Sur: Grutas de Castellana, Alberobello, Locorotondo y Putignano.

Publicado por flag-es Yaiza Martinez Cano — hace 6 años

Blog: Erasmus por ITALIA
Etiquetas: flag-it Blog Erasmus Bari, Bari, Italia

Grutas de Castellana

La zona de Puglia, al sur de Italia se encuentra repleta de grutas, esto es debido a que la composición del terreno, en su mayoría piedra caliza, ha permitido el paso del agua de lluvia a través de las grietas y pequeñas fracturas durante millones de años, de forma que la roca se ha ido disolviendo poco a poco obteniendo cada vez una cavidad un poco más grande hasta llegar formarse la gruta, donde se pueden encontrar una gran cantidad de formaciones rocosas como las estalactitas, estalagmitas o cortinas de diferentes colores, formas y tamaños.

Sabiendo que teníamos tan cerca una maravilla tan impresionante y de tanta antigüedad, ¿cómo no visitarla? La entrada cuesta 16 euros y el recorrido es de aproximadamente 3 km (aunque se puede hacer también solo de 1km) donde la mitad es de ida hasta la cavidad más bonita de todas según mi punto de vista y la otra mitad de vuelta hasta la principal.  El recorrido se realiza con el acompañamiento de un guía que explica en todo momento las formaciones rocosas que se pueden observar y las cavidades en las que nos encontramos con detalle y claridad, además siempre viene también otra persona acompañando por si en algún momento alguien se agobia o necesita salir fuera (aunque los espacios son bastante grandes y se encuentran iluminados por lo que la mayoría de la gente no se siente incómoda). Sin embargo el tour no se realiza en español por lo que debes conocer al menos el inglés para poder enterarte de lo que cuentan, aunque en nuestro caso lo hicimos en italiano.

La ruta comienza en la cavidad más grande de todas, con aproximadamente 50 metros de altura y 100 anchura y 60 de profundidad, ¡enorme! Desde ella se accede con el guía a las siguientes grutas donde la temperatura desciende como mínimo hasta los 14 o 15 ºC, por lo que se recomienda llevar algo de abrigo, una chaqueta, o un jersey en el caso de que sea verano y haga calor fuera. A partir de este momento no se pueden tomas fotografías ni grabar videos porque el ayuntamiento de Castellana tiene derechos de imagen sobre este lugar, entonces, sin poder hacer fotos, y sin cobertura, lo único que queda es dejar el teléfono de lado, observar, escuchar y disfrutar del momento.

Se abren paso las siguientes grutas donde se pueden ver estalactitas y estalagmitas, formaciones que se generan a través del acúmulo de las sales minerales que contiene el agua en un único punto, dejando tras de sí una fina capa de roca que año tras año crece hasta alcanzar la dimensión que tienen hoy en día. Se diferencian entre ellas porque las estalactitas crecen desde el techo al suelo y las estalagmitas crecen del suelo al techo hasta llegar a juntarse en lo que se llaman columnas, que pueden constar de apenas unos milímetros de grosos y que nos hacen ver la estabilidad tan grande del terreno, por no encontrarse quebradas después de tantísimo tiempo expuestas a los movimientos terrestres, y otras columnas de incluso metros de diámetro que soportan la estructura como lo hacían los pilares de los grandes y majestuosos templos romanos o griegos.

Las cortinas, que son estructuras cuyo preoceso de formación es muy parecido al de las estalactitas pero que tienen un aspecto muy diferente. En ellas el agua no trascurre desde arriba hacia abajo en sentido vertical, sino en sentido más o menos oblicuo, en línea, formando una fina lámina de roca que puede ser de varios tamaños y colores según el tiempo que lleve formandose y la composición del agua rica en minerales que trascurre por ella.

En una de las grutas se puede observar incluso el rastro de un rio subterráneo donde la erosión en este caso deja un paisaje semejante al que se encuentra en el Gran Cañón según nos dijo el guía (yo no he tenido la suerte de visitarlo aún) por sus recovecos y huecos formados en las paredes por el paso del agua.

Barrancos, formaciones que asemejan a animales, pequeños lagos dentro de la gruta o lagos fósiles donde se pueden observar formaciones rocosas preciosas que asemejan a un fondo marino de corales y anemonas.

Todo este conjunto de maravillas desemboca al final en lo que debería ser considerado sin duda una de las maravillas del mundo, la Grutta Bianca, descubierta por accidente mientras se estudiaban las anteriores, es un lugar mágico donde todas las formaciones rocosas tienen un color blanco prácticamente cristalino y donde se pueden observar en conjunto todas las formaciones nombradas anteriormente. Es un lugar que parece realmente sacado de otro planeta, una maravilla.

Aconsejo mucho la visita de este lugar, ya que es un lugar único y vale la pena pagar el precio que se pide por el trayecto, y además del consejo de llevar ropa de abrigo, también sería bueno que miraseis en la página web (http://www.grottedicastellana.it/) si en los días se vuestra visita se realiza algún tipo de actividad diferente a el tour. ya que a veces este lugar es el escenario de  actuaciones teatrales como la representación del infierno de Dante (Hell in de cave) u otros tipos de espectáculos como música o baile, y creo que realmente merece la pena no solo verlas sino también poder disfrutar de ellas de esta forma si tenéis oportunidad.

Sur: Grutas de Castellana, Alberobello, Locorotondo y Putignano.

Sur: Grutas de Castellana, Alberobello, Locorotondo y Putignano.

Alberobello, Locorotondo y Putignano.

Después de salir de la gruta y comer un plato típico de Castellana compuesto por arroz y frutos del mar, nos dirigimos en coche hasta Alberobello, patrimonio mundial de la UNESCO, a unos 20 minutos de Castellana en coche.

Alberobello es famoso por los trulli (trullos), las casas donde antiguamente vivían los habitantes de este lugar. La historia de este peculiar lugar se remonta a la época de los condes de Conversano. En estos momentos, el Reino de Napoles exigía un impuesto para cada nueva construcción por lo que los condes autorizaron la construcción de las casas de este lugar sin cemento para así poder ser fácilmente derribadas en caso de inspección, pudiendo así explotar esta rica tierra de cultivo sin la necesidad de pagar un impuesto. De esta forma los campesinos encontraron en la forma redonda de la base y la forma de cúpula puntiaguda del techo la estabilidad que buscaban para sus hogares, llegando incluso a decorarlos con pináculos de diferentes formas y símbolos en su mayoría religiosos, símbolos que también se encuentran pintados en blanco sobre el fondo gris de los techos.

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Hoy en día la mayoría de los antiguos trullos se han convertido en tiendas de suvenires, degustaciones de licores artesanales, talleres de trullos en miniatura o pequeños alojamientos para los turistas que quieren vivir la experiencia de dormir en una de estas casitas tan peculiares.

A mí la verdad es que me encantó el lugar. Las calles, las pequeñas terrazas panorámicas, las diferentes formas y colores y la cantidad de ambiente que se veía en las calles. Y, aunque no nos paramos a visitar ninguno de los edificios más emblemáticos como el trullo soberano (el más grande construido que hoy día es un museo de artes y costumbres antiguas de la zona) o la iglesia de San Antonio (con forma de trullo), bajo mi punto de vista mereció mucho la pena moverse hasta allí. Además recuerdo con mucho cariño que en el momento del día en el que volvíamos ya al coche nos encontramos por la calle a una señora que nos preguntó, en español, si nos había gustado el lugar. Comenzamos a hablar con ella, nos contó un poco de su historia y cuál fue mi sorpresa cuando dijo de dónde era: ¡de Almería! Me dio mucha ternura cuando se emocionó al saber que yo también procedía del mismo lugar y recordar un poco sus orígenes conmigo.

Sur: Grutas de Castellana, Alberobello, Locorotondo y Putignano.

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Las horas de sol se acababan y finalmente decidimos que nuestro tiempo allí había acabado, asique después de tomar algo de aperitivo nos dirigimos a Locorotondo, un pueblo situado en la parte alta de una colina y que, por tanto, su centro histórico adopta una estructura circular. Supongo que por ser verano y hacer buen tiempo había una gran cantidad de gente en la calle disfrutando de la cena o del paseo a través de las calles blancas y estrechas. Encontramos un pequeño mercadillo donde un hombre tenía expuestas sus obras de arte. Yo al principio ni me fijé, sin embargo, vi a Marta observando las diferentes pinturas y me acerqué. Cada una tenía debajo una descripción no solo de lo que se veía en el cuadro sino también aquello que el autor quería representar con esa imagen. Si ya los cuadros eran increíbles, aquello que describían te hacía querer descubrir mucho más sobre los mismos y sobre el autor. Nos enamoramos de aquel artista (Andrea Ranghos) pero obviamente no podíamos llevarnos ninguna obra, por lo que acabamos comprando un marca páginas con aquella obra que más nos había gustado para poder tener al menos un recuerdo.

Después de nuestro paseo, las terrazas y restaurantes seguían estando llenas por lo que acabamos optando por comprar una pizza para llevar. Elegimos al azar, quizás por simple cercanía, la pizzería Terantiga, y la verdad es que acertamos de lleno. Las pizzas estaban muy buenas y por estar situada en el centro fue fácil encontrar un lugar cercano donde sentarnos a comer.

Sur: Grutas de Castellana, Alberobello, Locorotondo y Putignano.

El día no había acabado aún pues cogimos el coche de nuevo para dirigirnos ahora a Putignano, ¡al carnaval! El carnaval de Putignano es el carnaval más antiguo y el más largo, ya que comenzó a celebrarse hace más de 600 años y dura desde diciembre hasta febrero. Y no, obviamente no estamos en esas fechas, pero en verano hacen otro pequeño carnaval, más humilde y menos duradero que fue al que nosotros tuvimos el placer de asistir. Solo había 7 carrozas, pero ¡qué carrozas! Construidas con papel maché y esqueleto de hierro que aportaba la movilidad y la estabilidad a la estructura llegaban a alcanzar los 3 pisos de altura. Música, bailes tradicionales y disfraces a su alrededor, gente animando, puestos callejeros de comidas y dulces y un ambiente impresionante. Y siendo esto una muestra muy pequeñita del carnaval que se celebra en invierno, las ganas que tengo de volver para verlo y disfrutar de él son increíbles.

Sur: Grutas de Castellana, Alberobello, Locorotondo y Putignano.


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