Los 10 mandamientos del Erasmus en Bremen: el transporte

Segundo mandamiento: "Amarás el Semesterticket por encima de todas las cosas"

¡Hola! Después de varios artículos de viajes, vuelvo a escribir sobre la vida Erasmus en Bremen, en esta ocasión hablando de cómo moverse por la ciudad y alrededores.

Si alguna vez habéis estado en alguna gran ciudad alemana, como Berlín o Hamburgo, habréis visto que el transporte público se suele dividir en autobuses, tranvías, U-Bahn y S-Bahn. No me preguntéis cuál es la diferencia entre los dos últimos, ya que aunque en teoría el primero es el metro bajo tierra y el segundo discurre elevado por puentes por encima de la ciudad, en la práctica los dos van pasando de estar bajo tierra a sobrevolar la ciudad en cuestión de dos paradas. No obstante, Bremen no es una gran ciudad (tiene 500. 000 habitantes), por lo que el transporte por la ciudad se basa en los tranvías y los autobuses, además del extendido uso de la bicicleta.

Una de las primeras cosas que tendréis que hacer al llegar a Bremen será pagar una serie de tasas estudiantiles al realizar la inscripción o matrícula como estudiante de intercambio. En total estas tasas suman 229´76 €, de los cuales 155´76€ se corresponden con el pago de tu Semesterticket, mientras que el resto son seguros escolares y otros pagos.

El Semesterticket es una tarjeta que, como su propio nombre indica, tiene validez durante todo el semestre y que te permite coger todo el transporte público de Bremen de manera gratuita. Teniendo en cuenta que cada billete sencillo de tranvía o bus cuesta 2´70€ (1´40€ si son menos de tres paradas), el ahorro tras 6 meses en Bremen es bastante grande. Además, su uso resulta especialmente cómodo, puesto que subes y bajas del transporte público sin tener que enseñar nada: sólo hay que enseñarlo en los autobuses nocturnos o en el caso de que un revisor te lo pida, algo que ocurre con muy poca frecuencia. En mi caso, sólo me han pedido el Semesterticket dos veces desde que llegué a finales de Septiembre, por lo que os podéis imaginar el escaso número de revisoresque hay.

Pero lo mejor del Semesterticket viene ahora: además del transporte público de la ciudad, te permite coger de manera gratuita un gran número de trenes regionales, que te llevarán hasta ciudades como Hamburgo, Hannover, Bremerhaven y Osnabrück, además de un infinito número de pueblecitos y zonas naturales, como la costa del Mar del Norte. A continuación podéis ver un mapa que muestra todas las líneas ferroviarias a las que da acceso esta tarjeta. No obstante, debéis saber que quedan excluidos los trenes de alta velocidad(tipo IC, ICE y EC), lo que no impide que haya un gran número de trenes que podáis coger (uno cada hora a Hannover o Hamburgo, por ejemplo).

Os recomiendo aprovechar bien el Semesterticket, ya que una vez que te obligan a pagarlo conviene rentabilizarlo al máximo y hacer turismo por toda la región, ya que las distancias son bastante cortas (menos de hora y media todos los trenes). Mis compañeros de piso y yo solemos hacer de vez en cuando una de estas "excursiones gratuitas", en las que puedes pasar el día haciendo turismo sin gastarte absolutamente nada.

En cuanto al transporte dentro la ciudad, os recomiendo descargaros una aplicación que os facilitará mucho la vida en Bremen: el Fahrplaner. Esta aplicación te permite introducir las estaciones y hora de salida y de llegada, calculándote todas las conexiones posibles. Asimismo, te informa del retraso que llevan los tranvías o autobuses e incluye la opción de mostrarte en un mapa el recorrido que tienes que hacer, algo bastante útil los primeros días. Además de con el transporte público de Bremen, funciona con toda la red ferroviaria alemana, por lo que podrás consultar hasta la conexión entre la parada de tranvía de tu casa y la estación central de trenes de Colonia o Múnich, por ejemplo.

Sobre el funcionamiento del transporte público, he de decir que aunque la puntualidad y precisión alemana no es tan grande como tendemos a pensar, sí que es verdad que en general el sistema funciona bastante mejor que en España. La frecuencia de los tranvías y buses es bastante buena durante el día, con un tranvía cada 10 minutos o menos en horas punta y cada 20 minutos en las horas menos transitadas.

En cuanto al servicio nocturno, hay unos 2 o 3 tranvías a lo largo de la noche entre semana y varios más los viernes y sábados, lo que complica un poco la vida nocturna respecto a mi ciudad, Murcia. Tener que depender del tranvía o el bus para volver de fiesta hace que tengas que saber de antemano exactamente en qué momentos de la noche puedes recogerte y, cuando llega la hora, decidir rápidamente si te merece la pena seguir de fiesta una o dos horas más hasta el siguiente tranvía o no. De todas maneras, si eres un trasnochador experto, he de decirte que a las 5-5:30 comienzan de nuevo los tranvías diurnos, por lo que más de una vez te verás volviendo en el tram rodeado de trabajadores alemanes que agarran sus calientes cafés mañaneros.

En general el transporte público funciona bastante bien, pero si te gusta moverte llegará un momento que te canses te ir siempre en tranvía o bus a los sitios, y echarás de menos mover un poco las piernas. Las distancias en Bremen son relativamente cortas si vives cerca del centro (en mi caso, se tarda entre media hora y 40 minutos andando a la estación central y unos 10 minutos menos a la catedral), pero el frío invernal hará que ni te plantees ir andando. Esto nos deja una última opción para moverte por la ciudad, probablemente la más alemana de todas: la bicicleta.

La bicicleta, tan despreciada hasta hace poco por las instituciones en España, cuenta con un gran apoyo por parte de los gobernantes alemanes. Prácticamente todas las calles tienen carril bici (muchas dos, uno en cada dirección) y tanto los conductores como los peatones respetan muchísimo a los ciclistas, siendo prácticamente los reyes de la circulación. Al poco tiempo de hacer el "Anmeldung" (inscripción o empadronamiento en la ciudad) el ayuntamiento te mandará una carta de bienvenida ofreciéndote folletos e información de interés, como este gigantesco mapa de los carriles bici de la ciudad, en el que podrás observar el gran número de carriles que hay.

Cuando llegues a la ciudad pasarás un periodo de adaptación el que de media te pitarán unas diez bicicletas al día por invadir el carril bici, el cual tú ni te habrás dado cuenta de que estaba. Además, irás observando que no sólo la gente joven utiliza la bicicleta, si no que personas de todas las edades y ocupaciones utilizan a diario este medio de transporte.

En mi caso, decidí comprarme una bicicleta para hacer más ejercicio y no estar siempre moviéndome en tranvía. Como estudiante de intercambio, lo más lógico es comprarse una bicicleta de segunda mano y volverla a vender cuando te vayas a ir. Yo fui al Flohmarkt (mercadillo de segunda mano) que hay todos los domingos por la mañana en Hansa-Carré. Encontré una bicicleta por 45€y un candado por 7€, que intentaré vender por 50€ cuando vaya a volver a España en Julio, por lo que me habría gastado 4. 5€ por mes en 10 meses de bicicleta (buena oferta, ¿no? ).

Sin embargo, si tu estancia en Bremen va a ser sólo durante el semestre de invierno y vienes de una zona cálida y seca como la mía, comprarte una bici no te saldrá muy rentable, puesto que desde principios de diciembre hasta finales de febrero el frío, la lluvia y la nieve hará que muchos días decidas no coger la bici e ir calentito en el tranvía (en la siguiente foto podéis ver mi bici nevada). Yo he utilizado bastante la bici durante el otoño, llegando a ir en bici bajo la lluvia y a 2ºC, pero es verdad que las últimas semanas antes de Navidad la dejé un poco de lado por el miedo a perder la nariz por congelación. No obstante, sé perfectamente que cuando suban un poco de nuevo las temperaturas la bici va a ser clave para disfrutar del buen tiempo y los grandes parques y paseos de Bremen.

Espero haber ayudado con toda esta información y consejos a todos aquellos que vayáis a venir a Bremen.

Auf wiederlesen!

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