El Camp Nou

En esta ocasión les quiero compartir la visita al Camp Nou, la cual es una de mis primeras metas cumplidas aquí en España, fue cumplir el sueño de todo gran amante del futbol, ver al mejor jugar de la historia en vivo, en el campo más majestuoso que puede existir. Este día pude ver a Messi a unos cuantos metros y grité como pocas veces los seis goles del juego, nada como disfrutar de un partido de futbol del Futbol Club Barcelona en su propio estadio.

Durante esos días me visitaba un gran amigo, Gilberto, un chico de mi universidad local que estudia finanzas en la misma facultad que yo, él estaba terminado su experiencia Erasmus aquí en España y decidido visitarme durante unos días en Girona antes de concluir su viaje europeo y retornar a México.

Se jugaba la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Sevilla, el club blaugrana iba abajo en el marcador por 2-0 después de perder en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, por lo que supuse que el Barca tenía que salir a golear para pasar a la siguiente ronda si no quería quedar fuera de la competición.

Quizá no era el primer gran juego que todo mundo esperaba ver, pero después de tantos años queriendo ver un partido del Barca me daba igual que juego fuese, además, el precio era accesible y podía compartir mi experiencia con mi amigo Gil, por lo que decidimos comprar los boletos apenas un par de días antes del juego.

La planeación

Para ese entonces aun no tenía ni las dos semanas aquí en Girona, el partido se jugaba a mitad de semana y yo tenía que asistir obligatoriamente al curso de catalán en la UdG, este iniciaba todos los días a las 9:00 horas así que un viaje a Barcelona el miércoles significaba tener que volver en el primer tren rumbo a Girona del día posterior.

Como el partido se jugaba en las 21:30 regresar a casa ese día era imposible, salíamos del juego cerca de las 23:30 por lo tanto estábamos obligados a rentar una cama en algún hostal cercano para pasar la noche y a primera hora de la mañana viajar en AVE para poder llegar a tiempo a la clase en la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.

El trayecto de Girona-Barcelona lo hicimos en Bla-Bla-Car, justo antes de comprar los boletos de tren notamos que había un viaje en esta app más económico y que nos dejaba mucho más cerca del estadio, así que decidimos comprar estos asientos, habíamos planeado pasar las horas previas al partido por las inmediaciones del estadio para vivir un poco el ambiente.

Justo unos minutos antes de la hora de partida el chico nos contactó y dijo que tenía un pequeño retraso, el cual retardo la partida hora y media más de la que se tenía establecida. El trayecto fue fácil, después de tomar el auto bajamos en Passeig de Gracia, una de las principales avenidas de la ciudad de Barcelona así que tomar el metro rumbo al estadio no fue tan complicado.

En el ambiente del metro ya se podía sentir el futbol, todos esos aficionados que vemos en los programas entrando al estadio con sus banderas y bufandas del equipo mientras cantan el himno los teníamos justo al lado de nosotros mientras viajábamos al estadio.

El Camp Nou

Para mí, que me considero un gran aficionado al deporte, amante del futbol y un apasionado del Futbol Club Barcelona significaba mucho poder llegar al Camp Nou, era todo un sueño poder pisar ese recinto. Fue espectacular, ese estadio que acostumbraba a ver cada que el Barca recibía algún equipo en Liga o Champions lo tenía justo delante de mí.

Ser un gran fan de alguna disciplina y tener la dicha de poder ver en vivo al máximo exponente de esta competición es único, independientemente si es futbol, tenis, música, etc. Tener la fortuna temporal de coincidir con el más grande de la historia como Messi y poderlo observar en un juego en Barcelona era un sueño hecho realidad.

Así que se pueden imaginar fácilmente como me encontraba en ese momento, sacamos la bandera de México y caminamos por todo el contorno del estadio mientras pasaban los últimos minutos antes de que iniciara el enfrentamiento. Tengo que aceptar que no teníamos buenas entradas, pero pagar con pesos un billete en euros no sale tan costeable como uno quisiera sin embargo una combinación de suerte, inocencia y picardía nos pondrían a mí y a Gilberto en unos lugares envidiables.

Al entrar no teníamos idea de a donde dirigirnos solo sabíamos que debíamos subir un poco para ocupar nuestros asientos, pero cuando nos encontrábamos en camino decidimos perdernos un poco por el lugar para tomar algunas fotografías así que sin percatarnos de la seguridad bajamos hasta la zona de socios, literalmente hasta la cuarta fila por detrás de la publicidad que se ve durante un saque de manos.

Como la idea principal solo era tomar unas cuantas fotos antes de que diera inicio el evento no nos preocupamos mucho por si alguien nos dijese o reclamaba los lugares. Poco a poco se fueron ocupando los asientos de los socios y conforme se ocupaban nosotros nos íbamos acomodando en otros, siempre poniendo la escusa que no sabíamos donde se encontraban nuestros lugares.

Al principio entrar a ese lugar solo era para tomarnos fotos, pero cuando vez a los jugadores calentar a unos metros de ti solo dan ganas de sentarse y admirar a esos deportistas que solo habíamos observado por televisión. Tengo que aceptar que yo quería subir a buscar nuestros asientos para no tener problemas pero Gilberto insistió en esperar por si algún socio no acudía al partido (yo lo veía poco probable) podríamos ocupar su lugar y ver el partido desde esa zona.

Gracias a dios le hice caso a Gil, el partido estaba a nada de comenzar y como si fuera una broma en nuestra fila sobraron dos asientos los cuales ocupamos de la manera más natural posible, minutos después vimos señor vestido de negro parado junto a la publicidad nos miraba demasiado, hasta que se acerco y pregunto si teníamos los boletos de esos asientos o si solo los estábamos ocupando sin tener entrada alguna.

Para nuestra sorpresa no era guardia sino un aficionado argentino que al igual que nosotros tenía una entrada que corresponda a otro asiento y bajo a la zona de socios esperando encontrar algún hueco para poder ocuparlo, le habíamos ganado los lugares que también venía a buscar, por fortuna para el justo enfrente de nosotros una se encontraba un lugar vacío en medio de dos personas.

El partido fue tremendo, seis goles, un penal atajado en la portería más cercana a donde nos encontrábamos, una de las mejores jugadas del club durante toda la temporada que concluyo en anotación de Leo pero sin duda uno de los mejores instantes de la visita fue un saque de manos.

Todo el juego esperábamos este momento, un saque de manos justo frente a nosotros, fue el instante en el que Messi se acercó más a nosotros, pasar de verlo por medio de una pantalla a tenerlo aproximadamente a cinco metros fue fantástico, toda la gente comienza a gritar su nombre esperando en algún momento un gesto que pudieran captar nuestras cámaras expectantes.

Después de quedarme sin voz por tantos goles gritados y una buena sesión de fotografía a cargo de Gilberto abandonamos el estadio, esa noche nos fuimos luego de ver penal atajado por Cillessen y los goles de Suarez, Sergi Roberto, Coutinho, Rakitic y Messi.

El resto de la noche fue tranquila, el hostal fue bueno y limpio y el trayecto a Girona no fue pesado, tengo que decir que después de vivir esa experiencia las horas posteriores se pasan muy rápido mientras recuerdas lo sucedido, para mí una aventura única que tengo que repetir antes de regresar a México, porque realmente ¿Quién se cansaría de ver al equipo de su sueño jugar en un estadio como el Camp Nou mientras el 10 lleva la pelota?