San Carlos de Bariloche
Primera Impresión.
En esta ocasión, voy a platicarles sobre uno de los lugares que he conocido, que más ha superado mis expectativas. Había escuchado poco sobre la ciudad de Bariloche y realmente terminé ahí por casualidad y recomendación de un completo extraño, después de haber estado en Buenos Aires, pensé que la mayoría de lugares en Argentina iba a ser similar, pero me llevé la sorpresa de que la Patagonia argentina es algo completamente distinto y con unos paisajes inigualables.
San Carlos de Bariloche es una pequeña ciudad ubicada en la provincia de Rio Negro en Argentina, es uno de los destinos más populares dentro de la Patagonia y un lugar digno de visitarse ya que está rodeado del Parque Nacional Nahuel Huapi y desde prácticamente toda la ciudad se puede apreciar la inmensa Cordillera de los Andes.
¿Qué es lo que hace tan atractiva a esta ciudad?
Visité este increíble lugar en el mes de agosto, lo que significa que estuve ahí en pleno invierno y con unas vistas espectaculares que hicieron que me enamorara completamente de la ciudad, al llegar, mi primera impresión fue que es una ciudad muy tranquila y en donde los habitantes viven en paz y con mucha seguridad, al pasear por las calles de la ciudad me di cuenta de que las puertas de las casas permanecían abiertas incluso por la noche y que niños pequeños jugaban afuera de madrugada sin ningún peligro, esto hizo que la ciudad me gustara aún más porque me hizo sentir mucha seguridad.
La mayoría de personas encuentra esta ciudad bastante atractiva por la cantidad de opciones que se tienen para esquiar y hacer deportes en la nieve. En lo personal, los paisajes que se ven es lo que hace que la ciudad sea un lugar mágico.
¿Qué vale la pena conocer dentro de la ciudad?.
En mi primer día, hice un recorrido que llaman “Circuito Chico”, este viaje empieza en Bariloche y lo que hace es rodear el lago Nahuel Huapi para ver los atractivos desde cerca, empezamos en una camioneta y después de avanzar un largo tramo llegamos a las espaldas del hotel Llao Llao, en donde alquilé una bicicleta y recorrí todo el circuito en ella contemplando la naturaleza y asimilando que ese lugar que parecía Suiza o alguna colonia europea, era realmente el sur de Argentina.
El hotel Llao Llao, es un hotel muy famoso dentro de la región que fue construido por Alejandro Bustillo y éste está hecho casi completamente de madera, éste hotel tiene gran historia ya que se incendió y se volvió a construir en 1940, después de toda su reconstrucción y de años continuos de visitas y uso, el hotel Llao Llao fue nombrado como el mejor hotel de Argentina.
Sus vistas y alrededores hacen que el hotel sea una visita obligada que definitivamente vale la pena.
Después del recorrido por Llao Llao y sus alrededores, nos dirigimos al Cerro Campanario, el cual fue mi parte favorita de Bariloche, el motivo de esto, es porque se sube en unas sillas voladoras en donde se puede disfrutar para mirar el lugar desde arriba, estando arriba hay unos miradores que tiene probablemente uno de los paisajes más increíbles que he llegado a ver. Desde arriba se pueden apreciar los lagos Nahuel Huapi y Moreno, la Cordillera de los Andes, el cerro Otto, Goye y otros lugares increíbles. Este lugar fue elegido por National Geographic como una de las mejores 7 vistas en el mundo. Además de los miradores, en la parte de arriba hay una confitería con amplios ventanales en donde se puede disfrutar del paisaje comiendo dulces típicos argentinos como son los alfajores y tomando bebidas calientes como café o el tradicional mate. Es un lugar que sin duda alguna volvería a visitar, visitarlo cubierto de nieve es algo realmente especial.
Al día siguiente, decidí conocer la ciudad y su centro histórico, el centro histórico de Bariloche es pequeño pero realmente bonito, uno de los atractivos principales del centro histórico es que casi a todas horas, se encuentra una gran cantidad de perros de raza San Bernardo, los cuales se han convertido en un símbolo de la ciudad, antiguamente se entrenaba a estos perros para rescates en la montaña en épocas de invierno principalmente, cada uno de los perros que se encuentran ahí, tienen un barril colgado en el cuello con su nombre, en el pasado, esos barriles eran llenados de ron o algún licor para que los rescatados pudieran soportar las bajas temperaturas, hoy en día los perros se han vuelto la principal atracción turística del centro de Bariloche y la gente se toma fotografías con ellos.
Las construcciones de madera y piedra y la increíble vista al lago hacen de este un lugar en donde realmente se siente paz y se respira un ambiente único.
Otro de los grandes atractivos de la ciudad, es ir a comer chocolate, es uno de los productos emblemáticos de la ciudad y tienen diversas tiendas y pequeñas fábricas en donde se pueden consumir, hace algunos años, la ciudad se convirtió en la “Capital Nacional del Chocolate”, su producto más famoso es el “chocolate en rama” que se encuentra en todas las chocolaterías y es delicioso.
Así como el chocolate abunda en la ciudad, de igual manera sucede con la cerveza artesanal. Dentro de la ciudad, se encuentra un gran número de cerveceras en donde uno puede ir a disfrutar una, o bien, entrar a alguna y aprender de todo el proceso de producción de estas ricas bebidas, fui a una llamada Manush que fue mi favorita, las cervezas tienen un sabor único e intenso, la popularidad de estas bebidas y chocolates hacen que Bariloche sea un lugar en donde la gente va a relajarse y a disfrutar de paisajes y comida.
Motivos para volver a San Carlos Bariloche.
A muchas personas nos atrae de manera indescriptible la naturaleza y los lugares que esta nos puede ofrecer, sin duda alguna, esta ciudad es un sueño con la apariencia de una aldea rústica y con gente realmente amable y divertida, al mismo tiempo, es realmente maravilloso poder sentirse seguro en algún lugar, poder caminar tranquilo por las calles sin ningún temor, en una sociedad en donde se ve que la gente vive en paz y se trata con amabilidad.
Además de ser el destino más visitado en la región de la Patagonia, Bariloche tiene la ventaja de dar lo mejor de sí en cada estación, en invierno muestra todo cubierto de nieve, dando una sensación de estar en Europa o en algún lugar que jamás pensarías que está dentro de Sudamérica, por otro lado, la ciudad es muy visitada en primavera también, ya que los paisajes se muestran de manera diferente, mostrando todo lo verde de sus alrededores y lo azul de sus lagos. Esto hace que, sin importar la fecha, esta ciudad sea un destino para visitar en cualquier momento o incluso, visitarlo en distintas ocasiones para disfrutarlo en sus diferentes presentaciones.