Primeros dos días en Berlín

¡Buenas a todos! Justamente por estas fechas hace un año, cuando mis amigas y yo acabamos los exámenes del primer cuatrimestre, decidimos hacer un viaje a Berlín, la capital alemana. Aunque el frío fue helador y el tiempo no acompañó, disfrutamos muchísimo de esos días por Berlín y aprendimos un montón sobre la historia de Alemania y la importancia que ha tenido a nivel mundial, especialmente en el siglo XX. Para seros sincera, no iba con muchas expectativas, pero Berlín fue una ciudad que tanto a mis amigas como a mí nos enamoró por completo.

Por ello, en el post de hoy y en el siguiente os cuento mi experiencia de un par de días por la capital de Alemania, así como el itinerario que seguimos, dónde comimos, o qué visitamos.

Dónde nos alojamos

Quería dedicarle un apartado al tema alojamiento, ya que siempre es importante encontrar un buen sitio para dormir que tenga buena calidad-precio. Tras mirar varios hostales o apartamentos, finalmente nos decantamos por un albergue llamado Happy Go Lucky, situado en el barrio de Charlottenburg, está reservado casi exclusivamente para jóvenes, ya que la mayoría de las habitaciones están compuestas de literas, pensadas para grupos. Por lo tanto, si venís con familiares, considero que podríais alojaros en un hotel más cómodo.

Para aquellos mochileros, os recomiendo este hostal, ya que el personal es agradable y las habitaciones estaban limpias, aunque los cuartos de baño se encontraban en el pasillo, fuera del cuarto. A unos diez minutos andando, había un supermercado donde compramos el desayuno de todos los días, así como agua o fruta.

El Happy Go Lucky a pesar de encontrarse algo apartado del centro de Berlín, está ubicado justo al lado de la estación de tren y metro Berlin – Charlottenburg, por lo que nos resultaba muy fácil llegar hasta el centro debido a su buena comunicación.

Itinerario

Primer día

Mis amigas y yo salimos de Sevilla sobre las seis y media de la mañana y llegamos al aeropuerto de Berlín-Schönefeld a las nueve y media. Para llegar al centro desde el aeropuerto, cogimos la línea de bus X7, que nos dejó en la estación U Rudow, y desde ahí cogimos el metro U7 en dirección Charlottenburg, para dirigirnos al hostal, hacer el check-in y dejar las maletas.

Tras hacer esto, almorzamos en una hamburguesería que se encontraba al lado del hostal, y luego cogimos el metro en dirección hacia nuestra primera parada, la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm, que me llamó mucho la atención puesto que tanto su exterior como interior fueron destruidos en la Segunda Guerra Mundial, y a día de hoy aún no se ha restaurado para que actúe como memorial. La entrada a su interior es gratuita, y vale mucho la pena ya que podemos darnos cuenta de los estragos de la guerra en las piezas de mosaicos que faltan en las paredes debido al bombardeo que esta iglesia sufrió.

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