Brujas

Como el año pasado estuve estudiando en Lila, pude hacer un par de viajes a Bélgica, ya que Lila está a 10 minutos de la frontera, es muy fácil ir. Por supuesto, fui a la capital, Bruselas, pero también fui a una ciudad muy pequeña y bonita llamada Brujas, o como se dice allí, «Brugge».

Brujas es una pequeña ciudad del Norte de Bélgica. El idioma que se habla allí es el flamenco, pero la mayoría de la gente que trabaja en el centro o que tienen contacto directo con turistas sabe hablar inglés o francés y neerlandés, así que te van a entender aunque no hables la variedad local.

Fui en abril y hacía muy buen tiempo. Pudimos ver la ciudad desde el canal Rozenhoedkaai (en español, el Muelle del Rosario), gracias a los muchos servicios de paseo en barco que ofrecen. Aunque hay varias empresas de barcos, las regula el Ayuntamiento, ¡por lo que los precios son siempre los mismos! ¡Es una de las cosas más típicas y divertidas de Brujas! Mientras das el paseo, el conductor, que también es el guía, te va explicando cosas sobre los monumentos que ves y la ciudad en general.

La plaza principal de la ciudad es preciosa. Los edificios siguen la arquitectura típica de la región flamenca con tejados muy característicos, que me encantan. ¡En esta plaza encontrarás un montón de restaurantes, bares, museos y monumentos fantásticos!

Caminar por las calles de Brujas es genial porque parece que el tiempo se ha parado. Los edificios nos daban esa impresión, igual que los carros de caballos que pasean turistas por la ciudad. Esto no es muy normal en una ciudad, mola mucho.

Es una ciudad muy relajante. Apenas hay coches en la mayoría de las calles, por lo que es muy tranquila. Al final del paseo en barco hay algunos jardines dignos de admirar y que puedes visitar más tarde a pie. Además, la gente es muy amable. Recuerdo que me sentí muy a gusto yendo por las calles de la ciudad gracias a esa calma y a lo bonita que es con esos preciosos edificios.

Evidentemente, si vas a Brujas, o a cualquier zona de Bélgica, lo que tienes que probar sin falta es el chocolate. En Brujas hay un montón de tiendas de chocolate, con la forma, el sabor o el color que quieras. ¡No te las pierdas! Puedes encontrar cualquier cosa, desde chocolate con forma de zapato hasta crema de manos con sabor a chocolate. Si te gusta el chocolate, vas a estar en tu salsa.

Otro alimento muy típico en Bélgica son los gofres. Por supuesto, también hay en Brujas y te recomiendo que te tomes un descanso en algún momento del día y te comas uno. Tienes muchas opciones para acompañarlo: con chocolate, mermelada, nata, miel, azúcar... ¡Merece la pena probarlo!

Sin duda Brujas es una ciudad a la que hay que visitar. Creo que en un día se puede ver todo, y además pasarás un día muy agradable y tranquilo. Se puede ir fácilmente desde Bélgica, Francia o los Países Bajos, ya sea en autobús, coche o tren. ¡No hay excusa para no ir!

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