10 razones por las que me encanta la República Checa y su gente
Érase una vez en la República Checa...
Si estás en tu último año académico y tienes dudas sobre si ir a estudiar fuera o no, te recomiendo que leas esto, que viene a ser lo que yo viví. Puede que cuando empieces a leer pienses que es un escrito en una revista, una novela sobre la amistad o diferencias culturales (¡y parecidos también!) y por supuesto los recuerdos de las mejores vacaciones que viví en la República Checa.
Antes de empezar, diré que nunca sabes hacia dónde te llevará el destino. Algunas personas lo llaman el universo, otras Dios y la gente más realista hablan de las consecuencias de tus elecciones. Desgraciadamente, soy de ese tipo de personas que creen que todo pasa por una razón, y solo al final del viaje encontraremos cuál es esa razón. Ahora mismo me estoy acercando a lo que yo llamo mi "investigación del propósito" y reflexionar sobre él al máximo. Sin ninguna duda, si no hubiese conocido a esta persona, mi sería ahora mismo diez veces más estable, cien veces más aburrida, y mil veces más simple. Y te preguntarás... ¿cómo empezó todo?
Amistad polaca-checa
Dejadme que os presente a mi mejor amiga checa, ella me enseñó que siempre existe un camino. Cada situación tiene una solución siempre y cuando tengas fe, constancia y valor para utilizar tu pensamiento creativo y actuar. ¡Solo tienes que estar preparado para dar el paso, compra un billete de transporte y vete a lo desconocido! Mi historia con esta amistad polaca-checa empezó de la manera más cómica: desde la quinta vez intentando hacer tortitas veganas sin aceite, enseñándome la palabra «sokoladas» y bebiendo té matcha. Pronto, esta amistad me enseñó a ser quien era realmente e hizo que descubriese los rincones más emocionantes de Europa, por ejemplo Verle Karlovice.
¿El mejor sitio para conocer gente nueva? ¡Trabajar en la cafetería de la universidad!
8:00h. Otro turno en el trabajo. ¿Por qué me siento tan cansada? ¿Cuál es la razón? Hoy tengo que trabajar ocho horas seguidas en la cafetería de la universidad. Decido echar un ojo al horario para saber con quién comparto el turno. Mi curiosidad me impacienta, pero de repente leo un nombre bastante extraño. Ya estoy trabajando, sirviendo a los primeros clientes y trabajando con mi compañera; ¡cuyos valores, idioma e historia personal se parece mucho a la mía! Sin duda alguna, tenemos que encontrarnos o en República Checa o en Lituania. Seis meses después esto deja de ser una idea para convertirse en realidad y ahora mismo estoy subiendo el Velke Karlovice, un sitio perfecto para irse de vacaciones de verano, reflexionar, descansar y alejarse de la rutina.
A propósito, para todos aquellos que a los que les gustarían tener un trabajo de jornada reducida, os recomiendo que busquéis en el campus. Estoy 100% convencida de que encontraréis algo que os guste, y además, os encantará estar rodeados que ambiente internacional. Y... ¿quién sabe? a lo mejor encontráis a vuestros mejores amigos allí, como me pasó a mí.
Aventuras en Brno
Después algunos días planeando nuestro viaje, mirando vuelos y terminando algunos asuntos, nos pusimos rumbo a Londres, desde donde teníamos el vuelo a Brno. Dos horas después ya estábamos en Brno, la segunda ciudad más grande de República Checa y que se encuentra en el sur de Moravia.
Tengo que decir que al principio me sorprendió lo pequeño que era su aeropuerto y que además, ¡solo tenía un vuelo al día!. Así que estoy segura de que nadie pierde su vuelo allí porque no hay cola en el control del pasaporte.
¿Qué se puede hacer en Brno?-le pregunté con esperanza. Anteriormente, ya había oído muy buenos comentarios sobre Praga y hasta el día anterior estaba segura de que nos quedaríamos allí, pero al final partiríamos hacia Moravia, Velke Karlovice, que estaba como a seis horas desde Brno. ¿Estaba realmente preparada para este viaje?
¡Ay! Se me olvidaba deciros que usamos todos los medios de transporte posibles: autobús, tren, otro tren, tranvía y puede que un coche o en su lugar caminar 2 km.
¡Brno no dejaba de sorprenderme! Acabábamos de aterrizar, no teníamos ningún sitio donde dormir y a la mañana siguiente teníamos una caminata por realizar: Brno – Velke Karlovice.
¿Asustada? ¡De ninguna manera! ¡Vivimos solo una vez en la vida, exprimámosla al máximo y hagamos de esta aventura algo eterno!
Brno: una brisa de la cultura checa, arquitectura gótica e historia poscomunista
Lo primero que vimos cuando pusimos el pie en el centro de la ciudad fue la maravillosa y neogótica Catedral de San Pedro y San Pablo. La construyeron en el siglo XIII y en la actualidad podemos encontrar turistas de todo el mundo visitándola. De hecho, había distintos tours guiados sobre la historia y leyendas de la cuidad, y me di cuenta de que algunos de los turistas hablaban en alemán e incluso otros en ruso. Algo curioso de esta catedral son sus famosas campanas, todos los días suenan a las 11:00h desde 1654 siguiendo así la tradición que trajo el pueblo sueco.
Después, fuimos a ver el atardecer desde el castillo Špilberk, el cual solía ser una cárcel y ahora es un símbolo de la ciudad. Si lo que estás buscando es una foto impactante y un paisaje mágico, tienes que subir hasta lo alto del castillo y alucinarás con las vistas que te ofrecen las casas de colores, las pequeñas iglesias y con este tranquilo estilo de vida.
¿Qué puedo hacer en Brno?
Más adelante, dimos un paseo por Namesti Svobody, la plaza principal de Brno; fuimos a «Manufaktura», una tienda de cosmética natural checa y al final vimos el icónico dragon con apariencia de cocodrilo. ¡Sin duda alguna, son auténticos símbolos de Brno! Si tienes más tiempo del que tuvimos nosotras, te recomiendo que explores la ciudad a fondo, pero mucho cuidado para los que aman lo productos naturales porque los cosméticos están hechos con flores, así que... ¡«Manufaktura» puede ser vuestra perdición!
El tranvía checo y los rollitos de canela más ricos.
Mientras paseábamos por el casco antiguo, vi a una mujer que estaba vendiendo un dulce que tenía buena pinta. En seguida sentí lo bien que olía y mi amiga me contó la historia del típico Trdelnik, que de hecho proviene de Transilvania. Sin embargo, le doy las gracias a la República Checa por hacer que los descubra y siempre los asociaré a este país. Bueno pues... ¡así es cómo y dónde probé la mejor tarta cilíndrica de canela y frutos secos!
La cocina checa
Decidimos pasar el final de nuestro día en Brno al estilo checo. Fuimos a uno de los famosos bares típicos, que se llamaba U Dreveneho Vlka Puede que ya lo hayas escuchado antes, pero la República Checa es famosa por su cerveza. Si quieres echarle un vistazo al menú, no es necesario que estés en el local porque lo puedes hacer a través de su página web. Sin embargo, el camembert frito y la variedad de quesos son una opción perfecta. Para aquellos que quieren tomar bebida sin alcohol, ¿por qué no probáis la versión checa de la Coca-Cola? Quién sabe, quizás os sorprenda saber que «Kofola» es mucho más sabrosa que la típica Coca-cola de marca blanca que compras en el supermercado. Pronto, nuestra noche terminó en la casa de un viejo amigo, quien nos acogió de buen rollo, con el corazón abierto y en un ambiente cálido.
Velké Karlovice: la vida real de un «Doctor Martin»
Al día siguiente madrugamos mucho para alcanzar nuestro objetivo: Velké Karlovice. Velké Karlovice es un pueblo muy chiquitito y encantador, en el que conocerás a las personas más inspiradoras, fuertes y amables. ¡Era la primera vez que venía en mi vida, pero sentía que era como mi segundo hogar! Este pueblecito se encuentra en la localidad de Vsetin.
Velké Karlovice es un lugar perfecto para aquellos que quieren escapar de la muchedumbre de la ciudad, del ocupado estilo de vida o del ruido. En Karlovice solo escucharás el sonido de la naturaleza. El primer día no necesité la alarma para despertarme porque los rallos de luz entraron por las ventanas. No tengo ni idea del porqué, pero me sentía en calma, relajada y con la energía para corretear el río Vsetinska Becva. Mi amiga también estaba deseando hacerlo, así que a las ocho de la mañana ya estábamos preparadas para la maravillosa aventura del día. Si no estás seguro de si Velke Karlovice no es para tí, puedes echarle un vistazo a la casa en la que nos hospedamos en la serie británica «Doctor Martin».
Conclusión
Aunque podría contarte más sobre mi semana en la República Checa; una alocada subida hasta la cima de las montañas con la familia checa más divertida, un primo italiano y un cura de África, hay cosas que no deberían salir a la luz.
Top 10 de cosas para hacer cuando estás Brno
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La Catedral neogótica de San Pedro y San Pablo
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Beber «Kofola»
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El castillo Spilberk y el casco antiguo
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Hacer senderismo por las montañas de Velké Karlovice.
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Namesti Svobody, la plaza principal de Brno.
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Encontrar un cocodrilo y un dragón en el casco antiguo.
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Montarse en el tranvía de Brno.
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Probar Trdelnik, los rollitos más dulces y sabrosos (en especial los de canela y frutos secos)
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Probar la cosmética natural checa en «Manufaktura», como la crema refrescante de manos de granada y naranja
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Probar el queso y la auténtica cerveza checa en U Dreveneho Vlka
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