Qué ver en Berlín en 3 días
En el mes de enero conseguimos tener 3 días libres y, dado que acababan de pasar las fiestas navideñas y todo el mundo parece estar ocupado durante estas fechas, nos pareció bien viajar a Berlín. Por eso hoy os voy a contar qué ver en Berlín en 3 días para que exprimáis vuestro tiempo al máximo. Como podéis imaginar, viajar en esta época del año nos ahorró muchas colas, ya que normalmente hay demasiada gente como para disfrutar de la experiencia, y nos permitió descubrir la ciudad de una manera diferente.
La ciudad de Berlín tiene muchas facetas. Su oscuro pasado convive en perfecta armonía con sus coloridas calles. Disfruté mucho reviviendo diferentes episodios importantes de la historia de Europa. Mi objetivo no era necesariamente entender lo que pasó en sí, sino intentar comprender cómo fue posible. Aparte de todo lo que tiene que ver con la Segunda Guerra Mundial, nos dimos cuenta de que Berlín tiene muchísimo más que ofrecer, ya que la ciudad es la combinación perfecta entre lo antiguo y lo moderno, la simetría y la decoración, la riqueza y la pobreza... ¡Lo tienes todo para pasar 3 días en Berlín inolvidables!
Cogimos un tren de Ámsterdam a Berlín, nos registramos en el Eastener Hostel (que se encuentra a tan solo 15 minutos andando de la estación central de trenes de Berlín) y nos dirigimos a explorar la ciudad.
Para que lo tengas a mano a la hora de preparar tu escapada, te dejo una lista de todo lo que visitar en Berlín en 3 días.
Qué ver en Berlín en 3 días
- Puerta de Brandenburgo
- Monumento a los judíos de Europa asesinados
- Catedral de Berlín
- Isla de los museos
- Palacio de Charlottenburg
- Muro de Berlín y East Side Gallery
- Alexanderplatz
- Torre de telecomunicaciones (Fernsehturm)
- Checkpoint Charlie
- Edificio del Reichstag
- Parque Tiergarten
- Museo de arte contemporáneo Hamburger Bahnhof
Día 1 en Berlín
Free Walking Tour Berlín
Siempre opto por un recorrido turístico a pie si tengo la oportunidad de visitar una ciudad que a simple vista se ve que tiene mucho más que ofrecer que tan solo dar un paseo por su casco antiguo. Así pues, empezamos nuestro primer día en Berlín recorriendo la ciudad junto a un guía turístico.
Y no nos equivocamos. Hubiese sido muy difícil descubrir por nosotras mismas lugares como la Puerta de Brandenburgo, el punto exacto donde se encontraba el búnker de Hitler, la plaza Gendarmenmarkt, la plaza de París, el Ministerio del Aire del Reich, la plaza Bebelplatz (donde se quemaban los libros prohibidos durante el Tercer Reich) o la Universidad Humboldt, donde se puede encontrar información muy interesante a cerca de Einstein y la huella que dejó en esta universidad.
Todo esto es mejor visitarlo junto a un guía turístico local que nos vaya mostrando de manera entusiasta los mejores rincones de la ciudad. El primer día de cada viaje que hago, nunca me pierdo el recorrido turístico a pie.
Puerta de Brandeburgo
Llegamos muy tarde a Berlín, pero esto no nos impidió ir a dar un paseo hasta la Puerta de Brandeburgo y hacernos unas cuantas fotos. Sin embargo, no fue hasta el día siguiente, tras haber terminado nuestro recorrido turístico a pie, que entendimos toda la historia que hay detrás del monumento militar más famoso de la ciudad.
Cuando se construyó esta puerta, hace unos 200 años, su propósito era meramente marcar el final de la avenida Unter den Linden. Unos años después, los soldados del ejército de Napoleón se llevaron la cuadriga que corona el monumento como trofeo de guerra. Sin embargo, tras una breve estancia en Francia, la cuadriga fue devuelta una vez que Napoleón fue derrotado. Un poco más recientemente, en 1989, miles de berlineses se reunieron en la Puerta de Brandeburgo para celebrar la caída del Muro de Berlín. Desde entonces, la puerta se ha convertido en un símbolo de la paz y la unidad alemana, ya que el país había estado dividido en dos mitades durante todo el periodo de la Guerra Fría. Se pueden encontrar muchas fotos en Internet a cerca de este momento histórico que, de hecho, es más reciente de lo que creemos.
Monumento a los judíos de Europa asesinados
No puedo describir con palabras lo que realmente sentimos mientras nos adentrábamos en este monumento. Los bloques de hormigón haciéndose cada vez más altos, perfectamente alineados, rodeados de caminos ondulados en forma de ola que representan la incertidumbre... Enfrentarme al duro pasado que tiene esta ciudad y cómo los asesinatos en masa son un hecho más real de lo que pensamos no fue nada fácil para mí. Este monumento hace que todos estos hechos se vuelvan muy reales para todo aquel que lo visita.
También visitamos el pequeño museo subterráneo que se despliega debajo del monumento, a nivel del suelo. El monumento al Holocausto representa sutilmente muchas metáfora, en este pequeño museo todas estas metáforas cobran vida y se explican gracias a la exposición de la vida de diferentes personas de origen judío. La Sala de las Dimensiones está llena de nombres, de historias familiares, de fotografías, diarios, grabaciones y cartas que nos mantuvieron deambulando por el lugar con la boca abierta durante más de una hora y media.
Catedral de Berlín
Terminamos nuestro recorrido turístico a pie muy cerca de la Isla de los Museos, así que decidimos que esta famosa isla sería lo próximo que visitaríamos. Justo al lado, rodeada de icónicos edificios antiguos, se encuentra la catedral de Berlín. Se trata de una iglesia evangélica que nunca ha sido una iglesia en el sentido estricto de la palabra, pero nadie puede negar que, tanto por dentro como por fuera, esta catedral es preciosa. Era el lugar donde los calvinistas y los luteranos rendían culto a Dios. Tras sufrir considerables daños durante los bombardeos que el ejército aliado efectuó sobre la ciudad de Berlín, aun continúa en proceso de restauración. Los trabajos de restauración comenzaron hace más de 40 años y corrían a cargo de las autoridades de Berlín Este, pero, hoy en día es difícil encontrar fondos que sufraguen estas obras.
Isla de los Museos de Berlín, patrimonio de la humanidad de la UNESCO
Como las dos estábamos de acuerdo en que era una gran idea visitar todos los museos de la ciudad porque en todos ellos exponen obras maravillosas, nos compramos la tarjeta Museum Pass. Gracias esta tarjeta tendríamos acceso a más de 30 museos por tan solo 12 euros (tarifa reducida para estudiantes) durante 3 días. Si también sois fanáticos de los museos, os dejaré aquí el link para conseguir esta tarjeta, ya que es una ganga.
- Altes Museum (Museo Antiguo): podéis comprar aquí vuestro Museum Pass y continuar la visita de inmediato. Un guía turístico nos condujo cronológicamente a través de una preciosa colección de joyas hasta terminar en la "Habitación Azul", donde se exponen una serie de más de 1000 monedas. Y, por supuesto, no pudimos perdernos el contemplar los bustos de César y Cleopatra.
- Neues Museum (Museo Nuevo): aquí encontraréis el espectacular busto de Nefertiti, sin duda el punto fuerte de este museo. Tres guardias de seguridad protegían el busto, así que tened por seguro que no es algo que se ve todos los días. Lo que más nos impresionó de ella fue su increíble belleza y cómo este era el canon de belleza en aquellos entonces en comparación con el de hoy en día (rostro alargado, labios gruesos, eyeliner... ).
- Alte Nationalgalerie (Antigua Galería Nacional): este edificio se construyó a imagen y semejanza de los antiguos templos griegos, siguiendo la tendencia neoclásica de la época. En este museo, nuestro guía no solo nos condujo a través de preciosos pasillos llenos de columnas y estatuas antiguas, sino que también nos mostró obras de Monet y de Renoir. El tercer piso está dedicado al artista alemán Goethe y a sus fascinantes obras del periodo del Romanticismo. Durante la visita a esta planta, nos las ingeniamos para tocar una alarma de incendios sin querer, ya que nos acercamos demasiado a un cuadro. En la Antigua Galería Nacional también podréis encontrar la famosa obra «Monje a la orilla del mar» del pintor Caspar Friedrich. Aseguraos de no acercaros demasiado a los cuadros si no queréis llamar demasiado la atención como nos pasó a nosotras...
- Museo Bode: se podría decir que hicimos una entrada triunfal en el cuarto museo que visitamos, ya que tuvimos que cruzar el puente Monbijou para llegar hasta él. Este museo está lleno de exposiciones egipcias y nubias, y también tendréis la oportunidad de explorar sus cinco patios, los cuales se agrupan alrededor de un eje central. Y no olvidéis intentar encontrar las estatuas de la diosa Venus y Mercurio que adornan la bóveda del edifico.
- Museo de Pérgamo: reservamos este último museo para el final porque habíamos escuchado que no hay ninguno como él en el mundo entero. Definitivamente, disfrutamos muchísimo contemplando algunos de los tesoros mejor escondidos del mundo: reliquias de Irán, el Antiguo Oriente, Egipto y el Cáucaso. Este museo está lleno de colecciones que provienen de muchos países diferentes, siglos diferentes y culturas diferentes. Así que, en definitiva es una maravilla en sí mismo. Desgraciadamente, no pudimos visitar la exposición más importante: el Altar de Pérgamo, porque lo estarán restaurando hasta 2023.
Día 2 en Berlín
Palacio de Charlottenburg
Empezamos nuestro segundo día en Berlín cogiendo un tren hasta Postdam para ir a visitar el precioso palacio rococó de Charlottenburg. Este es el palacio más grande que se encuentran a las afueras de Berlín, y uno de los más bonitos. Desafortunadamente, en enero tan solo 4 de los 6 palacios están abiertos al público, y la fachada principal estaba restaurándose en aquellos momentos, así que no pudimos disfrutar plenamente de ella.
De todos modos, lo que sí logramos ver superó con creces nuestras expectativas. El interior del palacio, y en concreto uno de sus salones de baile, me atrevería a decir que era incluso más bonito que el palacio de Versalles. Las habitaciones están decoradas con detalles en forma de hojas naturales y sus vívidos colores te dan una idea de cómo era la vida de la familia real prusiana en aquellos tiempos. El palacio pertenecía a la primera reina consorte de Prusia, así que no me extraña que jamás hayamos contemplado nada igual.
Restaurante Bennywood
Tan solo a unas cuantas manzanas de distancia del palacio encontramos este restaurante donde finalmente pudimos probar las famosas «currywurts» y algunas patatas fritas. En aquellos momentos no nos dimos cuenta, pero acabábamos de hacer un gran descubrimiento. Lo creáis o no, el Bennywood es un restaurante de 5 estrellas y es un auténtico santuario de la cultura rock y pop americana.
El dueño, Benny, nos dio la bienvenida en la puerta y, aunque intentamos conversar con él en alemán, él fue muy amable y nos sirvió personalmente, nos dio a probar su deliciosa salsa casera y sus salchichas con curry y nos enseñó todos los entresijos del local. ¡Muchos de los objetos de su colección se iluminaban, se movían y tocaban música! Si os encontráis por esta zona, no dudéis en ir a hacerle una pequeña visita a Benny y degustad sus increíbles platos. ¡Solo cuestan 2 euros!
Muro de Berlín Este y la East Side Gallery
Dejamos Charlottenburg y regresamos en tren a la ciudad. Nuestra siguiente parada fue la East Side Gallery o lo que una vez fue el Muro de Berlín en sí mismo. A día de hoy, esta es la galería al aire libre más larga del mundo. A lo largo de un kilómetro se exponen obras artísticas relacionadas con el Muro y su historia en sí, justo al lado del río Spree. Aprendimos que, justo cuando el Muro cayó, miles de artistas comenzaron a pintar en sus paredes y, tan solo un año después, el Muro de Berlín se convirtió en un monumento protegido. Justo aquí encontramos el famoso mural del pintor Vrubel que representa a Leonid Brezhbev y a Erich Honecker besándose fraternalmente.
Alexanderplatz
Después de descansar un poco junto a las orillas del río Spree, nos dirigimos a uno de los lugares más animados de la ciudad: Alexanderplatz, en el distrito de Mitte. Es la plaza más grande y más popular de la ciudad. Su nombre proviene del Zar Alejandro I de Rusia, y hace más de cien años se utilizaba para hacer desfiles militares y entrenamientos; posteriormente, este era el lugar donde se citaban para celebrar combates callejeros. Durante la Guerra Fría, se organizaron muchas huelgas pacíficas en esta plaza en contra del régimen impuesto por la Alemania Oriental. No es precisamente sorprendente que Alexanderplatz sea tan importante.
Justo en medio de la plaza se encuentra el Reloj Mundial (Weltzeituhr) que fue diseñado por más de cien ingenieros. Este enorme reloj mecánico mide 10 metros de alto y pesa 16 toneladas; su función principal es mostrar la hora de varias zonas horarias el planeta. No dudéis en ir a echarle un vistazo e intentar ver qué hora es en vuestros respectivos países, porque ¡realmente funciona! Siempre lo veréis en constante movimiento, mostrando la hora de más de 148 ciudades principales alrededor del mundo.
Torre de telecomunicaciones de Berlín (Fernsehturm)
La Torre de telecomunicaciones de Berlín es el edifico más alto abierto al público de toda Europa, y, por supuesto, debía estas en nuestra lista, ya que, fuésemos a donde fuésemos, veíamos esta torre de 379 metros de altura desde todos los puntos de la ciudad. También se encuentra en Alexanderplatz y, aunque tuvimos que hacer una cola muy larga para entrar en el edificio, ¡las vistas de la ciudad mecieron la pena! Cuenta con una ascensor para subir hasta la cima (no os preocupéis) y lo mejor de todo es que este ascensor te lleva hasta el observatorio de la torre en tan solo 40 segundos.
Checkpoint Charlie
A continuación, visitamos los restos del un antiguo paso fronterizo. La barrera, el puesto de control, la bandera y los sacos de arena son exactamente iguales a los que había en su origen. Este puesto de control se hizo muy popular cuando se convirtió en el paso fronterizo por el que cruzaba el ejército Aliado. Justo cuando se designó precisamente este puesto de control, tuvo lugar una pequeña batalla de tanques entre el ejército norteamericano y el ejercito soviético. Fue genial pisar el mismo suelo que tantísimas otras personas habían pisado intentando escapar hacia la Alemania Occidental hace unos 50 años. Si tenéis la oportunidad, visitad también el museo anexo. Os trasportará a otra época, os lo garantizo.
Restaurante Ali Baba y su falafel
Después de un largo día de dar vueltas por toda la ciudad, decidimos ir a probar los mejores falaféls de Berlín al restaurante Ali Baba en Boxhagener Kiez. Se considera que este es el mejor restaurante de comida del Medio Oriente de toda la ciudad. Los faláfels son enormes y te ponen dos en el plato, así que pensad muy bien si tenéis hambre suficiente como para pedir algo más aparte. Nosotras llegamos al restaurante entre las 7 y las 8 de la tarde y no había mucha gente, pero, por alguna extraña razón, tuvimos que esperar un poco antes de conseguir una mesa. Creo que no hace falta decir que la espera mereció la pena ya que todavía recuerdo lo deliciosa que estaba la comida.
Día 3 en Berlín
Edificio del Reichstag, Parlamento alemán
Si queréis ir a visitar el Parlamento, tenéis que reservar el tour guiado por Internet con antelación, así que no podéis presentaros en la entrada el edificio sin más. Podéis reservarlo mínimo dos horas antes de empezar la visita.
Como casi todos los tours guiados ya estaban reservados, nosotras optamos por subir hasta lo más alto de la cúpula del Reichstag para contemplar el amanecer antes de que la ciudad de Berlín se despertara por completo. Y os aseguro que las vistas no nos decepcionaron. Subir hasta lo alto de la cúpula os permitirá admirar la maravillosa forma circular del edificio y la luz que traspasa los muros de cristal. ¡Es todo un espectáculo!
Tiergarten
Desde lo alto del Parlamento pudimos observar el parque Tiergarten, situado justo en el centro de la ciudad, lleno de gente tomando el sol relajadamente o haciendo deporte, skaters, ciclistas, etc. Nos impresionó enterarnos de que en este parque las familias suelen hacer muchos pícnics, ya que normalmente en los parques está prohibido pisar el césped. Parece ser que en el Tiergarten no está prohibido.
Museo de arte contemporáneo Hamburger Bahnhof
El Museo de arte contemporáneo Hamburger Bahnhof fue el último lugar que visitamos, ya que se encuentra a tan solo 15 minutos andando de la estación de trenes, a donde debíamos dirigirnos tras nuestra visita al museo. Así que, nos pareció el broche de oro perfecto para terminar nuestro tour de 3 días por Berlín.
Anteriormente, este museo era una antigua estación de trenes. Actualmente, el Hamburger Bahnhof es conocido por ofrecer a sus visitantes algunas de las mejores exposiciones de arte contemporáneo. Destacan obras de pop art muy interesantes y exposiciones de arte minimalista. Aunque, siendo sincera, algunas de las obras expuestas en este museo nos resultaron demasiado difíciles de entender.
Normalmente, solemos disfrutar del arte minimalista hecho con buen gusto y elegancia, pero unos pantalones enmarcados o un montón de ropa tirada sobre una estatua no era precisamente el tipo de arte "elegante" que esperábamos encontrar.
Honestamente, creo que Berlín no tiene nada que la haga resaltar entre las demás ciudades europeas. Después de todo, considerando que la ciudad vivió periodos muy oscuros y su pasado comunista da mucho juego, en esta ciudad hay muchas cosas que asimilar y 3 días no son suficientes para ello. Al fin y al cabo, Berlín demostró ser una ciudad mucho más interesante de lo que yo había esperado en un principio. Los artistas callejeros sin duda añadieron mucho color a sus calles y ocultaron un poco su oscuro pasado.
Ellos convirtieron Berlín en una ciudad muy creativa en la que tenéis que sumergiros de lleno para descubrir sus mejores facetas. Se pueden ver grandes grafitis por todas partes. Al final, tengo que admitir que Berlín consiguió cautivarme. Me encantaría volver algún día para vivir nuevas experiencias entre sus calles llenas de coloridos grafitis.
Espero que te haya gustado este post sobre lo que ver en Berlín en 3 días y disfrutes mucho de tu estancia.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: 3 days in Berlin
- Italiano: 3 giorni a Berlino
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