Año Nuevo en Brno

Nuevo año en Brno fue muy diferente de lo que me imaginaba, lo que no es una sorpresa porque para mí las cosas simples nunca van como quiero o planeo. Debería haber sabido que sería diferente desde el momento que dejé mi casa... Así que déjame contarte como fue todo.

Mientras estaba aún en casa, haciendo mi mochila a las 9:30 de la mañana (no pude hacerla por la noche porque me fui por ahí jiji), estaba feliz porque sabía que no iba a ir a Brno sola, mi amiga Ivana iba a ir conmigo. Apenas cerré mi mochila, recordé que no había metido ajvar, abrí de nuevo y pasé por el problema de cerrarla otra vez. Me podría haber duchado después de eso, si mi gel no estuviera en mi mochila y si tuviera tiempo. Pero no lo tenia así que... Concentración, Valentina, lo tienes.

Eché un vistazo a mi habitación vacía, a mi precioso perro, abracé a mi mama, le di la mano a mi padre (realmente raro), le dije adiós a Goran, mi hermano, y con un poco de tristeza en mi corazón, me senté en el coche.

Estaba también enfadad porque perdí la tarjeta SIM checa. Sabía que la iba a perder desde el primer momento que la saque del teléfono, lo sabía. La habría puesto en algún lugar donde pensaba que la iba a encontrar a simple vista, pero por lo visto no elegí bien. Por supuesto me pase la siguiente media hora buscándola, cada vez mas frustrada. Bueno mi hermano Mario me llevó en coche hasta el autobús y eso fue todo. Estaba dejando mi hogar una vez más.

Cuando llegué a Zagreb, di gracias a Dios por las escaleras mecánicas y fui a comprar los billetes para Viena. Excepto que no quedaban asientos para el siguiente bus a las 3 de la tarde. Mierda, mierda, mierda. El siguiente bus era a las 5 de la tarde y llegaba a Viena sobre las 10:40 de la noche. ¿Y sabes qué? Nuestro último bus de Viena a Brno era a las 10:40 de la noche, pero por supuesto en otra estación de bus diferente. Genial.

Sabiendo perfectamente como estaba siendo el viaje, me senté y esperé a Ivana. Cuando llegé le conté la situación, y fuimos de nuevo a preguntar sobre los billetes. En otro bus había un sitio libre, así que podíamos esperar a ver si alguien decidía no ir. Pensamos un poco y compramos billetes para el bus de las 5, solo para asegurarnos. Estaba feliz de que Ivana estuviera ahí, porque si esto me hubiera pasado a mí sola me hubiera ido a freír espárragos.

Nos sentamos en un cafetería, bebimos té y hablamos, hablamos nos pulimos las uñas y hablamos más. Después cogimos el bus a Viena, conocimos a unos chicos de Zagreb (el de la camisa a cuadros era muy mono, el otro era bastante molesto, el tercero era mono pero silencioso mientras que el cuarto juraba constantemente. No sabía porque, pero tuve instantáneamente el sentimiento de que él escupía en el suelo a la vez. Creo que esas cosas van de la mano), un chico de Split que su novia iba a verle desde Brno a Viena, hablamos un poco y llegamos a Viena a las 10:40 de la noche. Tony de Split también iba a ir a la otra estación de bus y tren (Präterstern) con una amiga de su madre que vivía allí, así que fuimos todos juntos esperando estar allí en 20 minutos y que Ivana y yo no perdiéramos nuestro bus.

Apuesto que lo habríamos conseguido si no me hubiera entretenido en buscar algunas monedas para el billete de metro. Cuando finalmente cogí el billete el metro se fue, justo en nuestras narices, y el siguiente tardó 5 minutos, pero eran justo los 5 minutos que necesitábamos, cuando llegamos a la otra estación eran las 10:45, joder solo por 5 minutos. Debería haberlo sabido, porque esta es justo mi suerte.

Cuando llego tarde el bus llega puntual, pero no solo el minuto también el segundo exacto. Cuando llego con tiempo o llego mucho antes, el bus se retrasas, al menos 5 ó 10 minutos. ¿Qué hacemos? Miramos por si había otro bus (sin olvidar los 20 euros que perdimos en los billetes de bus) o quizá un tren. No había nada, el primero salía por la mañana sobre las 7. Para mí no era la primera vez que pasaba la noche en la estación de tren de Viena, pero Ivana estaba bastante triste, empezó a llorar y pude ver en sus ojos que estaba molesta conmigo. Traté de reconfortarla de alguna manera porque para mí no era el fin del mundo, ya había estado en una situación parecido, pero ella no es la clase de persona que soy yo. Teníamos otra opción, gracias a Tony y la amiga de su madre Željka. Nos dijo que su apartamento era pequeño pero que podríamos quedarnos allí, a menos estaríamos calentitas, dormiríamos unas horas y por la mañana iríamos a Brno. Yo realmente no quería hacerlo, la mujer era muy agradable recorriendo con nosotras Viena buscando una posible conexión con Brno, pero viendo a Ivana así, dije que sí.

Y así es como nos quedamos en la casa de Željka, con Tony y su hermosa y rubia novia de Brno. Por no mencionar, el apartamento de Željka era genial, pequeño, mono, moderno y cómodo. Quiero vivir en un apartamento así cuando acabe mis estudios. Hablamos un poco, comprobamos de nuevo cuando salía el bus y nos fuimos a dormir. Por la mañana Željka nos acompañó a la estación (de verdad esa mujer nos salvó, es una mujer estupenda) y después de eso, nos fuimos por nuestra cuenta.

Y seguimos con mala suerte, porque el primer bus era a las 5 de la tarde. Cansadas, irritadas fuimos a la estación de tren. Finalmente había un tren en una hora, aunque era tres veces más caro que el bus (en serio 30 euros? ), compramos los billetes y solo en el tren Ivana se calmó. Yo estaba feliz de verla y literalmente me quede sopa en el tren y me desperté en la estación anterior a Brno.

Oh querida Brno, nunca he estado mas feliz de verte! Supongo que Brno estaba feliz de vernos también, porque un par de personas se ofrecieron a ayudarme con mi gran equipaje. Fuimos a mi habitación sin problema, en la recepción había un señor viejo con pelo gris. Cuando nos duchamos y descansamos fuimos un momento a la habitación de Dimitri para que Ivana lo conociera. Pobre, le despertamos. Dios, lo había echado de menos tanto en dos semanas. Después fuimos al centro a comprar alcohol para la fiesta. Durante todo el día no teníamos ni idea de cómo iba a ser, donde íbamos a ir, nadie sabía nada. Perfectamente normal para la gente Erasmus, supongo.

¿Y cómo pasamos la noche del 31 al 1, la última noche del 2012 y la primera del 2013? Tuvimos una cena internacional en el pasillo en la segunda planta, donde estábamos bebiendo y planeando salir a la plaza un poquito antes de las 00:00 horas. Algunos fueron ahí mientras otros, como Ivana y yo, habían perdido el bus (realmente no sé qué pasa con nosotras y perder los buses). Luego el tema se volvió algo gracioso. Fuimos de vuelta a la estación de bus y a los dormitorios, Ivana un buen humor, yo en un estado de mucho whiskey con cola, teníamos 5 ó 6 minutos antes de la medianoche. Y tenía que ir a hacer pis. Empezamos a hablar muy rápido, casi corriendo, entramos en los dormitorios, yo iba corriendo gritando "No quiero dar la bienvenida al año nuevo en mi baño, nooo". Nunca he hecho pis tan rápido en mi vida, y corrí con el resto de gente a la segunda planta. ¡Teníamos un minuto justo antes de medianoche! ¡Lo conseguimos! La mitad de la gente estaba en el balcón, viendo los fuegos artificiales, besándose y diciendo ¡Feliz año nuevo! unos a otros. Después de todas estas ternuras nos fuimos a Livingstone. Qué asco, me timaron y me costó 100 coronas la entrada, me puse triste (¿justo en año nuevo? En serio... ) y no había sitio para las chaquetas. Supuse que como iba borracha me volví loca y por una media hora estuve quieta en un lugar sujetando mi chaqueta en mis manos pensando si bailar o sonreír.

Gracias a Dios, pronto volví a ser yo y puse la chaqueta en algún sitio, fui al bar y pedí otro whiskey con cola. Después me puse mejor, necesitaba parar de todo ese drama. Después de todo la noche no fue tan especial, pero fue divertido. ¿Eso es lo que importa verdad?

Al día siguiente Ivana y yo tuvimos un excelente almuerzo en el McDonalds, andamos por la ciudad, visitamos la catedral, por la tarde fuimos a ver los fuegos artificiales en Spielberg y volvimos a la residencia. Jugamos a un juego de beber en la habitación de Dimitri, después fuimos a una casa de té y continuamos allí. Dimitri y yo acabamos con las manos llenas de dibujos artísticos con el rotulador, lo que era divertido, cuando tuve que volver a la barra y pedir algo. La camarera miró mis manos (y también un chico que estaba sentado cerca) pero no dijo nada. Checos, gente encantadora. Estuvimos bebiendo té y alcohol que llevamos de contrabando para seguir con nuestro juego de beber que cada vez se volvía más y más divertido. Después volvimos a casa, jugamos hasta que Dimitri se puso triste (no recuerdo por qué) y nos fuimos a dormir. Por la mañana acompañé a Ivana al bus. Una pena que se fuera tan pronto, quería estar con ella un poco más. Me encanta tenerla aquí, echo de menos a mis amigos de Croacia.

Aquí hay algunas fotos, subiré más cuando Ivana me mande las suyas, ella tiene un montón...

Fue el cumpleaños de Mikolaj el 1 de Enero, que bonito.

Año Nuevo en Brno

Dimitri, Ivana y yo y mi regalo de Mr. Gonzalez (luego me enteré de que lo había robado de un árbol de navidad del hall, ¿pero un regalo es un regalo no? ).

Año Nuevo en Brno

Macedoniaaa

Año Nuevo en Brno

Slovakiaaaa

Año Nuevo en Brno

Cotilleando

Año Nuevo en Brno

Lo sabes, ¿no?

Año Nuevo en Brno

Mi belleza en el camino cerca de la catedral.

Año Nuevo en Brno

El castillo de Spielberg en la distancia.

Año Nuevo en Brno

Mi belleza enfrente de la catedral.

Año Nuevo en Brno

Año Nuevo en Brno

Fuegos artificiales.

Año Nuevo en Brno

Mi querido amigo malvado Dimitris.

Año Nuevo en Brno

En las calles de Brno.

Año Nuevo en Brno

Jugadores.

Año Nuevo en Brno

Greciaaa en la casa de té.

Año Nuevo en Brno

Pues es así como pasé el fin de año en Brno, ¿cómo fue el tuyo?

¿Alguna historia graciosa?


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Comentarios (1 comentarios)

  • flag-es Dario Garcia Ayala hace 6 años

    Buenos dias, voy a ir a brno en este curso 2018-2019, y veo que estuviste en residencia, ¿podrias ayudarme?
    muchas gracias.

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