Escapada a Transilvania - Castillo de Valea Peleș

Sabes que estás a punto de ver algo especial cuando te dan calzas de plástico para que te cubras los zapatos.

No conozco a muchos locales que presuman del castillo de Bran (donde no te hacen llevar calzas de plástico), pero sé, sin duda, que te recomendarán el castillo de Valea Peleș si les preguntas qué lugares merece la pena visitar en Rumanía. Hay muchos otros castillos preciosos: Corvin, Râșnov, Cantacuzino, etc.

El castillo de Valea Peleș está entre el patrimonio más apreciado de Rumanía porque es la prueba de nuestro legado real más actual. Además, no te puedes perder su diseño, que transmite esplendor y calidez. El tiempo no ha pasado por él y parece que, en cualquier momento, la realeza del pasado viajará hasta nuestra época para reclamar lo que un día fue suyo.

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Si quieres visitar otros lugares durante tu estancia, puedes ir a la ciudad de Brașov (a 60 km), al castillo de Bran (a 55 km), a la ciudadela de Râșnov (a 40 km) y también a Sighișoara (a 140 km).

¿Dónde está?

Se sitúa en la zona de los montes Bucegi. El castillo de Valea Peleș es la joya de la ciudad de Sinaia y podrás comprobar que está rodeado de montañas altas y mucha vegetación.

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Cuándo ir

Fui por última vez en noviembre de 2017 con un grupo de amigos que estaban de Erasmus en Bucarest. Siempre que recuerdo este lugar, me fascina la tranquilidad que ofrece a quien lo visita.

Visitarlo por fuera es gratis, pero también puedes entrar y admirar sus más de 160 habitaciones. Hay una visita guiada disponible en muchos idiomas que cuesta entre 30 y 60 lei (5-10 €). El precio depende de qué piso quieras visitar y tendrás que pagar otra tasa para sacar fotos en el interior.

Presta atención cuando planees tu visita, ya que en noviembre siempre cierran para hacer tareas de limpieza y mantenimiento.

Personalmente, recomiendo ir por la tarde porque por la mañana muchos autocares de excursiones paran allí y hay demasiados turistas que lo único que harán será impedir que tengas una visita tranquila. Eso fue lo que nosotros hicimos. Queríamos "disfrutar del lugar sin que hubiera 100 chinos en nuestras fotos", así que fuimos a las diez de la mañana.

Cómo llegar

La forma más sencilla es coger el tren en la estación norte de Bucarest en dirección a Sinaia. El viaje dura 1 h 45 min. Son unos 121 km. De la estación de Sinaia hasta el castillo hay 30 min a pie. Recomiendo utilizar Google Maps y disfrutar de las escaleras y las calles que hay hasta llegar a una de las dos entradas del edificio.

¿Por dónde empezar la visita?

Nosotros empezamos por el punto más alto porque la parte baja lleva de nuevo a la estación. Solo hay que pagar por entrar al castillo como tal. Puedes disfrutar gratuitamente de los jardines exteriores e ir a los restaurantes (situados en la zona alta) o a la iglesia (en la zona baja).

¿Qué puedes visitar?

Cuando accedas a los jardines exteriores, verás algunas casas típicas que actualmente son restaurantes y, justo detrás de ellas, está el castillo de Valea Peleș en todo su esplendor.

El patio interior del castillo es una joya arquitectónica del neorrenacimiento alemán y podrás ver que muchos de los detalles con los que está decorado denotan lujo. Ahora dejaré que las fotos que hice desde fuera hablen por sí solas:

Si vais cuando las habitaciones estén abiertas (que os lo recomiendo), podréis disfrutar del hall de honor, que es la sala anterior al patio interior. El techo está decorado con vidrieras y artesonado de madera y era el lugar donde, normalmente, recibían a los invitados. También veréis la sala de las armas, que es una de las atracciones principales del castillo. El rey era un gran coleccionista y llegó a acumular hasta 1500 procedentes de todo el mundo. Además, el despacho del rey, la biblioteca (que tenía una puerta secreta para que escapara hasta su habitación, en el primer piso), la sala de música, el comedor, la habitación árabe y turca y el cine están abiertos al público. En esta última estancia podréis ver los primeros cuadros de Gustav Klimt.

En el segundo piso están la increíble sala de conciertos con gran cantidad de instrumentos musicales, el apartamento imperial, las habitaciones de las damas de compañía y las habitaciones reales, que tienen lámparas de araña hechas de cristal.

A continuación, os desvelaré algunas curiosidades que compartí con mis amigos y que deberíais saber cuando salgais del castillo:

1. El rey Carlos I de Rumanía, el primero que tuvo el país, construyó el castillo de Valea Peleș en 1883 para utilizarlo como residencia de verano.
2. Es un edificio muy moderno para su época y fue el primer castillo de Europa en tener calefacción central y electricidad, así que podéis imaginar cuánto nos enorgullecemos de él solo por este hecho.
3. Durante el comunismo, algunos líderes y oficiales como Richard Nixon o Muammar Gaddafi lo utilizaron como residencia privada.

Antes de ir no os olvidéis de visitar el castillo de Pelisor, que está a tan solo uno o dos minutos de distancia. Fernando I de Rumanía, el sobrino de Carlos I, lo construyó y fue quien le sucedió en el trono porque Carlos solo tuvo hijas. Aquí también te darán calzas de plástico para los zapatos, así que lo que puedes esperar de este castillo es lo mismo que del otro.

Creo que hacer una visita guiada (que están disponibles en diferentes idiomas) es un gran plus. Aprenderás mucho sobre los cotilleos de la realeza, como por ejemplo, que este pequeño castillo lo construyó para su mujer, la reina María de Sajonia, que, supuestamente, tuvo un hijo con otro hombre. ¡Aunque su cuerpo está enterrado junto al del rey, su corazón está en otra parte!

Una foto del exterior del castillo de Pelișor

¡Hasta la próxima!

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