Barcelos y Bom Jesus

Durante mi maravillosa visita a Portugal, un país magnífico que me ha sorprendido mucho, con sus monumentos y su preciosa naturaleza, he podido disfrutar de algunos días para visitar el norte del país.

Portugal está muy bien abastecido de servicios de transporte público. Por ello, he decidido, junto a mis amigos, de descubrir las ciudades del norte y contemplar los maravillosos campos y granjas, ya que la agricultura es la actividad principal en el norte de este país, debido a que es una zona con abundante lluvia durante todo el año, pero sobre todo durante los meses de invierno.

Por esta razón, desde Porto cogí el tren que había reservado previamente en la página de internet de la estación, CP comboio de Portugal, para lanzarme a una visita maravillosa de esta preciosa región. He utilizado la línea de tren de Braga que comunica con Barcelos, a través de una estación intermedia, llamada Nine. Es exactamente a este nivel intermedio, que el tren me esperó un poco en la estación, ya que el primer tren había tenido un poco de retraso. Hablando con el revisor, me contó que es relativamente frecuente que el tren espere a los pasajeros cuando existe un cierto retraso. Éste es un problema que sucede a veces (aunque lo más frecuente es que los trenes estén dentro de sus horarios habituales), y en esos casos intentan acortar el tiempo al máximo para reducir el retraso y llegar a la hora.

1. Llegada a Barcelos y visita a la ciudad

Barcelos es una ciudad del norte de Portugal, con mucho monumentos. Ya a nuestra llegada, delante de la estación del metro urbano, nos esperaban amplios jardines de hierva verde y flores multicolores por todas partes, con una cierta magia gracias a la naturaleza y unas preciosas vistas.

Las tiendas de ropa, de maquillaje y de accesorios se encuentran por todas artes alrededor de la avenida central. AL igual que los restaurantes, que nos dan la oportunidad de iniciarnos en la deliciosa gastronomía, descubriendo las especialidades específicas de esta ciudad.

Uno de los monumentos me ha llamado particularmente la atención: se trata de una estatua de una mujer con su hijo en brazos durante la guerra, huyendo en plena carrera, siempre agarrando a su hijo. Este monumento me ha realmente impresionado por su delicadeza y el mensaje que llevaba implícito, haciéndonos entender la destrucción que acarreó la guerra, desde un punto de vista material y humano.

Delante de este monumento podíamos apreciar el jardín más grande de la ciudad, llamado el Jardín de Barrocas, donde podemos ver diferentes flores, siempre guardando el clásico estilo portugués en cuanto a la estética de las ventanas y las puertas, que ciertamente se parecen a las de los castillos, realmente bien conservadas aun a pesar del paso del tiempo.

No lejos de aquí, podemos también atisbar la Catedral Da Cruz, localizada en el centro de la ciudad, quien nos ofrece una arquitectura y un diseño magnífico.

También podemos apreciar sin problema, sobre todo cuando hace buen tiempo, el puente tan característico de Barcelos, que pasa a través del río, quien lleva una fuerte corriente de agua, permitiendo abastecer a la ciudad, imagen que proporciona realmente un maravilloso paisaje.

Como siempre en Portugal, el gallo está siempre presente como un integrante más de este ciudad, que podemos encontrar tanto en los monumentos cerca de los jardines o en las tiendas de recuerdos.

Siguiendo con la ruta fuimos a descubrir también, por primera vez, un partido de fútbol en el estadio de Barcelos. En efecto, el equipo FC Porto jugaba en este estadio con otro equipo del marítimo, y esta oportunidad estaba ante nuestros ojos. La entrada costaba únicamente 10 euros, y no podíamos dejar pasar la oportunidad. Además, el estadio no estaba para nada lejos del centro de la ciudad. Los dos equipos dieron lo mejor de sí, haciéndonos realmente disfrutar de una bonita experiencia en el estadio, sobre todo gracias a los seguidores del equipo FC Porto que estaban todos excitados al ver el buen espectáculo de fútbol y animando a su equipo preferido, entonando diferentes canciones en su lengua materna.

2. Bom Jesus en Braga

A continuación, quisimos visitar otro sitio emblemático, la ciudad de Braga, donde se encuentra un monumento muy conocido, el Bom Jesús. Depende de cuánto tiempo tengamos, pero con medio día es suficiente para visitar y contemplar esta preciosa ciudad, o incluso un día entero si es posible, debido a la gran cantidad de cosas para ver y admirar.

Hay que saber Braga no es muy ancha, pero para empezar podemos dirigirnos hacia la región de Gualtar, donde se encuentra la universidad de Minho, lugar que puede servirnos como punto de referencia en la ciudad.

A continuación nos dirigimos hacia la colina, donde comenzaremos nuestra visita. En la cima de la montaña podemos encontrar una vista panorámica increíble, que da a toda la ciudad de Braga e incluso a sus alrededores, desde donde puede verse como la gente utiliza este circuito, tanto para relajarse dando un paseo como para hacer running.

Es aquí donde llegamos al sitio clave de nuestra visita. Todo en lo alto de la colina, nos encontramos con una puerta de entrada al Bom Jesus. Pero esta puerta de entrada no es más que el principio. Accedemos a través de ella a una impresionante escalinata, que nada más ver, sabemos que serán más de diez los escalones a subir para llegar a la catedral. A cada paso que damos en esta escalinata, nos encontramos con un pequeño edificio, que contiene en su interior un paisaje, o más específicamente, una representación de Jesús con su amigos o enemigos.

A cada paso en esta ascensión, continuamos con la historia religiosa que nos es explicada a través de las diferentes presentaciones. Encontramos diferentes edificios y monumentos, y entre ellos, algunos que simbolizan los cinco sentidos: bien el tacto, el vista, el oído, el olfato o bien el gusto.

Finalmente llegamos a la cima y nos encontramos con la ansiada catedral, donde muchas personas eligen casarse y hacer de su vida un pacto de unión para siempre.

Para las persones que tienen problemas físicos con movilidad reducida, existen alternativas para subir hasta esta zona, ya que hay más de un ciento de escalones para subir. Pueden utilizar el funicular para acceder hasta aquí, que aunque es de los años 80, la guía nos dio confianza en su funcionamiento, y nos asegura que el el medio de transporte más utilizado por las personas de avanzada edad.

Cerca de la catedral podemos encontrar unos preciosos jardines, que rodean a este lugar de increíbles paisajes para hacer fotos o disfrutar de las vistas utilizando un microscopio, por le precio de un euro, para ver más de cerca los diferentes monumentos de la ciudad.

Como habitualmente, cuando visitamos lugares turísticos, aquí también podemos encontrar muchos stands donde los vendedores nos ofrecen diferentes tipos de helados, así como albóndigas de diferentes formas y colores.

Seamos religiosos o no, podemos entrar al interior de la catedral. En nuestro caso, incluso si no nos interesan mucho las cuestiones religiosas, visitamos el interior y fuimos sorprendidos en medio de una boda: la gente realmente muy bien vestida daban muy buena impresión; incluso había una cámara volando para filmar el evento desde las alturas. La gente estaba realmente muy alegre y entusiasmada viendo el nuevo matrimonio.

La región del norte de Portugal es preciosa y magnífica y eso no solo gracias a las bellas vistas de sus paisajes naturales y únicos, si no también gracias a la bondad de la gente, su encanto y su simpatía. Te sonríen por la calle y hacen que te sientas parte de la ciudad. Podemos incluso confiar en ellos y tener una amistad a largo plazo. Es una región mágica y realmente merece la pena descubrirla, sobre todo en primavera.

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