Mi estancia "Erasmus" en Barcelona: recuerdos, emociones, vida y nuevos conocimientos de un viaje inolvidable.

Introducción

Queridos amigos y lectores, hoy no tenía muy claro sobre qué escribir, pero al final he decidido hacer un nuevo e interesante artículo para el concurso Erasmus. Así es como he vuelto a aquellos lugares que tuve la fortuna de conocer y me he dado cuenta de que no había escrito nada personal sobre mi fantástica y casi indescriptible experiencia en Barcelona. En la sección "Experiencias", encontraréis un artículo donde opino y descubro de la ciudad, pero no en calidad de estudiante Erasmus, no de mí misma.

¡Se acabó el Erasmus!

Con todo el dolor de mi corazón, os comunico que, a pesar de haber sido una estudiante Erasmus, no me lo han reconocido al llegar a Italia por culpa de un secretario del Departamento de Relaciones Internacionales de Roma que no hizo los trámites necesarios con mi nueva universidad. No me paro a pensar mucho sobre este asunto, más que nada porque ahora, por mucho que intentase hacer justicia, no me devolverían el año perdido, y todo por que una persona no hizo su trabajo. Ya os podéis imaginar el trauma que me causó esta situación, y no niego que a veces, de solo pensarlo, me siento la más tonta del mundo: me voy fuera a terminar mis estudios y ni siquiera puedo demostrar haber sido una estudiante Erasmus. ¡Y todo por la negligencia de una persona!

¿De verdad creéis que sea justo que una persona tan aplicada, con tanta fuerza de voluntad y amante de la vida como yo tenga que ver cómo le arruinan todo solo porque alguien le pone piedras en el camino? ¡Yo creo que no! Y encima, muy a mi pesar, tengo que aceptar que las cosas hayan sucedido así.

¿Por qué "muy a mi pesar"?

Por que durante mi estancia en el extranjero, no reconocida por la universidad, perdí a mi abuelo, al que no tuve la posibilidad de volver a abrazar por última vez. De ahí que sienta tanta rabia. ¡Espero volverme rica pronto para poder denunciar lo sucedido! Rica porque, sin dinero, ya se sabe, no puedo llamar a un abogado que me ayude a poner una denuncia, como muchos policías me han aconsejado que haga. "Muy a mi pesar", por tanto, por que si hubiera sabido que mi abuelo fuese a morir en poco tiempo y que no me iban a reconocer el año Erasmus, entonces, seguramente, y con todo el dolor de mi corazón, pero lo digo, no me hubiera ido a Barcelona.

Es un poco triste a modo de introducción, y mira que no quiero que lo sea, pero bueno, si habéis leído otros artículos que he escrito, solo con leerlos os habréis dado cuenta de que me gusta decir siempre la verdad.

Dicho esto, os contaré todo lo que me ocurrió en el extranjero, sea bonito (en su mayoría) o no. ¡Empezamos! ¡Y no os preocupéis por mí!

Información general

¿Cuánto tiempo ha durado mi curso "sabático" (a partir de ahora no lo llamaré más Erasmus) en Barcelona?

Estuve en Barcelona durante 6 meses exactos. Llegué la tarde del 31 de enero de 2016 y me volví, muy a mi pesar, el 12 de agosto del mismo año (que, por cierto, aún no ha acabado).

¿Dónde viví concretamente?

Estuve viviendo en dos sitios distintos. El primero, durante 5 meses (la mayor parte del tiempo), era increíble. De hecho, vivía en el mejor barrio de Barcelona: Gracia. Allí me resultó más fácil vivir y conocer las maravillas de la ciudad, en todos los aspectos. En el segundo, acabé en la zona del Camp Nou. También me fue muy bien, pero estaba más alejado del centro.

¿Qué es lo que más recuerdo de mis dos casas de Barcelona?

A ver, de la primera casa recuerdo, sin duda, que estaba frente a los Cines Verdi, mi lugar favorito, pues me apasiona el cine. Por otro lado, recuerdo que me acompañó hasta la puerta de casa un chico. Seguramente sea el recuerdo más bonito que tengo, y mira que aquel portal no me había parecido tan fascinante antes. Por el contrario, de la segunda casa me acuerdo del sofá. Mi habitación era muy pequeña, y andar subida por el sofá era un modo de respirar otro aire, literalmente: durante el mes de julio, por las noches, me asfixiaba.

¿Cuánto me costó vivir en Barcelona todo ese tiempo?

No sabría decir un precio preciso, pero pagaba mensualmente 375 € de alquiler por la habitación, 10 € de internet, en torno a 60 € por el bono del metro, y alrededor de 100 € de compra a la semana. En realidad, no se me iba mucho dinero en salir, siempre iba con los chicos del Language Exchange a los lugares más baratos, donde nos reuníamos para pasar buenos ratos sin tener que pagar demasiado. Aun así, os digo que salir por Barcelona es mucho más económico que en Italia. Otra razón por la que quiero volver cuanto antes.

¿Cómo ha ido el hacer amigos en Barcelona?

¡Muy bien! Solo os diré que antes tenía unos 400 amigos en Facebook y ahora, tras mi estancia en Barcelona, unos 700. Permitidme que os hable de ellos un poco más. Siendo sincera: algunas amigas me decepcionaron, pero nada empaña lo feliz que me hacen todas esas personas que todavía me escriben para saber cómo estoy más allá de la distancia. He discutido con mis "amigos de toda la vida" de aquí, de Coseza, porque siempre han sido muy falsos conmigo, y nunca había querido darme cuenta. Por este motivo, mis nuevas amistades han sido más fuertes y sinceras, tanto que a día de hoy me suelen preguntar cuándo volveré.

Me siento muy feliz de haberlos conocido, no hubiera sido capaz de superar los malos momentos que he vivido estos meses sin su ayuda. Por ello, quiero dedicarles un enorme "¡Gracias! ". Probablemente intentarán leer el artículo, pero como está escrito en italiano no se enterarán de mucho.

¿Tuve alguna historia de amor?

Es una pregunta que os habréis hecho muchos de vosotros y a la que no querría responder. Pero ¡sí! La tuve, ¡y cómo! Gracias a una persona, siento como si hubiera vuelto a nacer; es alguien muy especial que me ayudó muchísimo a creer más en mí misma y a entender qué significa, de verdad, amar a una persona. Sin embargo, o no supe apreciar a esa persona del todo, o simplemente arruiné algo tan bonito solo por el daño que otro me había hecho antes. Aun así, sucedió algo entre nosotros que me guardaré para mí.

Quedaos con que me siento muy feliz por haber conocido a ese alguien en el momento y el lugar adecuado. Al final, ¿no es eso el amor?

¿Qué sitios de mi primera vez en Barcelona recordaré siempre?

No sé por qué, pero escribiendo este post se me están ocurriendo las preguntas más espontáneas que en otro momento no hubiera pensado. En fin, responderé, como siempre, con sinceridad.

Acabo de soltar un suspiro porque, pese a mi buena voluntad, me cuesta hacer una lista de los lugares más bonitos y significativos para mí, cada rincón de la ciudad de Barcelona es precioso.

Aun así, me esforzaré en hacerla, solo por vosotros. A continuación os dejo la lista, quizá demasiado ordenada, de las zonas de Barcelona que han dejado huella en mí, haya sido en un rinconcito o en todo un barrio:

1. Antes que nada, quiero nombrar mi primera casa, en la que viví durante 5 meses. Ahí pasó de todo: desde graves peleas con mis compañeros de piso, hasta dulces momentos románticos de afecto y sinceridad. Por no hablar de los días tan bonitos que pasé junto a mis amigos viendo el fútbol o con cualquiera que se pasaba por casa solo a por un café. ¡Se me saltan las lágrimas de pensarlo! De hecho, es el sitio al que más apego tuve, sobre todo echo de menos mi habitación, aunque siempre estuviera llena de papeles y libros que estudiar.
2. En segundo lugar, la playa de la Barceloneta. No la sitúo ahí porque haya vivido momentos mágicos, no al menos desde un punto de vista romántico, sino por el amanecer de Barcelona o por un simple paseo por la orilla. Me hacía sentirme una habitante más de la ciudad. No digo más porque si no, al final me pongo a llorar de verdad.

En el tercer puesto, la Fuente mágica de Montjuic. Es un lugar particularmente mágico, seguramente el que más, pero muy a pesar no pude disfrutarlo con una persona igual de especial.

3. Otro lugar muy importante que guardo en mi corazón es: los Cines Verdi. Estaban casi enfrente del portal de mi casa. Bastaba con verlos frente a mi casa cada día para sentirme feliz.
4. El Bar Craft. Sé que no tiene nada de especial, pero nunca olvidaré la gran noche de marzo que pasé en dulce compañía. Por tanto, permitidme también esta elección.
5. El Bar 7. Como habréis podido comprobar, para mí la amistad es muy importante. Por ello, le guardo un pequeño lugar en mi corazón al bar donde conocí a tantos de mis actuales amigos, gracias a los tándems del Language Exchange.
6. El mítico Pub George Payne. ¿Cómo podría olvidarme de él después de todas las maravillosas noches de karaoke que pasamos allí?
7. Mi academia de baile SwingCats. De tantas clases a las que fui durante mi estancia, supuso un punto de encuentro, incluso una verdadera casa.
8. Por último, ya que me llevaría horas continuar la lista, debo nombrar el parque de la Ciudadela. Fue ahí donde conocía a mis amigos, y tengo que decir que aquella mágica y natural atmósfera que se crea es algo único que no se olvida.

¿Qué nuevas recetas he aprendido en este viaje?

En primer lugar, aprendí a preparar una fideuá riquísima. Sinceramente, estoy muy orgullosa de esta gran conquista culinaria. También probé a hacer otras muchas recetas, no necesariamente españolas, que por este concurso he tenido que memorizar.

Y bueno, bueno, qué deciros de mi tiramisú. Creo que fue el plato italiano que más cociné en esos meses. De hecho, se lo preparaba a todos mis amigos, tenían la curiosidad de probarlo. Fue divertido volver a descubrir un plato tan italiano en el extranjero.

Mi experiencia personal

¿Cuál es el recuerdo más bonito que me regaló Barcelona en nuestros primeros 6 meses?

¡Mi historia de amor! , no cabe duda. Soy una romanticona empedernida. Barcelona me ofreció el regalo más bonito de todos: poder crecer como persona y hacerme entender que todo es posible; que si tienes el corazón hecho pedazos, en cualquier momento y en cualquier lugar puede aparecer alguien que te mire con sinceridad, como si fuese la primera vez que ve a una mujer bella. ¡Que sí, que sí! Este es el recuerdo más bonito que me llevo de Barcelona, y por si os interesara, os anuncio que he empezado a escribir un libro sobre esta historia. Y esta vez lo terminaré pronto.

Mi experiencia desde el punto de vista personal

Si tuviera que dar mi opinión sobre la ciudad de Barcelona, después de haber vivido en Coseza, Verona, Perugia, Milán, Como, Roma, Odense (Dinamarca) y Oslo (Noruega), diría lo siguiente: Barcelona es el lugar ideal donde asentarse y formar una familia, donde gozar de la vida. ¡Y no penséis mal!

Por gozar de la vida quiero decir simplemente apreciarla en cada momento, más allá de que vuestro profesor os haya dejado tirados con el trabajo fin de carrera, haciéndoos perder todo un año pese a haber trabajado duro; por gozar de la vida quiero decir disfrutar de todo lo que os suceda a cada instante; por gozar de la vida quiero decir vivir, tener nuevos amores, no dejarse llevar por las apariencias y aceptar a las personas que no sean como nosotros. Por gozar de la vida también me refiero a no reprimir lo negativo que cada uno lleva dentro; a llorar, sufrir, sentirse traicionado, pero de forma que te sientas vivo, que sientas lo que está sucediendo.

Barcelona es capaz de dártelo todo, como Roma, pero sin tráfico. Es un centro multicultural de nivel mundial.

Es una unión perfecta de las reglas cívicas que imperan en Europa del Norte, por no ser más precisa y citar los países escandinavos, donde siempre brilla el sol; es bella, viva, artística y cultural. ¿Qué más podría decir? Para mí, es una ciudad increíble, y mira que aún me quedan lugares por descubrir. Me fío ciegamente de todos lo que dicen de ella ser la mejor ciudad del mundo para vivir. Ahora, perdonadme, debo hacer una mínima pausa, estoy a punto de llorar. ¡La echo tanto de menos...! ¡Pero sigamos!

¿Qué cambiaría si pudiese volver atrás?

Seguramente intentaría no fiarme tanto de las amigas que me traicionaron, así como no ser tan estúpida con la gente que ha demostrado quererme de verdad. Sin embargo, no es más que un sueño, la realidad no vuelve nunca atrás.

¿Estuve satisfecha con mis amistades?

¡No! Últimamente muchos amigos me han decepcionado muchísimo, y temo que sea por mi acercamiento con ese alguien del que ya os he hablado. No pienso que sea un mal chico. Por tanto, he llegado a la conclusión de que, de nuevo, "La amistad, por más rara que sea, es menos rara que el verdadero amor". No sé quién dijo esto, pero lo digo muy a menudo porque tenía razón.

¿Repetiría esta experiencia si fuese posible?

¡Claro que sí! Aún no tengo la maleta preparada, pero estoy buscando trabajo en Barcelona y espero encontrarlo cuanto antes y así volver.

¿Qué es lo que más me gustó de Barcelona?

¡Las personas! A pesar de tantas decepciones, me encontré con gente que me acogió con un amor que ni siquiera aquí en Italia saben darme.

¿Qué echo de menos de la ciudad de Barcelona?

Todo.

Algunas fotos que me recuerdan todo aquello que no olvidaré nunca

He elegido algunas fotos tontas para comentar con vosotros. ¡Espero que os guste esta nueva idea! Hice tantas fotos que no sabía cuáles elegir, la verdad. Por ello, he pensado en buscar las fotos que me representen: cómo he cambiado y qué es lo que más recuerdo de algunos momentos que subí a Instagram. Por cierto, si queréis seguidme, ¡podéis hacerlo! Mi usuario es: "g. _i. _l. _d. _a". Es un nick extraño, lo sé, pero era el único que se me ocurrió con mi nombre que estaba disponible. Quién sabe quién sea la afortunada Gilda de este mundo.

Foto número 1: tranquila en la playa

Me hice esta foto, ahora que lo pienso, el día anterior a irme de Barcelona. Estaba en la playa con mis amigos, descansando tras el partido de voley que nos echamos. A ratos, incluso, hice de árbitro. Era tan feliz y estaba tan tranquila que me entraron ganas de hacerme un selfie, y mira que me iba al día siguiente. ¿Qué me decís? ¿Salgo bien?

Foto número 2: un poco de color antes de la final entre Francia y Portugal

Me río enseguida cuando veo esta foto, no solo por la feliz victoria de Portugal ante Francia, sino porque me recuerda a todos los momentos en que vi el fútbol con mis amigos, en su mayoría chicos. De todas formas, fue genial que ganara el equipo que yo quería. Italia fue eliminada de la competición. ¿Qué me decís? ¿Me sienta bien el maquillaje?

Foto número 3: yo en el espejo. Ahora os digo por qué

Podría parecer una foto vanidosa por el hecho de fotografiarme en el espejo, pero ¡no lo es! En realidad, oculta otro significado, y es mi pasión por la fotografía.

Nace en Barcelona

Tampoco puedo decir que la pasión me venga de Barcelona, pues es algo que me acompaña desde siempre. Sin embargo, fue allí donde me adentré en la fotografía más profesional.

Me compré mi primera Reflex durante las rebajas de invierno, el día de antes (o de después, no me acuerdo bien) de Navidad. No fue un simple regalo de Navidad, sino el esfuerzo de 3 meses ahorrando dinero que me gané trabajando en Roma, como Steward, para conseguir lo que tanto soñaba. En enero todavía no pude concentrarme en el funcionamiento de esta joya, por lo que mi primer disparo fue ya en Barcelona. Otra razón por la que amo esta ciudad.

Foto número 4: yo, más guapa gracias a Barcelona

En esta foto si fui un poco vanidosa, lo admito. Pero no puedo dejar pasar el efecto que Barcelona me creó. Recibí muchísimos cumplidos tras volver de Barcelona. Algunos me han dicho que he cogido algún kilo de más, por no llamarme directamente gorda; otros, por el contrario, dicen que estoy perfecta. De los primeros hago oídos sordos, soy yo quien conoce mi cuerpo mejor que nadie.

En cuanto a la belleza a la que me refiero, esta foto refleja una imagen más profunda de la mujer madura que Barcelona vio crecer y que reconozco ser. De hecho, me ha visto pasar de los 26 a los 27 años en Plaza del Sol.

Esta es una de tantas fotos que me hice en la ventana del salón de casa. Era un quinto piso, de ahí que la luz para mis selfies fuera tan buena. Quizá la mejor prueba de lo que acabo de decir sea que tuve que modificarla para subirla a Instagram. Es increíble que hoy en día podamos modificar los rasgos del rostro, cuando antes solo se podían cambiar los colores.

Seguramente sea esta la imagen que quiera llevarme de Barcelona: la que me hace parecer, y sobre todo ser, la nueva Gilda, preparada para alejarse de las malas personas, así como deseosa, ahora más que nunca, de mejorar y ayudar a los demás.

Conclusiones

No pensaba que lo más difícil de este artículo fuesen a ser las conclusiones. Siento como si aún no hubiese dicho lo más importante. No obstante, aquí y ahora me doy cuenta de que no me alcanzan las palabras para expresar lo que de verdad siento por Barcelona: una revancha, o quizá, una conquista. Al final, lo que he vivido solo lo puedo saber yo. Si tuviera que compartirlo todo con vosotros, tendría que escribir un libro (es mi intención) y no un simple artículo de unas 4 o 5 páginas. A lo mejor, un día podréis leer toda mi historia.

Al final de mis artículos, siempre hago un agradecimiento que, desde hace un tiempo, alguien me copia. Ridículo, ¿verdad? ¡¿La falta de originalidad en un concurso te obliga a copiar literalmente las palabras del rival que está justamente por detrás de ti?!

En fin, no es el tema del que quiero hablar. Me gustaría agradecer especialmente a todas las personas que han leído hasta el final el artículo, porque solo a quien le intereso de verdad (aparte de quien me copia, obviamente) sabrá qué siente alguien a quien Barcelona ha dado tanto. Y, bueno, a menos que no seáis estudiantes Erasmus que hayan llegado aquí por el curioso título de mi post, os mando un fuerte y afectuoso abrazo.

Espero que alguien diga o comente algo, porque tras este extenso y emotivo resumen, se me vuelven a saltar las lágrimas.

¡Pero esto no acaba así! ¡Tranquilos! ¡Os dejo con una frase muy bonita que pertenece a una canción de un anuncio que "alguien" me enseñó hace unos meses! Desgraciadamente, no he conseguido encontrar el link de la canción que formaba parte de una preciosa campaña turística de YouTube. Aun así, sé que no la olvidaré nunca.

Pero antes, como siempre, ¡hasta la próxima!

Dice así: "¡He encontrado Barcelona! ¡He encontrado Barcelona! O, quizá, ¡es ella la que me ha encontrado! ".

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