Brasov y la visita a Drácula

¡Hola a todo el mundo!

Brasov, conocida como "Kronstadt" en alemán, es mi ciudad favorita en Rumanía. Fui allí de visita hace unos años con unos amigos. Nos alojamos en un hostal y disfrutamos mucho descubriendo juntos la ciudad y sus alrededores. Brasov es una ciudad con mucha mezcla cultural, como Cluj-Napoca, ya que tiene ciudadanos originarios de Rumanía, lógico, pero también una importante cantidad de personas de origen húngaro y alemán. Los Cárpatos rodean la ciudad por el este y por el sur. Pues la ciudad se encuentra justo en la curva que forman los Montes Cárpatos, en la transición entre las montañas del este y del oeste.

Brasov se parece mucho a Balvanyos, por la elevada cantidad de osos que habitan en las colinas debido a ser una región montañosa con frondosos bosques de pino. Los osos normalmente visitan las zonas que quedan en la periferia de la ciudad y buscan comida en los contenedores. Otro lugar que puede compararse con Brasov es Innsbruck, pues ambas ciudades se erigen en un valle entre montañas.

Brasov es una ciudad de estudiantes, pues cuenta con más de 16 facultades, con estudiantes Erasmus y locales. Brasov es también una ciudad cultural, con un centro histórico precioso y una arquitectura asombrosa. Turistas de Rumanía y de todo el mundo visitan esta ciudad, que históricamente ha sido influida por los pueblos eslavos, el pueblo turco, rumano, búlgaro y húngaro. Incluso a día de hoy no está claro el origen del nombre de la ciudad y no hay consenso entre historiadores a la hora de definir la historia de la ciudad. Hoy, los habitantes de la ciudad son mayoritariamente de origen sajón, húngaro y rumano.

La parte antigua de la ciudad es un territorio bastante grande reservado exclusivamente para peatones. La arquitectura es fundamentalmente neogótica, aunque también se encuentran algunos elementos del rococó y del neorenacimiento. El centro de la ciudad y la parte antigua suman un paseo perfecto para volver al pasado, donde disfrutar de un paisaje precioso y disfrutar de la deliciosa gastronomía tradicional de Transilvania en algún restaurante al aire libre. Durante el verano, se organizan muchos eventos culturales en Brasov, como conciertos, actuaciones, festivales de teatro, etc.

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Si quieres disfrutar de las fantásticas vistas panorámicas que ofrece la ciudad, hay una montaña de 960 metros de altura justo al lado de la ciudad, se trata de la montaña conocida como Tampa. Hay un teleférico que lleva a los turistas desde el centro de la ciudad hasta el mismo pico de la montaña. Como en Hollywood, en la montaña hay un cartel con letras mayúsculas donde pone el nombre de la ciudad. El precio para subir al teleférico es de 15 RON (unos 3'50 €) y, además de hacerte selfies con las letras, puedes continuar tu visita por la montaña con el teleférico que atraviesa el bosque o simplemente disfrutar de las espectaculares vistas que Tampa ofrece estando a 960 metros de altura. Por si os interesa, también hay un restaurante muy bonito en la cima de la montaña. El teleférico que hay en Brasov es muy parecido al que hay en los Alpes de Innsbruck (os dejo más detalles de mi experiencia en Nordkettenbahn, Hafelekar).

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Otro lugar muy bonito que se puede visitar en Basov es la Iglesia Negra. De estilo gótico y fundada en el s. XVI, esta iglesia evangélica quedó parcialmente destruida por un incendio en el S. XVII y sus muros son de color negro y gris debido al daño que aquel incendio produjo. Esta es una de las iglesias más importantes en Rumanía, debido a ser la más grande y la más alta en todo el país, ya que alcanza los 90 metros de altitud. Las campanas de la Iglesia Negra son las más grandes de toda Rumanía y pesan 6 toneladas.

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Brasov está llena de parques y espacios preciosos, como botánicos, ruinas de fortalezas antiguas, bastiones y calles de adoquines. En los alrededores de la ciudad hay varios parques nacionales y reservas naturales. La fauna salvaje es muy rica y hay sobre todo osos, zorros y lobos; también la flora, que se debe proteger.

Debo destacar dos lugares turísticos muy interesantes a los que se puede acceder fácilmente desde Brasov. Uno de ellos es el castillo de Bran, o más conocido como el castillo de Drácula. El otro, es el castillo de Peles, en Sinaia. Ambos castillos son completamente distintos entre ellos y muy genuinos.

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Antes de visitar el castillo de Bran, os recomendaría que leyerais Drácula, la novela de Bram Stocker para ir familiarizándoos con el ambiente. Este castillo es muy relevante en Rumanía y, especialmente, en Transilvania. Existe una leyenda sobre Vlad Tepes según la cual este era un vampiro, aunque no tenía nada que ver con este castillo más que haber pasado por ahí alguna vez; solo en el libro de Stocker se relaciona al vampiro con el castillo. El castillo pertenecía a reyes húngaros y se utilizaba como defensa contra los otomanos. Muchos turistas visitan el castillo de Bran cada día, donde se muestran los ropajes y los muebles entre otros objetos de los gobernantes que lo habitaron. En las visitas al castillo también se cuentan historias sobre el mismo Vlad Tepes a visitantes que ya de por sí se fascinan con las historias de miedo sobre vampiros y que acaban de fascinarse en ese lugar. La verdad, una buena estrategia de márquetin.

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El castillo de Peles se mandó construir por el rey Carlos I de Rumanía en el S. XIX. El rey se enamoró de la región de Sinaia y quiso construir ahí su castillo, que es en mi opinión el castillo más bonito en Transilvania. Elegante, sublime y una obra de arte arquitectónica. El viaje en tren desde Brasov a Sinaia es muy agradable, pues el tren atraviesa un sinfín de montañas, túneles y valles. Las vistas son espectaculares.

Si este post os ha incitado un poco a animaros a visitar la ciudad, ¡he cumplido mi objetivo! Tanto si viajas desde Cluj o desde Bucarest, la ciudad está a unos 300 km aproximadamente pero, sin duda, el viaje vale la pena.

Gracias por vuestra lectura,

Dora

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