Tour por los lagos de Austria

¡Hola otra vez! Hoy continuamos con Austria, que ahora mismo es de mis países favoritos ya que lo estoy conociendo muy a fondo. Siendo así, tengo que decir que Austria no solamente ofrece ciudades increíbles como son Salzburgo, Graz o Viena, sino que también tiene grandes zonas de naturaleza que merece la pena explorar. De esta forma, aquí os traigo cinco lagos de Austria que para mí fueron magníficos. El objetivo no es visitarlos todos, sino que si estáis de turismo en ciudades como Graz o Linz, podéis alquilar un coche y acercaros a uno de estos para huir del bullicio y relajaros en la naturaleza. Si vais en verano, quizás tengáis suerte y la temperatura sea buena para daros un baño; y en invierno, podéis disfrutar de lagos congelados rodeados de montañas llenas de nieve.

1. El primer lago se llama Traunsee. Situado entre Salzburgo y Linz, podemos decir que está situado al norte. Es un lago enorme. Hay varias formas de recorrerlo pero yo creo que la mejor es coger una bici y rodearlo. De esta forma, puedes pararte con calma en los rincones que te llamen la atención. Cuando nosotras fuimos allí, recorrimos el lago en coche y decidimos parar donde está la iglesia “Traunkirche”, encima de una colina. Para aparcar es un poco complicado en verano, pues la mayoría de los parkings pertenecen a campings privados o son de pago. Aun así, nosotros tuvimos suerte y pudimos aparcarlos fuera del andén sin tener que pagar.

Este lugar donde está la iglesia es uno de los más turísticos del lago. Tuvimos la suerte de encontrar una superficie de hierba donde estábamos prácticamente solas y teníamos unas vistas espectaculares a la iglesia. Cerca de allí también hay restaurantes, bares, terrazas y zonas privadas donde tumbarse y darte un baño. Bueno, lo de darse un baño es relativo, porque el agua estaba realmente fría. Y lo digo yo, que me he bañado toda mi vida en el Atlántico.

Algo que me hubiese gustado hacer es alquilar un kayak y recorrerme el lago, la verdad. Mientras estuvimos tomando el sol, además de barcos pasaban algunos kayaks y parecía divertido. Además de esto, hay zonas reservadas para campings, idea que también me llama la atención. Pasar unos días en el lago recorriéndolo de punta a punta. Además, al ser un lago tan grande, hay todo tipo de facilidades, pues hay supermercados como BILLA muy cerca de allí. Ni siquiera necesitas llevar toda tu comida empaquetada, puedes comprarla allí.

Este lago es perfecto para hacer actividades deportivas ya sea senderismo, subiendo y bajando las grandes montañas de los Alpes; ir en kayak; andar en bicicleta; o incluso hacer escalada. Realmente impresiona mucho estar tomando el sol y tener enfrente de ti una montaña enorme, que forma la cordillera de los Alpes.

2. Wörthersee. Situado en el sur de Austria, en Klagenfurt, cerca de la frontera con Eslovenia, fue una parada casi obligatoria cuando íbamos con destino a Croacia, en coche. Paramos aquí para que el viaje no se hiciese tan largo y fue un puntazo. Es un lago también enorme, de aguas azules y cristalinas y a diferencia de Traunsee, el agua está buenísima, tiene muy buena temperatura. Realmente, no cuesta nada meterse y puedes nadar a tu antojo porque no te coge el frío. Nosotras llegamos y fuimos a una zona que estaba muy bien. Había poca gente, un sitio tranquilo, con un muelle de madera para tumbarse y colchonetas y tablas de paddle para utilizar. Todo fue bonito mientras duró porque de repente un hombre se acercó a nosotras diciendo que teníamos que pagar. Cuando esto sucedió yo ya estaba en el agua, así que imaginaos qué situación. Como estamos en contra de estas privatizaciones, decidimos irnos y buscar un lugar público.

La verdad es que no nos pudo haber salido mejor porque caminando nos encontramos con este columpio donde pasamos las horas siguientes. Al principio daba miedo tirarse, pero después le cogíamos el gusto y nos rifábamos el columpio, hecho con madera y cuerdas. Cuando ya nos entró el hambre, fuimos a una zona donde el terreno era plano y había hierba para comer los tuppers que nos habíamos traído de casa. La verdad es que Wörthersee nos encantó a todas. Después estuvimos investigando y descubrimos que podemos ir de camping y ahora mismo es una idea que nos ronda la mente. Ojalá se lleve a cabo porque me apetece mucho pasar unos días allí y seguir descubriendo nuevos rincones.

Aquí también pueden verse casas a pie de lago que son de ensueño, como las que aparecen en las revistas, con su propio pantalán de madera, sus flores en los balcones y el césped recién cortado. No sé si la gente vive allí todo el año o simplemente veranea, pero sea cual sea su decisión ambas me parecen estupendas.

3. Hallstatt. La joyita de Austria. Quizás por el nombre no os suene, pero seguro que habéis visto miles de fotos de Hallstatt. Bueno, en realidad el lago se llama Hallstätter See, Hallstatt es un pequeño pueblo que se encuentra en una orilla de este gran lago. He tenido la suerte de visitarlo ya dos veces y no me importaría que hubiese una tercera. Es un pueblo muy pequeño, pero original, con su plaza principal, su iglesia y sus casitas típicas austríacas. En la orilla, hay un pequeño muelle con barcos y también cisnes. Enfrente, los Alpes.

Aquí, podéis alquilar un barco para dar una vuelta por el lago. Si subes poco a poco su colina, te encontrarás en el bosque, en plena naturaleza donde hay una pequeña cascada y desde donde se puede ver el pueblo casi con vista de pájaro, junto con el lago de fondo. Cerca de allí, hay una cueva de hielo y también un mirador desde donde se ve Hallstätter casi entero. Al ser un sitio tan bonito, hay muchos turistas.

Mi recomendación es que no intentéis aparcar en Hallstatt o cerca, sino que vayáis al otro lado del lago, justo enfrente de este municipio, donde se localiza la estación de tren. La mayoría de la gente llega hasta allí en tren o aparca su coche cerca de allí y después, coge un barco para llegar hasta el pueblo. Sorprendentemente, coger el barco no es nada caro: 5 euros ida y vuelta. Se disfruta mucho del paseo en barco, que dura unos siete minutos aproximadamente. Puedes ver Hallstatt desde otra perspectiva diferente y notar cómo vas acercándote es muy guay. Eso sí, os recomiendo ir con tiempo porque el último barco para volver es a las 18:00. Lo ideal es que tengáis dos horas para ver Hallstatt sin prisas y disfrutando de todos los detalles. Nosotras hasta nos tomamos un café en la plaza principal. Hay muchas tienditas con souvenirs en las que se venden los trajes tradicionales austríacos, también puestecitos con crepes y alguna que otra pastelería.

Las dos veces que estuve en Hallstatt era pleno verano, con una temperatura muy agradable. Si vuelvo allí, espero hacerlo en invierno, cuando todas sus calles pintorescas estén cubiertas de nieve. Y además, con menos turistas.

Definitivamente Hallstatt es una parada obligatoria para aquellos que viajan por Austria. No solo el pueblo es muy bonito, sino toda la naturaleza que lo rodea. Por cierto, me he olvidado mencionar que el agua en Hallstatt está buena. Si os apetece daros un chapuzón, hacedlo, pero en orilla contraria al pueblo, para estar más tranquilos.

4. Fuschlsee. Estuve en este lago cuando pasé 11 días en Salzburgo, ciudad de la que tengo que hacer una entrada sí o sí. Está súper cerca de aquí, a 30 minutos aproximadamente. Si os animáis, os recomiendo coger un día el coche y hacer un tour por todos los lagos que están por esa zona. ¡A mí es que me encantan! Fuschlsee me recuerda un poco a Wörthersee. Es un lago muy grande, con el agua cristalina, azul y también muy buena temperatura para bañarse. Para aparcar allí, normalmente hay que pagar. Hay varias zonas acomodadas con tumbonas, sombrillas y también colchonetas en el agua. Nosotras decidimos buscar un sitio en plena naturaleza para estar tranquilas así que encontramos una especie de “playa” de piedras pequeñita y nos tumbamos allí. Estuvimos nadando mucho tiempo en el lago, nuestro propósito era cruzarlo de un lado a otro, pero a medio camino nos dimos cuenta de que nuestros pulmones no daban para tanto.

Como ya os he dicho antes, en estos lagos se pueden hacer muchas actividades, así que mientras nadábamos, nos cruzábamos con mucha gente que iba en sus kayaks. Al principio del lago, también hay puestecitos con helados, restaurantes, cafeterías y supermercados. Todos los grandes lagos de Austria siguen una misma línea en cuanto a establecimientos, recursos y actividades, como podéis ver.

Nos pasamos la tarde allí hasta la puesta de sol. Sin duda, si os apetece hacer algo menos turístico en vuestro viaje, pasar un día en Fuschlsee de picnic, con un kayak o simplemente nadando es un buen plan.

5. Lunzer See. Admito que este lago no es de los más famosos, ni de los más grandes de Austria, pero yo soy muy fan de descubrir sitios que no todo el mundo conoce. A pesar de que Lunzer es muy pequeño y parece que está perdido en medio de la nada podría decir que tiene el encanto de los mejores lagos de Austria, esos que aparecen en la lista del top 5. Estuvimos aquí casi de rebote, era una parada volviendo a Bratislava, para que el viaje no se hiciese tan pesado.

Lunzer See pertenece al pueblo Lunz Am See. El agua está buenísima, de verdad, además de limpia. Es ideal para bañarse, bucear e incluso alquilar una pedaleta y recorrer el lago. Nosotras queríamos hacerlo pero éramos cinco y la pedaleta era máximo para cuatro. Una pena. Hay zonas del lago que son privadas, pues muchas personas tienen allí su casa de verano. La zona donde están los restaurantes, heladerías, tiendas y alquileres de pedaletas o barquitas suele estar más concurrida, así que nosotros decidimos ponernos en un punto aleatorio del lago y merendar allí y pasar un buen rato. Nos dimos unos chapuzones y disfrutamos de las vistas desde el agua. Una colina repleta de árboles enfrente de ti mientras nadas prácticamente sola no hay quien lo pague.

Ese día estaba un poco nublado y cuando se iba el sol hacía un poco de fresquete, pero cuando las nubes se apartaban se estaba de maravilla. A mí me encantó y me encantaría volver.

Al ser un lago más pequeño, no se pueden hacer tantas actividades ni estar de camping. Sé que hay casitas de alquileres, ideal para una retirada espiritual o también si te apetece escribir y necesitas inspirarte. La ventaja para mí más importante de Lunzer See es que al no ser conocido, apenas hay gente y de verdad, es un sitio muy tranquilo, lejos del bullicio o la contaminación de la ciudad. Cuando vives en Bratislava (o en cualquier otra ciudad) agradeces alejarte de los grandes edificios, los tranvías y el asfalto y sustituirlos por paraísos naturales como este.

Por cierto, ya acabando, sé que cerca de allí hay una cascada bastante alta. Intenté buscarla por mi cuenta en Google Maps pero no la encontré. Es uno de esos puntos que no aparecen en Internet sino que tienes que tirarte a andar para encontrarla. Ahí os dejo el dato, por si os apetece caminar para encontrarla.

¡Y hasta aquí el post de hoy! Espero haberos dado buenas ideas si estáis planeando un viaje a Austria. Si no sabéis qué lago elegir, podéis echarlo a suertes y salga el que salga, no importa porque todos valen la pena y será una buena decisión. Ya me despido: gracias por leerme hasta el final y nos vemos en el siguiente post.

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