Visita en 2 días

Atenas

Visite Atenas un fin de semana durante mi Erasmus en Italia. Había unos vuelos bien de precio y nos lanzamos a la aventura para ver que podía pasar.

Llegamos al aeropuerto y cogimos un metro hasta el centro de la ciudad. Al llegar allí, un autobús nos dejó enfrente del alojamiento que habíamos reservado. Teníamos hambre así que antes de entrar nos comimos unas brochetas típicas de Atenas de carne riquísimas.

Al entrar en el albergue vimos nuestra habitación. Era de 4 literas pero éramos solo 2, hicimos la reserva para un albergue porque era lo más económico. Al llegar al alojamiento, nos dijeron que podíamos entrar pero que tuviéramos cuidado que había una persona durmiendo dentro, para no hacer ruido.

Entramos lo más sigilosas posibles y nos dormimos. Al día siguiente, a las 6 de la mañana, el chico que estaba en la litera de arriba de la otra torre, asustó a mi compañera porque saltó de la cama y movió todo el suelo. Ella pegó un brinco y se bajó de la litera gritando. Yo estaba en la de abajo y ni me movía de lo cansada que estaba. Ella se sentó en el suelo y seguía gritando, hasta que le dije que se tranquilizara.

Luego subió de nuevo a la litera y yo me reía porque era de película aquello, ver como bajaba gritando y el otro flipando.

Más tarde nos despertamos nosotras para hacer turismo. Nos arreglamos y cuando estábamos a punto de salir por la puerta, el tío entra y pide disculpas por el ruido. Nos pusimos a hablar un poco con él y no comentó que era australiano, había llegado en bicicleta y dormía por los bosques en un saco. Estaba en Atenas para aprender griego y se iría en una semana a Turquía en bicicleta también. Tenía su cocina de gas en la ventana para hacer su desayuno y siempre comía en el mismo cuenco.

Nos fuimos a conocer Atenas. Primero fuimos a desayunar y encontramos una cafetería cerca del albergue que servían café y bollería muy rica, que para salir del paso, estaba muy bien. Había un bollo de chocolate con canela por encima buenísimo.

Visitamos el museo nacional de historia, un sitio súper interesante. Hacía un repaso a la historia desde el paleolítico. Tenía herramientas, joyería y todo tipo de instrumentos utilizados en diferentes épocas.

Después de ver el museo, nos fuimos al centro. Estuvimos viendo los edificios más emblemáticos la academia nacional que tiene un jardín delante muy bonito. La plaza sintagma, subiendo las escaleras puedes ver el parlamento, la plaza tiene una fuente que cambia de colores por la noche y tiene un montón de restaurantes a su alrededor.

Entramos en el jardín botánico. Aquí cuando estábamos dentro vimos a unos hombres con pinta sospechosa como siguiéndonos detrás nuestra. No nos gustó nada la situación. Nos dimos cuenta cuando estábamos en el interior. Así que, cuando habíamos visto la parte más bonita del jardín, decidimos recular e ir en sentido contrario a la de estos señores, para dejarlos atrás. Salimos del parque sin incidentes pero hubo un momento de tensión, en el que nos pusimos a correr por precaución.

Nos fuimos a comer a una galería que hay cerca de la academia nacional. Nos pedimos unas fajitas vegetales que estaban muy ricas.

Por la tarde visitamos el Acrópolis, que para los estudiantes universitarios de la Unión Europea es gratuito. Comenzamos a subir la cuesta, a mano derecha se puede ver el teatro romano ¡es precioso!

Luego subimos hasta llegar a la entrada que tiene unas escaleras. Una vez las subes se puede ver a la derecha el Partenon y a la izquierda el Atenea Niké. Este último, no se puede entrar dentro pero se ven las cariátides por fuera perfectamente.

El Partenon está con andamios. Hay una bandera justo al fondo y un mirador para ver Atenas desde las alturas. Si rodeas el Partenon, verás diferentes puntos para poder hacer fotos de Atenas.

También hay un guardia de seguridad para evitar que te caigas abajo por una foto. Cuando estuve yo, tuvo que llamar la atención a gente porque se subían al muro de piedra que hay para salir en el selfie.

Al terminar bajamos, íbamos a coger el metro y nos encontramos con un griego que sabía hablar español. Sabia un montón de idiomas: inglés, griego, español, italiano… Nos comentó que si queríamos le contactáramos para hacernos de guía.

Al día siguiente, antes de contactar con él, fuimos al barrio de Plaka para ver esta zona que tenía grafitis. Una zona bastante turística aunque nos encontramos un problema. Resulta que notamos como nos seguía un hombre. Fue muy cantoso porque nos paramos en medio de la acera y él se paró justo enfrente para hablar por teléfono supuestamente. Esperamos a ver que hacía, al final no paraba de mirar que estábamos pendiente de él y se marchó. Si vas por esta zona ándate con ojo porque según nos comentó el griego roban bastante.

Luego quedamos con el griego, nos enseñó un centro comercial enorme. Tenía un montón de tiendas y un supermercado también. Yo compré dulces griegos típicos para llevarme de vuelta a Italia. Más tarde vino un amigo suyo y nos llevaron al Pireo en metro. Un sitio muy bonito con restaurantes por el puerto y un montón de barcos de lujo atracados.

Después fuimos a cenar a un lugar con amigos de él. Era un sitio típico griego y había un cantante que tocaba en directo. Fue muy divertido y en la cena probamos todo tipo de comida griega ¡estaba todo riquísimo!

Nos llevó a la zona de las discotecas y estuvímos tomándonos unas copas en una discoteca que tenía servicio de restaurante. Había gente bebiendo su copa y bailando como en cualquier pub y otra cenando como en un restaurante.

Al siguiente día visitamos por nuestra cuenta el templo de Zeus y la puerta de Adriano. Nos distrajimos bastante viendo el Zappeion, ya que desde ahí podíamos ver al fondo las montañas nevadas y se veía de postal.

Llamamos a nuestro amigo para que nos llevará a comer a un sitio. Pedimos pescado y comimos unos bocadillos de calamares riquísimos.

Por la tarde ya nos teníamos que volver así que fuimos al albergue a recoger todo para ir en metro hasta el aeropuerto.