Qué ver en Bosnia en un día

¡Hola a tod@s de nuevo!

Hoy voy a hablaros de mi viaje por Bosnia.

Nuestro paso por este paíse fue bastante breve y un poco a correr. Un día una amiga del Erasmus y yo nos dimos cuenta que nuestra estancia en Pula ya estaba acabando y nuestras oportunidades de ir tanto a Bosnia como a Montenegro (del que os hablaré en el siguiente post) se reducirían una vez nos fuésemos de Pula. Y eso que el trayecto no era precisamente corto, desde Pula nos pegamos unas 7 horas conduciendo hasta Mostar, nuestra primera parada. Lo bueno es que nos íbamos turnando y hacíamos paradas entonces se hizo menos duro.

Muchos de nuestros compañeros decidieron no venir porque era bastante tute y tendríamos que levantarnos temprano todos los días para aprovechar al máximo el tiempo, no deteneros en restaurantes etc. Eso sí, a día de hoy me alegro mucho de que lo hubiésemos hecho aunque fuese de esta manera, sino me habría quedado sin conocer aunque fuese un poco de estos dos maravillosos países. Lo habitual es coger vuelo hasta Dubrovnik, la ciudad croata más cercana, y alquilar un coche para moverse luego por Bosnia y Mostar ya que no están a demasiada distancia.

Datos de interés

Recomiendo alquilar un coche para moverse por Bosnia. Este viaje sería imposible de llevar a cabo sin diponer de coche porque al visitar tantos sitios en solo un día, los horarios de bus no te permiten esa flexibilidad y llibertad.

Un dato importante si hacéis el viaje en coche desde Dubrovnik u otro país cercano es que a veces en el paso fronterizo a Bosnia podéis encontraros con caravana. Por mi experiencia, había leído que a veces se hacían colas increíbles, que tenías que enseñar el pasaporte e incluso a veces el equipaje, etc.; pero cruzamos la frontera varias veces, de hecho dentro de Croacia para llegar a Dubrovnik hay que cruzar sí o sí Bosnia por lo que no nos libramos de pasar unas 4 veces o más. Solo una de estas veces nos encontramos con un poco de caravana pero en una media hora ya pudimos seguir con nuestro camino. Ni siquiera hacen mucho caso al pasaporte, a veces ni se paran a verlo y te dejan pasar directamente. Depende mucho de por qué zona cruces la frontera.

Dicho esto, una vez cruzamos la frontera nos dimos cuenta de que Bosnia es un país muy distinto a Croacia aunque ambos hubiesen sufrido la guerra Yugoslava. Visitar Bosnia supone recordar una guerra cuyas heridas todavía se pueden aprecian en plena calle.

A medida que avanzábamos nos fijábamos en los edificios y en muchos de ellos todavía se podían apreciar los agujeros de bala, como si los hubiesen mantenido a propósito. Pero me pareció una forma de hacernos reflexionar y saber que aunque estos lugares sean hoy en día bastante turísticos y hayan conseguido reconstruirse de una manera brutal, no hasta hace mucho sufrieron los daños de una guerra que en cierto modo sigue presente a día de hoy. Es increíble como muchas lugares han pasado de ser lugares totalmente destrozados a renacer de entre las cenizas y convertirse en lo que son hoy.

Un perfecto ejemplo de ello es nuestra primera visita, el puente Stari Most sobre el río Neretva, que cayó durante los bombardeos y fue reconstruído en piedra en el año 2004. Se ha convertido en una especie de símbolo. De eso os hablaré a continuación.

Itinerario en Bosnia

Mostar

Como he dicho, Mostar fue nuestra primera parada para ver su famoso puente. Lo mejor para aparcar es alejarte un poco del centro aunque no aparques muy cerca ya que está todo bastante lleno y si vais en temporada alta probablemente sea misión imposible encontrar espacio libre. Nosotras lo dejamos en un parking de tierra bastante grande y con las indicaciones de google maps llegamos en unos 20 minutos. Pero cuidado, conozco a una pareja que han ido tambien a Mostar y han aparcado exactamente en el mismo sitio que os he puesto y su experiencia no ha sido tan buena, le rompieron los cristales del coche para robarles. Quizás por eso no recomiendo expresamente ese parking pero sí esa zona no tan céntrica.

A medida que nos íbamos acercando al puente iban aumentando el número de restaurantes, bares, tiendas de suvenires, etc. por las calles. Justo en la zona del puente encontramos un montón de puestos con mucho encanto donde vendían suvenires y artesanía local, desde bisutería a lámparas, carteras de tela y demás objetos.

Esta zona sí está bastante masificada. Nosotras fuimos la primera semana de junio, así que en julio y agosto debe ser bastante peor. Aún así el sitio es increíble. No solo por el famoso puente Stari Most (puente viejo) en sí y todos los puestos de las calles que le aportan encanto, sino que también las vistas a los dos lados del puente son preciosas. Toda la zona tiene una gran influencia musulmana que se puede apreciar en las tiendas, la artesanía… Las tiendas que más me llamaron la atención fueron unas llenas farolillos preciosos.

Decidimos comer algo rápido para no perder tiempo y coger carretera de nuevo hacia nuestra siguiente parada: las Cascadas de Kravica.

Cascadas de Kravica

El trayecto es de una hora más o menos. Usando google maps no tiene pérdida. Encontramos un parking gratuito justo a la entrada. Para entrar a ver las cascadas hay que pagar, no recuerdo la cantidad exactamente pero no eran más de 5€ la entrada.

Una vez entramos, caminamos un poco hasta encontrar las cascadas que estábamos buscando. Hay que decir que habían otras cascadas que visitar dentro de la zona pero no disponíamos de tiempo para más que para ver esta. La Cascada de Kravica es alucinante, me recordó un poco al parque Nacional de Krka en Croacia y sus cascadas, del que os he hablado en mi post anterior:

https://erasmusu.com/es/erasmus-croacia/blog-erasmus/descubriendo-el-parque-nacional-de-krka-772521

Por esta zona hay un par de chiringos y aseos. Hay que decir que el lugar estaba lleno de gente, pero casi nadie bañándose y eso que está permitido en toda la zona excepto en un área delimitada justo al lado de la gran cascada. Es un lugar muy frecuentado por los locales de Bosnia en verano cuando quieren huir del calor, de hecho, la mayoría de los que vimos en la zona no parecían turistas sino familias locales de excursión al lago.

Para cruzar de la zona de los chiringos hasta la zona de enfrente mucho más cerca de las cascadas se puede ir nadando o bien pagar por ir en una pequeña barca para más o menos 6 personas que te lleva de un lado a otro. La barca es bastante cara teniendo en cuenta que la distancia es mínima de un punto a otro. No hicimos ni una cosa ni la otra porque la barca como dije no merecía la pena, e ir nadando no era una opción ya que teníamos todas nuestras cosas con nosotras y dejarlas allí con la cantidad de gente que había era demasiado arriesgado.

Quizás os llame la atención que no visitásemos la capital Sarajevo, pero lo cierto es que nos llamaban más la atención Mostar y las cascadas, y no queríamos dejar de visitar ninguno de estos dos sitios. De todas formas, por lo que tengo entendido también vale la pena visitarla si disponéis de más tiempo que nosotras.

¡Esto es todo! En el siguiente post os explicaré la segunda parte de nuestro viaje recorriendo Montenegro. ¡Gracias a todos los que me leéis!

Lucía

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