Practicar Wing Chun en Bratislava, Eslovaquia

Practicar Wing Chun en Bratislava, Eslovaquia

Se llama Joel, es de Barcelona, tiene 34 años, es profesor de español y él es el encargado de hacer de tus martes y jueves en Bratislava un día diferente. Practica el Wing Chun desde hace 12 años y ahora ha decidido que quiere enseñar este arte marcial en la capital eslovaca, transmitiendo su filosofía.

¿Cómo empezó?

Hace 12 años, de casualidad, Joel vio en la calle un cartel donde se ofertaban clases de Wing Chun. Curiosamente, no le interesó esta actividad para él, sino para su amigo, ya que él mismo ya pasaba su tiempo libre practicando rugby. Tiempo después, se rompió una pierna jugando al rugby y cuando ya estaba casi recuperado, decidió probar con el Wing Chun, motivado por las películas de su infancia como las de Bruce Lee o la conocidísima serie Bola de Dragón (Bola de Drac), donde la presencia de las artes marciales es constante.

Por lo tanto, hoy en esta entrada os contaré un poco la experiencia de Joel, su visión por este arte marcial, su filosofía y por lo tanto, por qué puede ser una actividad interesante y una experiencia diferente si estás viviendo en Bratislava, tanto si vives aquí de forma permanente, como yo, o si eres un estudiante Erasmus cuya estancia es finita. Así que empecemos por los cimientos:

¿Qué es el Wing Chun?

En primer lugar, el Wing Chun es un arte marcial, no un deporte. Un arte marcial no tiene reglas, un deporte sí. Como arte marcial, esta práctica se basa en unos principios, que son los siguientes:

1. La línea central. Es una línea imaginaria que divide nuestro cuerpo en dos, de forma vertical. Desde esta línea se enfoca al oponente para que desde ahí, podamos golpear de una manera más eficiente.

2. La línea recta. Significa que los golpes no se realizan en circular (como se haría por ejemplo en el boxeo), sino que los golpes se ejecutan en línea recta hacia el oponente. El Wing Chun no busca la circularidad ya que, siguiendo las teorías de la geometría, la distancia más corta entre un punto y otro es la línea recta. Por lo tanto, todos nuestros movimientos intentan ir en línea recta ya que es el recorrido más corto para golpear a nuestro rival. Esto también está basado en la estructura corporal para generar potencia en todos nuestros movimientos.

3. Defenderse y golpear al mismo tiempo y en un solo movimiento.

4. No hacer movimientos innecesarios.

5. Equilibrio. No queremos caer al suelo así que evitamos patadas altas y debemos mantener el equilibrio en todo momento.

¿En qué consisten las clases? ¿Cómo es el entrenamiento?

Antes de nada, debemos comprender que practicar Wing Chun es como escribir un poema. Primero comienzas aprendiendo las letras, después las sílabas, después comienzas a leer palabras, continúas con textos y finalmente, escribes el poema. El Wing Chun se necesita aprender paso a paso, con paciencia, constancia y disciplina para poder realizarlo de forma correcta.

Tal y como Joel aprendió de su sifu, su instructor, el primer paso es aprender la técnica para tener una base correcta de este arte marcial.

En segundo lugar, se introducen ejemplos, movimientos más complicados.

Finalmente, aprendemos el Chi Sao. Es el alma del Wing Chun. Puede parecer una lucha, pero en realidad es un juego. Manteniendo el contacto con el oponente, desarrollamos las técnicas que hemos aprendido anteriormente y es entonces, donde más practicamos los principios del Wing Chun.

Además de la técnica, también existe un apartado en las clases de Joel que toca el tema de la educación. No solo adquirimos conocimiento sobre la cultura china o terminología del Wing Chun, sino que al final, el ambiente en la clase no es el del típico grupo, sino que es como una pequeña familia con los valores de este arte marcial. Me explico. El sifu, que literalmente significa “padre maestro” tendría la figura del padre o madre en una familia. Entre los estudiantes, existe una relación de hermanos/as. El hermano/a mayor ayuda al hermano/a pequeño/a. Muchas veces ser la mayor o la pequeña no depende de la edad, sino del tiempo que lleva practicando, no importa que tenga más o menos destreza. Es importante mencionar que la relación entre el sifu y estudiante, no acaba en la escuela, sino que continúa fuera.

¿Qué beneficios tiene?

Además de desarrollar destrezas tan importantes como la agilidad o la fuerza, el Wing Chun te aporta una auto-defensa lógica, y una coordinación física que puede aplicarse para otras actividades como por ejemplo el baile o tocar un instrumento. Aparte de mejorar y progresar en nuestras condiciones físicas, el Wing Chun también influye en aspectos de la vida cotidiana. Por ejemplo, es muy útil para lidiar con el estrés diario, controlarlo, administrarlo y no dejar que este te controle. Otro ejemplo es que este arte marcial nos ayuda a conseguir nuestros objetivos. Aplicando el principio de la línea recta, podremos focalizarnos en nuestra meta e ir hacia ella en línea recta. Como es lógico, esto puede aplicarse a otros aspectos de la vida.

Si a estas alturas ya estás planteándote iniciarte en el Wing Chun, deberías conocer lo que necesitas de primeras para practicarlo. Solamente necesitas ganas de aprender, entrenar, disfrutar y pasarlo bien. No importa tu edad, sexo o condición física. Además, el ambiente en la clase, la atmósfera es muy distendida. Se trata de entrenar duro en un ambiente familiar. Las clases se imparten en inglés, martes a las 19:15 y jueves a las 19:00. La clase tiene una duración de una hora y media y la ubicación exacta es Kuzmányho 4, en pleno centro de Bratislava. Cuando es posible, la ubicación cambia y quedamos en un parque para practicarlo en un entorno diferente. Si queréis más información, os dejo la página de Facebook de Joel: Wing Chun Kung Fu Bratislava AWW.

Y esto es todo lo que quería contaros. Espero que os haya entrado la curiosidad sobre este arte marcial. Sin duda, es una actividad interesante para probar y practicar si vives en Bratislava o estás de paso. Este post es un poco diferente pero me parecía interesante incluir esta experiencia en mi blog. Gracias por leerme y nos vemos pronto.