Nuevos comienzos y aventuras en Normandía

Cómo los celos pueden destruir una relación

La situación con mi novio empeoró más y más mientras él se volvía cada vez más celoso, y yo simplemente no quería tener que lidiar con ello. Estaba confusa, no sabía que hacer y necesitaba tiempo para pensar en ello. En Alemania estaba feliz con él, pero cuando se ponía celoso y difícil como ahora, no estaba segura de que mi relación sobreviviese a mi estancia en el extranjero. Además pasé mas tiempo con mi amigo francés, quien me intentó besar y cosas por el estilo, pero yo seguía intentando esconder lo que sentía por él, porque lo único que hacía era complicarlo más. Podría estar bien durante los 4 meses que iba a pasar en Francia, ¿pero después? No. No sería capaz de vivir en una relación a distancia. Pero me gustaba pasar tiempo con él, así que no quería perderle del todo. ¡Esto es muy complicado!

Le pedí a mi novio algo de tiempo para pensar en todo, porque no estaba segura de cómo, o si siquiera quería seguir con todo aquello. En vez de seguir con sus celos, ahora se mostró desesperado y sólo me trataba con amor mientras me decía lo mucho que quería seguir conmigo. Eso era aún peor que su comportamiento anterior, y ese problema no era el único, también tenía muchas cosas que hacer en la universidad, y me era muy complicado concentrarme, así que tenía que tomar una decisión pronto si no quería volverme loca.

Finalmente rompí con mi novio porque no podía aguantar mas aquella situación, y era evidente que no iba a funcionar mientras yo estuviera fuera si ya iba a estar llorando después de mes y medio, para luego volver a ponerse celoso. En primer lugar no quería romper con el porque quisiese comenzar algo (cualquier cosa) con mi amigo francés, sino porque su comportamiento estaba siendo algo inconcebible para mi. Inmediatamente me sentí mejor y pude concentrarme de nuevo en la universidad y quedar con mi amigo sin tener remordimientos de conciencia.

Pasamos aún más tiempo juntos, y bueno, no puedo decir que no había nada entre nosotros, pero por el momento no era serio. Quería ver lo que podía pasar, eso es todo. Quedábamos por la noche para tomar algo o pasear por el parque, y yo disfrutaba mucho, era muy relajante, y simplemente agradable.

Viaje espontáneo a Normandía

Para mediados de abril, mi amiga alemana había planeado un tour en autobús por Normandía, porque había encontrado una oferta barata en Groupon. Como quería despejar la mente un poco y seguir conociendo Francia, al final me vine con ellos. Al final éramos un grupo de 6 personas de Amiens, que el sábado a las 5 a. m. emprendieron rumbo hacia París. Teníamos que coger el autobús a las 8 en el Arco del Triunfo, era un horario duro. Pero después de algún que otro problema para encontrar nuestro autobús (por lo visto todos los autobuses turísticos salen desde el Arco del Triunfo, y no teníamos ningún cartel), finalmente nos montamos en el autobús, contentos por empezar la ruta.

Giverny - el hogar de Monet

El guiá turístico era chino, pero hablaba inglés y francés, y nos presentó el programa turístico para los próximos 2 días. Era un horario bastante complicado, porque estaba lejos, y con un grupo tan grande siempre habría alguien que llegaría tarde. Pero el programa parecía interesante, y por 99€ estaba bastante bien. Al principio teníamos que conducir dos horas y media para llegar hasta Giverny, el lugar donde se encontraba la casa y el jardín de Monet. No podía dormir en autobuses aunque estuviera tremendamente cansada, así que me puse a escuchar música y mirar el paisaje. Al fin llegamos, y teníamos 2 horas para explorar el jardín y la casa de Monet. Hacía buenísimo, mucho sol y calor. Así que entramos y vimos un jardín precioso con muchísimas flores y pequeños caminos rodeados de rosas, todo lo que un jardín perfecto debería tener. Yo estaba alucinando, y no podíamos parar de hacer fotos. La casa no era tan impresionante, pero también merecía la pena verla, tenía los cuadros originales de Monet, sus muebles y su decoración.

Otro punto importante de Giverny era el jardín Asiático de Monet. Un gran lago rodeado de un pequeño camino y un millón de plantas y flores preciosas. No podíamos parar de hacer fotos y disfrutar del ambiente, pero finalmente tuvimos que volver al autobús para continuar con nuestro viaje.

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