Auckland y alrededores

Durante toda nuestra estancia en la ciudad de Hamilton hizo muy mal tiempo, así que no pudimos hacer mucho. A ver, siempre se pueden hacer actividades de interior, como lo que hicimos nosotros de ir a museos, pero me gustan mucho más las actividades al aire libre para disfrutar de los paisajes y cuando siempre está lloviendo y nublado, resulta difícil incluso ver el paisaje. En la ciudad de Reglan, aunque también hizo mal tiempo, pudimos dar un paseo por la playa. Pero, al ser temporada baja no había casi nadie por allí ni bañándose. El motivo por el que habíamos ido a Auckland es porque teníamos una oferta de trabajo allí, así que empezamos a buscar alojamiento, pero finalmente la cosa no salió bien. Fue un poco deprimente y como además el tiempo no mejoraba, decidimos continuar hacia el norte, donde el tiempo estuviera mejor. Cuando llegamos a la ciudad de Whangarei, tuvimos bastante suerte y pudimos alojarnos en un hostal muy acogedor.

Después de allí, fuimos a ver las cascadas Whangarei Falls y nos acercamos al sendero Canopy Walk para ver los típicos árboles kauri. Estos árboles son los más grandes y altos de Nueva Zelanda, así como los más antiguos del mundo. Por la noche, nos hicimos la cena y decidimos que a partir de ese momento íbamos a echar espárragos a todas las comidas que hiciéramos, ya que ha comenzado su temporada y nos vuelven locos. Añadiremos los típicos espárragos verdes a los fideos, a las ensaladas o cualquier otro plato y es que además de buenos, están muy baratos.

Al día siguiente, queríamos visitar las cuevas Abbey Caves para ver luciérnagas de nuevo, pero como no teníamos ni casco ni luces y nos dijeron que sin eso no podíamos entrar porque era muy peligroso, nos saltamos esa parte del plan. En su lugar, nos dirigimos a Town Basil para pasear por la ciudad y visitar las galerías de arte. Por la tarde, fuimos junto con otro chico al centro hospitalario Bird Recovery Centre donde curan a los pájaros enfermos o heridos para después dejarlos de nuevo en libertad. El propietario del centro era amigo del propietario del hostal donde nos alojábamos, así que pudimos conseguir unos descuentos especiales en el precio de la entrada. Nos enseñó todo el centro y las clases de pájaros que tienen. Entre ellos había unos polluelos recién nacidos (que olvidé cómo se llamaban) y unos kiwis (pájaro típico de Nueva Zelanda) que solo tenían cinco días. Además, nos dio la oportunidad de adoptar a un kiwi, algo que normalmente está prohibido. Ese kiwi había estado toda la vida en el centro porque había perdido una pata y no podía vivir por su cuenta. También tenían un albatros que estaban tratando en ese momento y que lo volverían a dejar en libertad en una semana o así. Uno de los pájaros que hablaba me dijo: "¿puedo invitarte a una cerveza? ". Me quedé alucinando porque no sabía quién me estaba hablando. El pájaro lo repitió varias veces hasta que me di cuenta que el que estaba hablando era él. Cuando llamé a mis amigos para que lo vieran, solo dijo "hola". Admito que me sentí halagada. Fue un día muy interesante para todos.

Después de ir hasta el extremo norte de Isla Norte, regresamos a Auckland. Antes de llegar, paramos en un pueblo llamado Orewa que se encuentra en la carretera en la que no hay que pagar. En Nueva Zelanda, hay solo dos carreteras de pago y solo en ellas dos está permitido ir a más de 100 km/h, ya que el límite son 120 km/h. Allí, encontramos un pequeño hostal donde nos ofrecían un 50 % de descuento en todos los lugares turísticos de alrededor. Evidentemente, lo utilizamos para relajarnos en el balneario termal Waiwera Hotpools antes de continuar con nuestro estresante camino hacia Auckland. Cuando llegamos a Auckland, visitamos el acuario Kelly Tarltons Sea Life que es, atención, el acuario más grande del hemisferio sur y donde pudimos ver a pingüinos incubando sus huevos, enormes cangrejos, estrellas de mar, caballitos de mar de muchos colores, al pez Nemo, tiburones y peces raya mientras les daban de comer. Fue un día muy original e interesante, un buen día para estar en lugares cubiertos, ya que fuera no hacía muy buen tiempo.

Al siguiente día, tuvimos un poco de más suerte con el tiempo y pudimos subir al Mount Eden, el volcán más grande de los 50 sobre los que está construido Auckland. Desde allí, podréis disfrutar de una de las vistas más espectaculares de la ciudad. El resto del día lo aprovechamos para visitar el puerto y la ciudad, que es bastante grande. De hecho, es la ciudad más grande de Nueva Zelanda y podría ser perfectamente la capital, pero como Wellington está más céntrica es ella la ciudad capital.

Un día, decidí hacer una visita guiada por la ciudad, ya que quería saber más información sobre ella y ver cada lugar con su correspondiente explicación. La visita comenzó a las 9 en punto y al primer sitio que fuimos fue al CBD, que en inglés significa Central Business District, o también conocido como el distrito comercial de Auckland. Después, fuimos al gran puerto y a la costa. Descubrimos que Auckland tiene el mayor puerto de importación del mundo. Me sorprendí de que Auckland no fuera una ciudad tan fea como la gente dice. Sobre todo porque tanto el puerto Viaduct Basin, el puerto Viaduct Harbour y la costa de Wynyard Quarter son lugares preciosos. Nos alejamos un poco de la ciudad para visitar Parnell Drive, que es el lugar de residencia del primer ministro de Nueva Zelanda; Tamaki Drive, una bonita región con preciosas casas y Mission Bay, una población costera. También pudimos visitar el Museo de Auckland y tuvimos tiempo para verlo por nuestra cuenta. En él hay algunas exposiciones sobre la etnia maorí de Nueva Zelanda y su historia, enfocada sobre todo en las guerras y las armas. Después de comer, visitamos uno de los barcos del puerto para hacernos una idea de cómo era el puerto, fuimos al puente Harbour Bridge, desde donde vimos a una persona haciendo puenting; a Devonport, una región de vino; al puerto Waitemata Harbour y a la isla Rangitoto. Y como era de esperar, todas estas visitas iban acompañadas de su correspondiente explicación.

La isla Rangitoto es el volcán más reciente de Auckland, la última vez que entró en erupción fue hace 600 años. En la isla, se podían ver diferentes tipos de pájaros y hace dos años (ahora ya cinco) fue declarada una zona libre de plagas y esto hacía referencia a conejos y zarigüeyas, ya que llegaron a ser una auténtica plaga en todo el país. Al final, subimos a la torre Sky Tower de 328 metros de altura para disfrutar de las vistas desde dos plantas distintas (la planta 51 y 60). Para los más valientes, existía la posibilidad de hacer SkyJump o SkyWalk e incluso vimos a gente que lo estaba haciendo. SkyJump no es como hacer puenting, ya que sería más peligroso saltar desde una torre. Consistía en ir bajando por la torre atado con una cuerda sobre los hombros y el pecho y, después, iban bajando hasta que llegaban hasta abajo del todo. El SkyWalk consiste en andar sobre un puente elevado. Las vistas son increíbles, pero si hace mal tiempo, todo sería más gris y apagado. Mi novio y yo decidimos ir al casino SkyCity, donde solo me dejaron entrar a mí porque él no tenía la edad mínima y a algunos bares y restaurantes que estaban dentro de la torre. Por la noche, continuamos nuestra ruta hacia la península de Coromandel. Queríamos dejar ya el alojamiento en el que estábamos, que era lo único que nos salió gratis (parece que Auckland está siempre invadido de turistas) y también, como ya os he dicho antes, yo soy una persona de exterior y la estancia en Auckland ya había sido suficiente para mí.

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