¡Enviando paquetes por mensajería desde España a Italia!

¡Muchas mentiras!

¡En realidad, la experiencia que nunca quise tener que encontrarme describiendo una tarde de agosto es que me había prometido falsamente que enviaría los 4 paquetes a su debido destino!

Aunque al final conseguí recuperar mis paquetes (¡uno de los cuales había sido abierto!), creo que es más que apropiado que explique cómo pasó, ¡ya que también tuve que recurrir a la ayuda de la policia!

¡Una expedición fuera de lo normal!

¡Exactamente lo que podría definirse como una expedición "fuera de lo común"! Tan inusual que ni siquiera había sido tenida en cuenta.

¿Quién se había hecho cargo del envío?

El servicio que generalmente siempre me ha ayudado con mis pequeñas "transferencias", generalmente envíos dentro de mis fronteras nacionales, se había puesto en contacto esta vez con la empresa que, según ellos, podría recoger los paquetes que tenía que enviar.

La empresa italiana, a decir verdad, me había dicho que había informado específicamente a la empresa que tendría que recoger mis 4 paquetes cuando, sin embargo, la segunda empresa alegó, más adelante, que no había llegado a un acuerdo con nadie.

+Muy extraño, diría yo! Pero, sobre todo, fue muy incómodo para mí puesto que tuve que esperar al servicio de mensajería durante dos días seguidos sin siquiera recibir ningún aviso o disculpa.

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De hecho, tuve que ponerme en contacto yo misma con esta segunda empresa para solicitar incluso un día de su disponibilidad, incluso llamando más de 3 veces para que pudieran recordar mi inminente fecha límite para abandonar el apartamento.

Tuve la impresión de que gracias a mi última llamada telefónica , que tuvo lugar unas horas después de que expirara el plazo, tomaron medidas para llevar a cabo su trabajo que, según la chica que me respondió al teléfono, ¡ni siquiera estaban anotados!

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"¿Por qué no decidiste cambiar de servicio de mensajería?"

¡Te preguntarás! Bueno, solo lo hice porque tenía que mudarme a casa en unas pocas horas y ¡esperar que todo saliera bien era mucho más fácil que quizás encontrar otro servicio de mensajería!

Más que nada, lo hice para respetar, quizás demasiado, al que se suponía que era mi "empresa de mensajería de confianza" (me refiero, por supuesto, al que trabajaba en Italia).

El hecho es que, un cuarto de hora después de la expiración del acuerdo de recogida de paquetes, o exactamente a las 15:45 un miércoles a fines de junio de 2016 que nunca olvidaré, ¡llama al timbre el cartero!

Al bajar los paquetes con la ayuda del elevador, entrego mis 4 paquetes al muchacho, muy joven diría yo, y recibo de él una hoja firmada y rellenado que certifica que ha recibido los paquetes.

¡Una alegría que duró dos horas!

¡"Al final, todo en orden!", pensarás! ¡Pues no! De hecho, después de solo dos horas, recibí una llamada telefónica en la que una señorita "amable" me preguntó si estaba segura de que había entregado 4 paquetes, porque, a decir verdad, ¡el muchacho afirmó que solo había entregado 3!

No puedes imaginarte mi cara ni mi incomodidad cuando, después de una larga espera de días, las llamadas urgentes y la entrega "en el último minuto", sin mencionar la espera "hasta el último minuto", me dijeron tal cosa.

Sin embargo, respondí muy amable y educadamente, mientras afirmaba firmemente que había entregado los 4 paquetes.

La señorita me había prometido, antes de finalizar la llamada, que se pondría en contacto conmigo el día siguiente al mismo número, si tuviera más problemas para encontrar lo que le había dicho.

Una vez entregados los paquetes y cambiada la dirección, mientras se sucedían las llamadas, cuando me dijeron, y continuaban sosteniendo firmemente, que solo había 3 paquetes.

¡Llamo a la policía!

¿Qué puede ser más lógico e inocente, en estos casos, que una llamada telefónica a la fuerzas del orden cuando solo dos horas después de la entrega efectiva y real de los objetos a enviar, recibe una llamada telefónica que lo niega?

La policía, en el momento de mi llamada telefónica, me dijo que, en ese caso, tenía que interponer una denuncia directamente a la empresa y que hay un departamento, dentro de la empresa, que se encarga de eso. Precisamente por ese motivo, tendría que haberme puesto en contacto con la empresa española con la que había tenido problemas por teléfono e informarlo al departamento habilitado para aceptar este tipo de quejas.

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¡Una llamada inesperada!

En cuanto colgué el teléfono con la policía, recibí una llamada telefónica de la empresa que habría tenido y querido ponerme en contacto nuevamente.

También esa vez me pusieron unas excusas muy estúpidas, preguntándome por enésima vez, las mismas preguntas, y yo, casi presa de una serie de problemas que surgieron, todos justo la tarde en que debería haber tenido que prepararme para mudarme de casa, empecé a llorar y a sacar casi todo el descontento que tenía dentro, ¡diciendo que los denunciaría a la policía por robo si no habían expedido mis paquetes!

¡Entonces me pidieron, por última vez, repetir todos los datos que tenía y esperar unos minutos más o unas horas antes de continuar!

¡Qué coincidencia!

¿Sabes qué pasó, irónicamente, unas horas más tarde? Me volvieron a llamar (ofreciéndome finalmente, y por primera vez, la opción de hacer lo que me prometieron), diciéndome que habían encontrado mis 4 paquetes y que había habido un error, ya que ¡mis paquetes no fueron a América, sino que aquellos que supuestamente se habían confundid con los míos se habían enviado a Calabria!

Presa de otros miles de pensamientos, en ese preciso momento, simplemente les di las gracias y dije que esperaba que todos llegaran a su destino.

¡El paquete abierto!

Sin embargo, cuando volví a mi casa, y por "mi casa" me refiero a mi casa de alquiler en Calabria, me di cuenta, al igual que las personas que habían visto el paquete antes que yo, de que el más grande no llevaba la cinta adhesiva como yo había hecho, con mucho cuidado, sino que, por el contrario, lo habían abierto por la parte superior.

¿Qué había dentro?

Llegados a este punto, te preguntarás qué había en el paquete, pero para ser honesta con toda esa confusión, ¡no puedo recordarlo!. Por eso, aunque noté que definitivamente faltaba algo de arriba y que el peso también era mucho menos de lo declarado, no presenté una queja, ¡no pude decir lo que me faltaba!

¡Un consejo para el futuro!

Por supuesto, evito hacer cualquier tipo de envío desde España, sin embargo, si fuera necesario, ¡tendré una hoja en la que declararé que se han recibido los paquetes y escribiré en una lista las cosas que pongo dentro de mis cajas!

¡También me gustaría recordarte que tengas mucho cuidado en general! El único defecto o quizás el más grave en la ciudad de Barcelona es justamente ese: ¡sus innumerables robos!

¡Eso es en toda Barcelona!

Te pondré al día en el próximo post. ¡Y espero, esta vez, noticias mucho mejores que esta! ¡Gracias a todos los que me siguen y me ayudaron a alcanzar la primera posición!

¡Gracias de corazón! ¡Hasta la próxima!