Sur: Polignano a Mare y Martina Franca

Polignano a mare

Llegó el cuarto día de nuestro viaje, y con él, la visita a Polignano a mare, el lugar de nacimiento de Domenico Modugno. Sí, es aquí donde se encuentra la famosa estatua homenaje a este artista italiano compositor de la canción ‘Volare’, éxito que siendo cultivado en este pequeño lugar llegó prácticamente al mundo entero. ¿Quién no la conoce? Nos hicimos mil fotos en su misma postura para ver si era verdad aquello que nos había dicho el señor que habíamos conocido en el camping y se nos iba el miedo a volar. Sin embargo, más tarde, en el trayecto de vuelta a España descubrí que no, pues fue el vuelo en el que más miedo he pasado nunca, ¡sobre todo al aterrizar! Pero bueno, no perdíamos nada, y ¡la foto quedo bonita!

La cosa es que no sé si la compuso pensando en este lugar o no pero es real que cuando te asomas a uno de los acantilados que forman su costa parece que puedes volar. Y es que según nos estuvo contando nuestra amiga es aquí donde se celebró la final del Red Bull Cliff Diving, competición de la que cual la mayoría de nosotros hemos escuchado hablar alguna vez, pero, para quien no sepa qué es, es un concurso de salto al agua, de clavados, en el que unos 10 participantes compiten delante de un jurado de 5 personas por ver cuál de ellos consigue la mayor puntuación saltando desde plataformas de hasta 27 metros de altura (prácticamente como un octavo piso) mientras hacen en el aire piruetas imposibles. Ellos sí que vuelan, ¿verdad?

En fin, este lugar es muy conocido por estos dos hechos, pero hay también otros detalles que lo hacen un lugar increíble. Por ejemplo, las frases que encontramos pintadas por sus calles. Nos contaron que un día, alguien comenzó a escribir poesía en las fachadas o en rincones y recovecos con el objetivo de darla a conocer a las gentes, turistas o no, que pasaban por allí. Y a estos últimos sobre todo les encantó que el pueblo estuviese lleno de palabras, oraciones o párrafos con un significado especial, y las dejaron. Me encantó, ya que es algo muy especial que no tienen o que no se ve en todos los lugares y que le da un aire muy personal.

'Este lugar ha sido creado antes que el paraiso' (Mark Twain)

Otro lugar en esta pequeña ciudad que merece mucho la pena visitar, sobre todo si tienes unos ahorrillos guardados para comer, es Grotta Palazzese, un hotel a cuyo restaurante se puede acceder mediante reservas. Es uno de los sitios más exclusivos no solo de este lugar, sino también de sus cercanías, ya que se trata de un local construido en el interior de una gruta, es decir, las mesas se encuentran literalmente situadas en el interior de una cueva situada en uno de los acantilados de este lugar, por lo que también tiene vistas al mar. La verdad es que yo solo lo vi por fotos pero nos hablaron genial de él asique si alguna vez vuelvo (cosa que espero hacer), no dudaré en disfrutar de una cena en el restaurante.

Como en ese momento ni lo habíamos planeado ni teníamos tiempo como para hacerlo ese u otro día, fuimos a comer a otro local que, la verdad, tampoco estaba mal. Además probamos algo muy típico de estos lugares de costa, el bocadillo de pulpo, que a mí he de decir que me encantó.

Pedimos dos, uno de pulpo y otro de salmón ahumado para compartirlos, costaban como 9 o 10 euros cada uno y realmente se comía se sobra con uno o sea que no me pareció caro. Además, el pan era blandito y tanto el salmón como el pulpo iban acompañados de otros elementos como aliño, lechuga o tomate seco que les daban un toque perfecto.

¿Cómo pasar por este lugar sin darse un baño? Y es que esas aguas tan cristalinas llamaban a eso, a disfrutar del verano con un chapuzón. Nosotras fuimos a Lido Cala Paura, donde se encuentra una cala muy pequeña a la que se accede a través de una plataforma de hormigón donde aprovechamos para dejar nuestras toallas. En el lugar se encuentra también un negocio de alquiler de hidropedales y barcas a remos con las que se pueden acceder a las diferentes grutas que se encuentran cercanas al lido y a las que solo se puede llegar en barca o nadando. En ese momento nosotras tuvimos la mala suerte de no poder disfrutar de ellas porque había viento y no era seguro salir con las barcas, pero la verdad es que todas las grutas a las que pudimos acceder en otros lugares eran increíbles y merecían mucho la pena disfrutar de ellas, por lo que supuse que estas también lo serían y me quedé con muchas ganas de hacer ese plan. Os aconsejo entonces que si pensáis hacer alguna de estas rutas o simplemente queréis pasar un día de playa agradable nadando y disfrutando de los chapuzones, escojáis para ello un día de sol tranquilo y sin viento. ¡Es lo mejor!

Pero bueno, tengo al menos dos cosas pendientes en este lugar, asique, ¿por qué no volver algún día? Sería genial.

Martina Franca

Nos fuimos relativamente temprano de allí, por lo que nos quedó tarde para ver algún sitio más. Martina Franca, donde simplemente nos dispusimos a pasear por la ciudad, disfrutar de sus calles y callejuelas y sobre todo, fundirnos con el ambiente agradable y veraniego de la ciudad, los ciudadanos, y las tiendas abiertas hasta las mil horas. 

Y es en este lugar donde acaba nuestro viaje por estas zonas ya que al día siguiente cogimos un tren para ir a parar a Porto Cesareo.

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