Al fin llegamos a Berlín! (último destino!)
Llegamos a Berlín (nuestro último destino)
Finalmente llegamos a Berlín, nuestro último destino. Hasta ahora el viaje ha estado muy pesado y en lo personal comencé a cansarme de estar viajando. Estoy feliz por conocer lugares pero al mismo tiempo ya quiero volver a Madrid para dormir en mi departamento, en la cama donde estoy acostumbrada y comer como siempre, porque cuando estás de viaje tu dieta tiende a desbalancearse por tantas hamburguesas de un euro, tantos kebabs, burritos y falsa comida mexicana.
Llegamos a Berlín como a mediodía, el camión hizo aproximadamente cinco horas desde Bremen, otra ciudad alemana en la que nos quedamos antes (puedes ver cómo nos fue en mi blog). El camión te deja en una estación donde se encuentra tanto el metro suburbano como el metro, pero al ser un país cuyo idioma no hablamos, se nos hizo un poco difícil encontrar las estaciones y las rutas adecuadas. Eso sí, hay algunos guardias que están dispuestos a ayudarte.
Sobre el metro de Berlín, la importancia de validar tu boleto de metro
Desde mi perspectiva, los alemanes son bastante confiados porque realmente cualquiera podría entrar al metro sin comprar un ticket e ir a donde quiera. No hay torniquetes, ni trabajadores que te pidan tu boleto para darte acceso, se podría decir que es libre para que cualquiera que quiera tomar el transporte lo tome. Sin embargo, todos los alemanes compran sus tickets en las máquinas expendedoras porque unos amigos que estuvieron de intercambio en Berlín me contaron que teóricamente hay guardias disfrazados de civiles que pueden llegar en cualquier momento a un vagón y exigirte de la nada tu ticket. Si no lo traes puedes ser acreedor de una multa de 40 euros, que vendrían siendo aproximadamente como $ 44. 78 dólares aproximadamente.
Debido al miedo que teníamos de que nos cacharan, decidimos comprar los boletos para transportarnos en el metro. Si vienen cuatro, les recomiendo que compren un ticket para cuatro personas porque sale mucho más barato. Sin embargo, el último día en Berlín nos dimos cuenta que pudimos ser multadas porque aparentemente el hecho de que compres tu boleto de metro no es suficiente, lo tienes que verificar. A mucha gente le ha ocurrido que cree que con sólo comprar el boleto es suficiente, pero no. Una vez que la máquina te imprima en ticket, tienes que validarlo en una de las máquinas que se encuentra a un lado. ¿Y qué es validarlo? Simplemente tienes que sellarlo para que esté “activo” porque si no lo haces es como si estuvieras haciendo trampa y aun así te ponen la multa. A los inspectores de seguridad realmente no les importa si no sabías o eres extranjero y no sabes alemán, simplemente te ponen tu multa automáticamente sin decirte más nada, así que ya saben chicos, mucho cuidado en el metro de Berlín.
Una foto de una estación del metro de Berlín al aire libre. Se encuentra bastante bien cuidado, es muy amplio, fácil de usar y permite transportar bicicletas y maletas.
Uno de los departamentos más lindos de todo el viaje (aunque casi lo quememos)
No me cansaré de hablar sobre las maravillas y las millones de ventajas que tiene rentar un apartamento en Airbnb con tiempo. Si van muchas personas, definitivamente gastarán mucho menos que en un hostal y podrán estar más cómodas. Durante nuestros viajes tuvimos más que buenas experiencias en los departamentos pero este fue el favorito de todas porque era el más grande y el más cómodo.
El piso era de madera, por lo que le daba un toque bastante elegante. Aunque la cocina, la sala y el comedor se encontraban en el mismo cuarto, realmente no fue un problema porque ese cuarto era bastante amplio por lo que podías cocinar, comer y dormir sin ningún problema de espacio. Este departamento tenía cuatro grandes ventanas que eran del tamaño del muro, así que entraba mucho aire fresco, aunque en la temporada en la que fuimos todavía hacía bastante frío y tuvimos que mantenerlas cerradas (excepto cuando casi quemamos el departamento). La cocina estaba limpia y tenía todos los utensilios listos para cocinar.
Una foto de parte de la estancia donde se encontraba el sillón que se hacía cama, bastante cómodo por cierto.
Otra de las cosas que más nos gustó fue el baño, ya que era del tamaño de un cuarto completo. Ahí se encontraba la lavadora, aparte del retrete y la ducha. Era muy cómodo salir de bañar y poderte cambiar ahí sin sentir que estás limitada de movimiento. Aparte, en nuestra ducha había un contador de litros de agua gastados, algo que jamás había visto en otro departamento. Este dispositivo era parecido al marcador de kilometraje en un carro, y llevaba un recuento histórico del agua consumida que iba aumentando conforme gastaras el agua. En lo personal, yo me sentía un poco angustiada de bañarme y ver cómo iba aumentando, así que me pareció una excelente idea porque así tienes una idea más visual de cuánta agua te gastas porque literalmente te lo recuerda a cada minuto que pasa. Hubo varias ocasiones en las que cerré la llave mientras me enjabonaba porque me sentía apenada de gastar tanta agua, creo que es un hábito que todos deberíamos de adoptar.
Una foto del baño más amplio que he visto en mi vida. En perfectas condiciones y todo increíblemente limpio.
La única habitación que había se encontraba hasta el fondo, tenía una cama matrimonial para dos personas y sábanas limpias. Realmente dormimos bastante bien ahí y consideramos que el apartamento se encuentra en una excelente ubicación, ideal para cualquier tipo de viajeros. Si deseas ponerte en contacto con la persona que me lo rentó comunícate conmigo mandándome un mensaje en mi perfil para que te pase su contacto.
La cama del cuarto, con sus sábanas limpias y espacio en el closet para poner tu ropa por si es que te quedas más tiempo rentando el apartamento. También encontrarás una plancha y un material para colgar ropa cuando la laves.
Una breve historia de cómo casi quemamos el apartamento rentado
Estábamos muy cansadas. Nuestro departamento tenía un sofá cama, el comedor y la cocina en un cuarto muy amplio, así que nos encontrábamos todas juntas. Mi mamá quería una taza de café pero tenía flojera de levantarse a poner el agua, así que mi prima se levantó para hacerlo por ella. Lamentablemente, mi prima no se dio cuenta de que la tetera era eléctrica, así que la sacó de su base y la puso sobre la estufa de vitrocerámica y la prendió.
Yo me encontraba trabajando en mi laptop a un lado de la estufa, y en menos de un minuto desde el momento en el que la puso comencé a percibir un olor extraño. Les pregunté si algo se quemaba, pero cada quien estaba en sus cosas, así que no me hicieron mucho caso. De repente comenzó a salir humo de la tetera, pero en un inicio lo confundimos con vapor de la tetera aunque se nos hacía extraño que hirviera tan rápido. De repente, me levanté porque olía demasiado extraño y decidí levantarla. Nunca olvidaré mi impresión de ver cómo la parte plástica debajo de la tetera comenzó a caer como agua negra sobre la estufa de vitrocerámica, ¡estaba completamente derretida!
En ese momento, todas nos alteramos un poco por lo sucedido, más porque era un apartamento que conseguimos por Airbnb y ahora tendríamos que destinar parte de nuestro tiempo de turismo para conseguir una tetera exactamente igual. Creo que ese pensamiento no pasó mucho tiempo por nuestra cabeza, porque a los segundos la estufa prendió fuego. Resulta ser que el plástico que se derritió de la tetera, se cayó sobre la estufa y se solidificaba rápidamente, pero al ser un compuesto algo volátil, con el mismo calor de la estufa se prendió. Por un momento todo pasó por nuestra cabeza, todas pensábamos que no sólo habíamos echado a perder una tetera, sino también una estufa de vitrocerámica y déjame decirte que no son nada baratas. También pasó por nuestra mente que hubiera un detector de humo en el edificio y se activara la alarma contra incendios, pero afortunadamente nada de eso pasó.
Al intentar limpiar la vitro cerámica nos dimos cuenta de que lo único que teníamos que hacer era tallarla muy bien para retirar el plástico quemado, pero realmente no tendríamos que reemplazarla. Lo único que sí tuvimos que reemplazar fue la tetera, que al final compramos una mejor que la que tenían en el departamento y el dueño ni cuenta se dio. Esa noche tuvimos que dormir todas en el mismo cuarto porque el apartamento apestaba a plástico quemado, abrir las ventanas durante algunas horas no fue suficiente para que el olor penetrante se desvaneciera, así que tuvimos que dormirnos todas juntas en el único cuarto donde no olía horrible. Afortunadamente nada de esto pasó a mayores pero si nos dimos un buen susto.
Lamento mucho no ponerles fotografías de esta terrible odisea, pero entenderán que cuando algo se quema lo último que se te ocurre es tomar fotografías, ¿verdad?
Unos divertidos semáforos
Usualmente estamos acostumbrados a ver semáforos que se componen de luces rojas, verdes o amarillas pero no hay más de eso. En Berlín, los semáforos tienen un diseño que me parece bastante peculiar, para la señal de “alto” encontrarás a un hombre rojo con gorra que tiene las manos colocadas como cruz. Para la señal de “siga” encontrarás a un hombre verde con gorra que se encuentra de perfil caminando. Estas señalizaciones son tan tiernas y significativas en Berlín que en la tienda de recuerdos será normal encontrarte esas figuras en tazas, llaveros, postales y hasta imanes para el refrigerador.
¿Qué opinan de este divertido semáforo? Me gustaría tener algunos así en mi país.
East Side Gallery
Cuando llegamos por primera vez a una ciudad siempre perdemos la mitad del día, más o menos. Esto se debe a que tenemos que levantarnos muy temprano para llegar temprano al aeropuerto, ya que llegamos a la nueva ciudad tenemos que transportarnos del aeropuerto a la ciudad y comenzar a buscar nuestro hogar temporal en una zona que no conocemos. Cuando llegamos al departamento solemos estar bastante cansadas como para salir luego luego, así que descansamos un rato.
Después de descansar un poco, decidimos comer algo por la zona. Lamentablemente en algunas partes no aceptaban tarjeta de crédito, así que nos tuvimos que limitar a un restaurante de kebabs que es una de las comidas más rápidas, económicas y populares que te encontrarás en Europa.
Después de disfrutar nuestra comida, decidimos visitar una de las atracciones que más me interesaba y lo mejor era que tan sólo se encontraba a diez minutos de donde nos estábamos quedando. Al muro de Berlín se le conoce como East Side Gallery, aunque debes de considerar que gran parte del muro recorre la ciudad, así que no es algo que únicamente se limite a una zona en específico.
¿Pero por qué se le llama East Side Gallery? Esta parte me emociona mucho, porque algo tan físico e inerte como un muro era odiado y repudiado por la sociedad alemana inclusive después del derrumbe de gran parte del mismo, sin embargo quisieron promover el arte en un símbolo de odio.
Sin embargo, del otro lado del muro se puede ver una especie diferente de arte un poco más urbano, moderno y popular. No sé ustedes pero a mí me gusta más el otro lado.
Esta es una galería de arte sin costo y al aire libre, se sitúa en una parte específica del muro de Berlín, ésta parte fue salvada del derrumbe para dicha finalidad. Justo a un lado del mismo podrás encontrar una tienda de recuerdos, donde puedes sellar tu pasaporte con el famoso sello de “Checkpoint Charlie”. Este fue uno de los pasos fronterizo más famosos del muro de Berlín, así que muchos turistas suelen llevar sus pasaportes a las tiendas turísticas para que se lo sellen con este famoso sello que abría el paso entre la zona de control estadounidense y la soviética. Si te interesa comprar una parte del muro de Berlín, que las agarraron cuando lo derrumbaron, podrás comprarlas en estas tiendas. Debes de considerar que no son nada baratas, sobre todo porque es una parte de cemento de 3 cm x 3 cm, sin embargo si lo ves por el lado histórico, sí tiene bastante valor.
Es muy interesante ver los diseños y las ideas que se intentaron expresar con los dibujos y las palabras plasmadas en el muro. Algunas de ellas están en alemán y no son fáciles de comprender como un turista que no habla el idioma.
Gran parte de los dibujos del muro se encuentran protegidos por vallas para que nadie les pinte encima, y generalmente por la parte del muro que da a lo largo de la rivera del río Spree, suelen ir muchos graffiteros para plasmar sus ideas, siempre y cuando respeten el otro lado artístico del muro que no se puede modificar. Si quieren llegar aquí, deben de tomar el metro o el suburbano y dirigirse hacia S+U Warschauer Str.
Este es uno de los dibujos más reconocidos del muro de Berlín y no podía faltar mi foto con ellos. En mi opinión esta valla no ayuda en nada para prevenir algún tipo de vandalismo, pero la gente suele respetar mucho el muro.
Justo atrás de East Side Gallery también se encuentra Mercedes-Benz Arena Berlín, que es un recinto multi uso donde hay conciertos y eventos especiales.
Mis primeras impresiones sobre Berlín
Berlín era una de las ciudades que más me interesaban, porque de pequeña iba a un colegio alemán y de pequeña estuve muy cercana con la cultura alemana. Al llegar me decepcionó un poco porque me pareció que todo era bastante triste y gris. Déjenme decirles que la época tampoco ayudó mucho, porque era invierno y casi no salía el sol, los días eran bastante cortos y bastante grises también.
Al bajar del metro, los rieles me parecieron bastante sucios, desordenados y con mucho graffiti de por medio. Aunque en teoría es una ciudad segura, no lo aparenta en nada por el graffiti en las calles y en parte por la suciedad de las mismas. Todos los edificios son grandes, grises y sin diseño alguno. Espero que mi perspectiva cambie un poco o al menos pueda verlo de una manera completamente diferente, aunque le atribuyo que ya estoy cansada y quiero regresar a Madrid.
¿Ustedes qué opinarían si ven éste paisaje múltiples veces en una ciudad?
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