Itinerario de Ámsterdam

Introducción

¡Muy buenas a todos! Hace un par de semanas tuve la oportunidad de poder visitar junto con mis amigos Erasmus la capital de Holanda, Ámsterdam, una de las ciudades más especiales y llena de contrastes de las que he estado nunca. Además, tuvimos la suerte de poder visitarla con la iluminación de Navidad ya encendida, lo que le dio todavía más encanto a la ciudad, ¡si cabe! Como dato curioso, esto fue así, ya que, a pesar de ser todavía principios de noviembre, en esta ciudad la Navidad comienza a celebrarse mucho más temprano que en España o Francia, por lo que los adornos o la iluminación navideña ya estaba para cuando nosotros llegamos.

En esta publicación de mi blog centrado en mi viaje a Ámsterdam, os cuento qué visitamos o hicimos durante los días que pasamos descubriendo esta ciudad, y dónde nos alojamos. Además, os invito a que leáis otra publicación en la que os hablo sobre varios bares en los que comimos con buena calidad-precio, y también, os doy un par de consejos para que podáis sacar el máximo partido de la capital holandesa.

Alojamiento

Si bien es cierto que el alojamiento en esta ciudad es normalmente bastante caro, sea la época del año que sea, y los hoteles con buena calidad-precio se agotan rápidamente, nosotros tuvimos incluso más difícil encontrar un hostal decente y que estuviera bien de precio, o al menos no fuese desorbitado, ya que llegábamos a Ámsterdam el 31 de octubre, cuando al día siguiente era festivo en muchos países, por lo que bastante gente aprovechó el puente para viajar, y por lo tanto, fue bastante difícil encontrar alojamiento.

Mis amigos Erasmus y yo reservamos un hostal a principios de octubre por 70 euros cada persona durante dos noches, una de las opciones más baratas que encontramos. El hostal se llama Bob Hostel, y a pesar de estar situado en pleno centro de la ciudad, sinceramente no lo recomiendo en absoluto, ya que tanto las habitaciones como los cuartos de baño están muy sucios, no teníamos calefacción, el personal no es para nada atento ni mucho menos cordial, etc. Además, todo el complejo en sí estaba muy descuidado, o incluso había varias personas fumando o bebiendo en la recepción del hostal, lo que daba una imagen horrible.

Por ello, un consejo que os doy es que si estáis planeando viajar a Ámsterdam, intentéis reservar con tiempo un buen hostal u hotel, ya que si lo dejáis para más adelante, solo encontraréis hoteles con un precio desorbitado u hostales no muy recomendables, como fue nuestro caso.

Itinerario

En esta parte del post os cuento lo que hicimos mis amigos y yo en Ámsterdam y cómo nos organizamos el tiempo para visitar la capital de Países Bajos.

Primer día

Nosotros partimos en flixbus a Ámsterdam desde Amberes (Bélgica), puesto que habíamos pasado el día anterior en esta ciudad belga visitándola. Sobre las 11 de la mañana, llegamos a la estación Ámsterdam Sloterdijk, situada a las afueras de la ciudad por lo que es indispensable coger un tren para llegar hasta la Estación Central de Ámsterdam. Los trenes Sprinter o Intercity llevan a dicha estación por 3 euros y el trayecto tarda unos 10 minutos. 

Tras llegar al hotel y hacer el check-in, almorzamos y nos dispusimos a recorrer la ciudad. Reservamos un freetour a las cinco y media de la tarde, así que hicimos tiempo hasta esa hora y nos perdimos mientras tanto por los canales y calles de Ámsterdam. Sobre las cinco, nos dirigimos a la Plaza Dam, donde podemos encontrar edificios importantes como el Monumento Nacional, el Palacio Real, o el Museo Madame Tussaud. Aquí os dejo la captura a un vídeo que hice, en el que podréis ver la fachada de este museo de cera tan famoso.

Desde esta misma plaza empezaba nuestro free tour, con el que visitamos lugares emblemáticos de la ciudad como el mercado de las flores, repleto de puestos donde se venden plantas de todo tipo, como los famosos tulipanes holandeses. En este gran mercado, podréis comprar una bolsa con bulbos de tulipanes, para poder plantarlos vosotros mismos. A continuación, la guía nos llevó hacia la casa de Remblandt, y luego pasamos por el barrio judío, que esconde una triste historia. Al acabar la visita guiada, era bastante tarde ya, así que nos fuimos a descansar al hostal y coger fuerzas para el día siguiente.

Segundo día

Nuestro plan inicial era empezar la jornada visitando la casa de Ana Frank por la mañana, ¡pero las entradas se agotaron en un abrir y cerrar de ojos! El 80% de la venta total de tickets se pone a la venta por Internet, y el restante 20% en taquilla, pero las colas virtuales como las físicas son interminables, así que nos resultó imposible poder acceder a la casa, aunque sí aprovechamos para ver la fachada, que si os la perdéis debido a que vayáis escasos de tiempo tampoco os perderéis nada, ya que se trata de un edificio normal, como cualquier otro. Si venís a Ámsterdam y queréis visitar esta atracción turística, debéis reservar con mucha antelación los billetes para poder entrar, o, en su defecto, estar pegados a la pantalla del ordenador para poder conseguir las entradas por internet.

Después, nos dirigimos al Museo Nacional de Ámsterdam, el cual solo vimos por fuera debido a la falta de tiempo, aunque si tenéis la oportunidad de entrar merece mucho la pena según nos dijeron. 

A las 3 de la tarde comenzaba nuestro segundo freetour del viaje, aunque para este sí que pagamos previamente dos euros por la reserva de esta guía especial sobre el Barrio Rojo, uno de los lugares por excelencia más visitados de Ámsterdam que no pudo llamarme más la atención. Os recomiendo que para visitar este barrio, lo hagáis con un guía, ya que este os explicará sus orígenes, historia, y la situación actual tanto del barrio como de las mujeres que trabajan en él. 

Una vez finalizado nuestro tour adentrándonos por el barrio rojo, decidimos dar una vuelta más por nuestra cuenta en la zona, y visitar la Condomerie, una tienda donde podréis encontrar cientos de variedades de preservativos y productos relacionados. Es un lugar súper curioso y muy turístico, por lo que no dudéis en añadirlo a vuestra lista de cosas por ver en la capital holandesa. A continuación, nos fuimos de compras antes de llegar al hostal y finalizar nuestro segundo día en Ámsterdam, ya que queríamos aprovechar para comprar algo de ropa, en tiendas como Primark, Pull&Bear o Stradivarius, marcas que no se encuentran en Amiens, nuestra ciudad Erasmus.

Otros de los lugares más visitados de esta ciudad holandesa son los coffe shops, ya que aquí puedes consumir marihuana y hachís de forma totalmente legal. Estos establecimientos están por todos lados en Ámsterdam y son muy turísticos, pero nosotros no entramos a ninguno por falta de tiempo, auqnue sí que nos recomendaron visitar The Bulldog, el Grey Area o el Bluebird. 

Y hasta aquí una mini-guía y algunos consejos sobre mi experiencia de un par de días visitando Ámsterdam, una ciudad que deja huella a todo aquel que la descubra, ya que se trata de una ciudad que posee muchos contrastes, y puede atraer a todo tipo de turista, ya que tiene muchísimos atractivos distintos. Sin duda alguna, es una de las ciudades más bonitas y con más personalidad que he visitado, e incluso una de las que más encanto tienen, aunque todo esto lo digo siempre desde mi opinión.

Si buscáis sitios donde comer bien en esta ciudad holandesa, os dejo por aquí un enlace a una publicación en la que nombro varios de los bares o sitios en los que comimos durante nuestra estancia por la capital de los Países Bajos, que no defraudaron para nada, y que por ello os recomiendo: Dónde comer en Ámsterdam

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