La parte viajera de mi experiencia Erasmus

Entre las expectativas de un estudiante internacional en general y un estudiante Erasmus en particular, se encuentra la perspectiva de viajar mucho. Estar en un nuevo país, conocer una nueva cultura y hacer amigos de casi cada rincón del mundo, todo ello viene acompañado con el deseo de explorar tantos lugares nuevos a tu alrededor como sean posibles.

Viajar es una de mis prioridades cuando salgo de mi país, pero no la tuve en cuenta cuando escogí Grecia. Mi Erasmus fue en Atenas, Grecia, soleado, cálido y alrededor de gente genial. Hay más estudiantes post Erasmus que afirman sentir el choque cultural inverso que estudiantes que afirman haber tenido un choque cultural en sí mismo. No me podía creer que me pasaría lo mismo a mí. Ahora que llevo un mes en casa, no desearía otra cosa más que volver.

Realicé mis estudios en la Universidad de Economía y Negocios de Atenas. Todos los estudiantes pueden desayunar, comer y cenar gratis en la cafetería de la universidad. La comida era deliciosa y el personal que trabajaba allí cuidaba mucho de nosotros. Los primeros días que pasé en Grecia no fueron difíciles para mí porque estuve viviendo en casa de la familia de una amiga y me contaron muchas cosas que hacer en Grecia. Pero a los diez días me mudé a un apartamento del centro, en una buena zona, cerca de la parada de metro y cerca de la universidad. Lo primero que empecé a disfrutar de Atenas fue la comida, especialmente el gyros souvlaki y el café frapé.

Durante mi estancia en Atenas disfruté mucho de la ciudad, visité museos y un montón de calles preciosas que olían a los dulces recién horneados de las pastelerías, que alegraban el ambiente con sus tantas heladerías y en las que había varios restaurantes cuya atmósfera era mágica.

Me saqué el carné de estudiante en el departamento de mis estudios: el departamento de Negocios y Administración. El carné de estudiante ofrece a todos los estudiantes, tanto locales como internacionales, entradas gratuitas a los museos y un 50 % de descuento en cualquier tipo de entrada en el ocio de la ciudad.

El transporte en Atenas funcionaba bastante bien. Y pronto, todos los estudiantes Erasmus, incluida yo, empezamos a planear viajes en bus, ferri y avión para visitar las ciudades y las islas de alrededor.

La primera visita que hice con mi carné fue a la Acrópolis de Atenas, que es quizás el monumento de la antigüedad más famoso y más visitado del mundo. Es el símbolo de Atenas y el punto de referencia más conocido de la ciudad. Para los estudiantes, las entradas al museo y al Partenón son gratis. Desde la Acrópolis se podía ver toda la ciudad cubierta de blanco y a la vez la cálida luz del sol. Pero a parte del Partenón, hay otro punto en la ciudad: la colina más alta, conocida como Lycabettus. Es difícil de escalar por el calor que suele hacer pero vale la pena subir.

Por otra parte, y en lo que respecta a mi vida estudiantil, también la disfrutaba bastante porque la ESN de la AUEB (la Facultad de Economía) organizaba un montón de eventos y actividades para los Erasmus. Por ejemplo, una de las actividades que hicimos fue la de "Paseemos a los perros". Los estudiantes teníamos que recoger a un perrito y pasear o jugar o relajarnos con él. Toda una experiencia.

Y... ¡Vayamos a los viajes!

• Rodas:

Personalmente, decidí empezar por Rodas, la isla más grande del archipiélago del Dodecaneso además de la capital histórica del conjunto de islas. Es una isla preciosa y muy tranquila, sus habitantes son muy cálidos y hospitalarios. Estuve quedándome en un estudio que estaba en un primer piso. La puerta era de madera y por la mañana me di cuenta de que se había quedado sin cerrar durante toda la noche, así que puede que sea la ciudad más segura de Grecia. Además, como Rodas está bastante lejos de Atenas, decidí coger un vuelo de Ryanair, la forma más barata de viajar por Europa.

Desde el punto más alto de la isla se podía divisar Turquía, por tanto había muchos turcos viviendo en la isla o visitándola. Rodas tiene un montón de lugares históricos que visitar, además de museos, vistas espectaculares y playas, muchas playas. Además, había muchas calles de tiendas, donde los visitantes podían comprarse algún recuerdo de su visita a Grecia.

La verdad sea dicha, Rodas tiene unos paisajes preciosos, pero el punto fuerte de la isla reside en la tranquilidad que ofrece. Podrías sentarte y quedarte mirando el paisaje durante horas. Un cuento de hadas.

• Meteora:

Mi siguiente destino fue Meteora. Un lugar sereno, espiritual, mágico, místico, extraordinario, impresionante, inmenso, inspirador, sorprendente. Estas son solo algunas de las palabras que la gente utiliza en el esfuerzo de describir el fenómeno geológico de Meteora. Estoy de acuerdo con ellos. Todo el mundo debería ver la belleza de este lugar al menos una vez en su vida.

Visitar Meteora supone hacer un viaje en bus de entre seis y siete horas para aquellos que vivan en Atenas. Pero, sin lugar a dudas, el encanto del lugar hace que el viaje valga la pena.

• Miconos:

La siguiente en mi lista es Miconos. Antes que nada, me gustaría hablar sobre la gente. Nada más aterrizar, la casera vino a recogernos para llevarnos hasta el hostal, y eso que está lejos del centro. Cuando nos vio, nos ofreció hospedarnos en su casa del centro de la ciudad, por la misma cantidad de dinero que la primera reserva pero con una diferencia muy grande entre ambos alojamientos (en cuanto a la distancia del centro, etc. ). ¿Que qué puedo decir sobre la casa de dos plantas? ¡Per-fec-ción! Incluso teníamos un balcón precioso.

Así que empezamos nuestro día en Miconos dando una vuelta para conocerla. Lo primero que visitamos fue la pequeña Venecia, sobre la que escuchamos ya algunas cosas de otros turistas. Cerca de la playa también vimos los molinos de Chora: los molinos caracterizan el genuino paisaje de Miconos.

El siguiente paso sería visitar al famoso pelícano de Miconos. El pelícano, llamado Petros (Pedro), se ha convertido en parte de la isla de Miconos y se ha declarado oficialmente como su mascota. ¡Y yo lo he conocido!

Miconos también es famosa por sus límpidas playas. Toda la ciudad estaba construida con aspecto semejante y con colores blancos y azules en puertas y ventanas. Como apunte sobre sus habitantes, en mi opinión, estos son muy creativos y alegres.

En resumen, Miconos es la isla perfecta para unas buenas vacaciones, pero no para los meses de verano de entre mayo y agosto, ya que hay demasiados turistas. De todas formas, si decides ir, no olvides alojarte cerca de la pequeña Venecia y contemplar el atardecer.

Una de las cosas en las que piensan los estudiantes cuando cursan un año en el extranjero, es viajar los países que rodean al país en el que estudias. Bueno, pues algo que decidí hacer al llegar a Grecia fue visitar Italia, pues siempre he querido conocer Roma y el Vaticano. Cogí otro vuelo de Ryanair de nuevo. Por si no lo sabías, los estudiantes Erasmus tienen un descuento en los billetes de Ryanair debido a un acuerdo de la compañía con la beca Erasmus.

• Italia:

Nada más llegar, lo primero que vi después del aeropuerto fue el letrero de la calle "Str. L. da Vinci". Y sabes que estás en Italia cuando ves Da Vinci por todas partes. El aeropuerto está lejos de Roma, en Ciampino; así que cogí un bus desde el aeropuerto hasta el centro de Roma.

El primer día almorcé en una calle preciosa de algún punto en el mapa de la ciudad y también probé por primera vez una pizza realmente italiana. Me di cuenta de que Roma es una ciudad abierta a cualquier persona y que es un museo al aire libre por los pintorescos edificios y todas las esculturas que vas encontrando por la ciudad. Es una ciudad tan llena de lugares relevantes y monumentos que a veces es difícil saber por dónde empezar. Sin embargo, ya que la ciudad es famosa por sus monumentos históricos, diría que estos son los lugares por donde se debe empezar a explorar la ciudad.

Lo que me pareció muy bueno de Roma es que las estaciones de metro están muy cerca entre ellas, al igual que las estaciones de bus. Por eso, visitar la ciudad es muy fácil. Pero yo recomiendo ver la ciudad caminando principalmente por dos motivos. El primero es que descubrirás la Roma auténtica perdiéndote entre los callejones de la ciudad alejadas de los monumentos históricos principales; además, lo bueno es que de esa manera te rodeas más de locales, lo cual no ocurre si te centras solo en los puntos turísticos. El segundo motivo es que hay que compensar toda la comida deliciosa que sin duda probarás, como pizzas, pasta, paninis y por no hablar de los helados.

Recapitulando, te animo a que empieces tu viaje en Roma desde el Coliseo, las fuentes de Roma, el Vaticano y los museos, después, verás cómo la ciudad se va abriendo ante ti.

Los viajes a Italia y a Miconos los hice durante las vacaciones de Pascua, así que nada más llegar de Italia puse en marcha mis estudios. También los disfruté porque eran mucho más orientados a la práctica que a la teoría. En ese momento terminarían los viajes largos de avión. Aún así, procuré visitar las islas de Grecia y disfrutar de Atenas.

• Atenas:

Atenas me pareció genial en abril y en mayo pero durante los meses de verano hacía demasiado calor y muchísimo sol. Atenas es famosa por sus edificios blancos con incontables graffitis. Puedes acceder a todas las calles y puntos principales a tu aire, pero si tienes un tiempo limitado para disfrutar de Atenas, ¡reserva un tour! Pero en mi caso, como estuve en Atenas durante seis meses, tuve la oportunidad de ver todas las zonas que merece la pena conocer. Mi experiencia fue increíble y estoy segura al 100 % de que la repetiría sin dudarlo ni un momento. ¡No sabes cuánto te recomiendo vivir esta experiencia!

Otro recuerdo que tengo de Atenas es haber celebrado allí mi 20º cumpleaños. Los griegos destacan por la vasta cantidad de sabrosísima comida y dulces; así que en mi cumpleaños probé un postre griego conocido como "Lukumades".

Pero antes de celebrar mi cumpleaños visité la isla Egina, no muy lejos de Atenas. Este fue mi primer viaje en ferri. Era un ferri muy rápido y a penas tardamos dos horas en llegar.

• Egina:

¡Con ilusión os presento a la mágica Egina! Lo primero que pensé sobre la isla fue que se percibe muy bien la esencia griega y que en ningún caso está afectada por el turismo masivo. Y te daré un consejo, si viajas a Atenas, no olvides visitar esta isla, no te arrepentirás. En mi opinión, me parece que la isla es una mezcla perfecta de las islas griegas: puedes encontrarlo todo además de gente cálida y maravillosa.

Nada más llegar me encontré con que había un montón de personas que vendían pistachos de Egina. Lo gracioso fue que desayuné gratis: por todo el camino te iban ofreciendo una porción pequeña para probar los dulces y las mantequillas hechas a base de pistacho, sin olvidar todos los pistachos que comimos, tan salados y con tan buena textura.

El siguiente paso fue visitar la Acrópolis de la isla. Esperaba que fuera un bonito y enorme paisaje como en Atenas, pero me equivoqué. A penas quedaban tres o cuatro rocas. Aún así, cualquiera que fuera el panorama, las vistas desde ahí arriba eran perfectas. ¡Un día de viaje perfecto!

Hay un refrán que me gustó durante bastante tiempo, viene a decir algo así como: "Algunos viajes en la vida solo pueden hacerse a solas". Teniendo esta idea en mi cabeza, no quería perderme la experiencia de viajar sola, ¡y lo hice! Mi viaje solitario fue a Hidra, otra isla impresionante no muy lejos de Atenas.

• Hidra:

En esta ocasión, el ferri fue súper rápido. Llegué allí a las 9 de la mañana, en cuarenta minutos. En comparación con el ferri que nos llevó a Egina, que está más cerca de Atenas, este era muchísimo más rápido e incluso llegué a sentir náuseas. Pero mis ganas de tener esa experiencia estaban por las nubes cuando llegué al puerto. Además, ¡me encontré con unas vistas cautivantes!

Estuve 12 horas en esta preciosa isla e hice todo lo posible por llevarme toda la belleza y la calma de este lugar conmigo a Atenas. De hecho, Hidra no es una isla muy grande.

Hidra no era menos pintoresca que Egina en lo que a naturaleza respecta. Por otra parte, esta isla tiene unas vistas preciosas de la ciudad cerca del puerto. Además, en mi opinión, creo que es una isla mucho mejor donde pasar las vacaciones, en comparación con otras.

Durante esas doce horas conocí a muchos griegos que no entendían bien el inglés. En la universidad cursé algunas asignaturas de griego y mi nivel era muy básico pero con ese nivel tuve suficiente para poder comunicarnos.

La isla ofrece mucho ocio y es un lugar muy entretenido. Así que si vas ahí, es mejor acudir con amigos, ¡y no olvides llevarte el bañador! Pues la temperatura del agua siempre es agradable y además el mar es cristalino.

Siempre llevaré la magia de Hidra en mi corazón y, sin duda, volveré.

Cuando terminé los exámenes disfruté de mis últimos días en Atenas simplemente yendo a la playa cada día. Si quieres saber a qué playa ir, te recomiendo rotundamente la playa Kalamaki-a. Puedes ir con familia, amigos o incluso a solas y el agua siempre está caliente, a veces incluso demasiado.

Grecia: de verdad espero volverte a ver pronto y hasta entonces ¡te echaré de menos!