Sur: Lido de Morelli y Ostuni.

Lido de Morelli (Ostuni)

Está claro que las playas del Sur de Italia son preciosas, pero no solo son increíbles a la vista para una servidora, sino para todo el mundo. Así nos encontramos la playa de Lido de Morelli cuando llegamos, llena de gente.

Fuimos allí a medio día y prácticamente no había sitio ni para estar de pie, la gente incluso entraba en la duna vallada por lo que tuvimos que andar hasta encontrar un sitio lo suficientemente grande como para no clavar la sombrilla encima de alguien. Nada más dejar las cosas sobre la arena, directos al agua. ¡Qué calor! Unos frutos secos, las cartas y una pelota que habíamos comprado de camino hicieron que se nos pasase la tarde volando. Y tras el baño, cómo no tomarse un refresco en uno de los chiringuitos de la playa. Nos llamó la atención uno llamado Crazy on the beach, un lugar con música, sillones, mesas y un escenario con DJ donde, la verdad, se estaba la mar de a gusto (nunca mejor dicho).

Ostuni

Casi se estaba poniendo el sol y decidimos ir a ver el atardecer al propio pueblo de Ostuni. Perteneciente a la provincia de Brindisi y es conocido como la ‘ciudad blanca’ por su centro histórico lleno de callejuelas de color blanco.

En este pequeño pueblo se encuentra el Museo Civico, que esconde tras sus paredes unos tesoros de valor incalculable. El museo fue inaugurado en hace unos 30 años en el monasterio carmelita de Santa María Magdalena, por lo que la fachada exterior y parte de su interior recogen elementos arquitectónicos de carácter religioso. Es así como la religión de la edad media y moderna se entremezcla con la cultura y costumbres representadas por objetos de origen Neolítico en un ambiente muy original. Además de restos de cerámica, elementos de corte y manufacturación, o restos de animales domésticos, podemos encontrar en esta exposición a Delia, la madre más antigua del mundo, con aproximadamente 28.000 años de edad.

La exposición comienza con un video en italiano que explica, en primer lugar, la importancia de los descubrimientos que se han producido y que se producen aún hoy en día en los diferentes yacimientos. En segundo lugar expone las situaciones que se vivían en la época en la que esta mujer embarazada fue enterrada, el clima, los animales que habitaban o las formas que tenían de manufacturar los elementos necesarios para construir sus hogares en las entradas de las grutas que allí se encuentran. Seguidamente entra de lleno en los esqueletos encontrados, la postura en la que se encontraba y los elementos que la rodeaban. Comienza hablando de los restos de la madre, que, por el tamaño de sus restos se intuye que era una mujer alta, corpulenta y musculosa con aproximadamente 20 años de edad. Su dentadura, prácticamente intacta se ve fuerte pero a la vez dañada, lo que seguramente se debía a que ocupaba parte de su tiempo masticando las pieles de los animales muertos para ablandar el cuero, probablemente con el objetivo de realizar piezas para vestirse. Los huesos de la columna delatan que, debido a su temprana edad y a las carencias nutricionales de la época, cuando murió esta madre, seguramente por complicaciones debidas al propio embarazo, no había completado totalmente su crecimiento. Y ya, a su lado, descansan los restos del bebe que se encontraba en su interior y que nunca vio la luz.

Al lado de los dos esqueletos, Donato Cappola (el paleontólogo que sacó a la luz estos restos) encontró numerosas piezas que nos desvelan aún más secretos sobre la forma en la que se llevaban a cabo las ceremonias fúnebres de la época. Se puede ver en una de las réplicas que se encuentran allí que la enterraron con las piernas dobladas, una mano debajo de la cabeza, como apoyándola en ella, y la otra en su vientre, como si estuviese dormida. Alrededor de las zonas donde se colocaron las manos se encontraron caracoles marinos de tamaño mediano y alrededor de la cabeza una gran cantidad de pequeñas conchas. Son las joyas de la prehistoria que simbolizaban vita y renacimiento, amuletos que seguramente fueron puestos en ella post-mortem con la esperanza de enviarla en un viaje que no tendría fin.

Una vez acabado el video se procede a entrar en la muestra llegando al final a una pequeña habitación oscura donde se recrea el momento del entierro y donde se acaba de completar toda la información sobre los restos de esta madre muerta prematuramente a través de un holograma que realmente pone los pelos de punta.

El paseo por la edad de piedra nos acabó dando hambre, por lo que una vez volvimos a la realidad, nos dispusimos a cenar. Acabamos sentados en una de las mesas de un lugar llamado Sapere&Sapori donde tenían varios menús que permitían probar diferentes comidas. Comimos verduras a la plancha, albóndigas caseras y berenjena a la parmesana, y aunque no es el mejor sitio donde he comido me llamó mucho la atención el aliño que llevaban las verduras pues no lo había probado nunca así. ¡Sabía a menta! Pregunté qué llevaba (además de la menta que era obvio que la contenía) y me dijeron que contenía limón, ajo, pimienta, aceite y otros elementos que apunté para poder repetir esa receta tan simple pero tan buena en casa.

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