y su funcionamiento, además de tener la oportunidad de degustar una verdadera Brugse Zot.

En este restaurante, pedimos unas croquetas de queso que estaban ríquisimas y, cómo no, la famosa carbonade con patatas, que se trata de un plato de carne estofada cocinada en cerveza.

Si por algo se caracteriza Bélgica, es por sus gofres, y uno de los puestos más recomendados por los viajeros y guías donde comprar un gofre en Brujas es sin duda el Chez Albert, donde puedes degustar desde un gofre básico, hasta uno con nata, helado, frutas, o decenas de siropes distintos. Nosotros no perdimos la oportunidad de probarlo, ¡y os lo recomiendo 100%!

Y hasta aquí mi guía sobre Brujas, una de las ciudades con más encanto de las que he estado nunca. ¡Espero que os gusten mis recomendaciones, hasta la próxima!

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