Mi día a día

Acostumbrándome a la vida francesa

Después de la primera semana, durante la cual me sorprendió darme cuenta de que no hablo tanto francés como creía, decidí tomarme la segunda semana con más calma. Pasé un buen fin de semana con los otros y me alegré bastante de haber conocido gente nueva. Había un chico bastante simpático que intentaba comunicarse conmigo en inglés; nos pasamos el día enviándonos mensajes, y yo la mar de feliz. Ni siquiera echaba de menos a nadie (echaba un poco de menos a mi familia y a mis amigos, pero no era para tanto), así que creo que empecé con buen pie.

Las clases eran agotadoras, como de costumbre, y me di cuenta de que la gente a la que había pedido los apuntes no se lo tomó muy en serio, así que tuve que ponerme las pilas (¡y no me resultó nada fácil! ) otra vez. Pero bueno, así es la vida y tengo que aprender. En la clase de Marketing me dieron las notas del último examen y vi que me había ido muy bien; había sacado un 20 de 20 (en Francia las notas van de 0 a 20) y la verdad es que me motivó bastante. Además, el profesor es muy interesante y divertido (aunque le salga sin querer) y eso hizo la clase más llevadera.

Las clases del viernes fueron las más aburridas. El profesor exponía de manera desordenada (o nosotros no entendíamos su orden) así que me costó bastante seguir la clase. Por suerte, nos dio unas fichas con ejercicios para que practicásemos lo que íbamos a ver en la clase siguiente. Era lo peor tener clase el viernes hasta las 6:00 p. m. y mi amiga alemana tenía clase hasta las 8:00 p. m. Menos mal que no elegí esa clase.

Así que a las 6:00 p. m. fui a la parada de bus para volver a casa y relajarme; al día siguiente había una fiesta Erasmus y, aunque no me gustan mucho las fiestas, me propuse ir para conocer gente. También quería quedar con el chico con el que me enviaba mensajes en inglés pero no pudimos entre semana, así que lo dejamos para el finde.

Así que descansé un rato, fui al supermercado a comprar algo de comida, hice Skype con mi familia y con mi novio y el sábado hice la colada. Luego, tuve que leer un montón de textos para algunas clases y como no hablo francés muy bien tuve que buscar casi todas las palabras y tardé bastante. Ya agotadísima, me puse a ver series cuando mi "amigo inglés" me preguntó si quería salir a tomar algo luego. Y como la semana anterior no pudimos, me sabía mal decirle que esa noche no tenía tiempo. Así que le dije que podíamos quedar pero que tenía una fiesta a las 11:00 p. m. Quedamos a las 8:00 p. m. en la estación de tren y estaba un poco nerviosa porque nos habíamos escrito mucho pero no nos conocíamos.

La primera quedada con mi nuevo "mejor amigo"

Me arreglé para la fiesta y a las 7:30 p. m. cogí el bus para ir a la estación. Por supuesto, llegué demasiado pronto así que me tuve que esperar e intentar no morir de frío. Más tarde, vi que alguien se me acercaba y ¡era él! Era mono (no había visto ninguna foto suya) y decidimos ir a comer algo al McDonald's (comer en un restaurante es bastante caro en Francia). Encontramos tema de conversacion enseguida y no dejamos de hablar en toda la noche. Del McDonald's nos fuimos a un bar que conocía y seguimos hablando y nos tomamos una copa. De repente, me di cuenta de que era casi medianoche y de que me había olvidado de la fiesta. Pero prefería quedarme en el bar, así que estuvimos allí un ratito mas y luego fuimos juntos a la fiesta. Él, como yo, no era muy fanático de las fiestas, pero aun así queríamos pasarnos y me dio la impresión de que él fue solo por mí. Intenté no pensarlo mucho y al cabo de un rato llegamos allí.

Había mucho jaleo y todo era un poco caótico; tuvimos que esperar fuera de la zona vip porque mi amigo no era Erasmus y estaba reservada para Erasmus hasta las 2:00 a. m. Así que nos tomamos algo e intentamos hablar mientras esperábamos, pero era imposible con tanto ruido. Al final pudimos entrar a la sala vip y encontrarnos con algunos conocidos. ¡Pero todos iban cieguísimos! Conocí a una inglesa maja y nos sentamos un rato a hablar. A ella tampoco le iban mucho las fiestas, así que nos quedamos sentadas, observando al resto de gente en la sala. Pasamos así varias horas hasta que decidimos coger el primer bus a la residencia de estudiantes. Mi amigo dijo que nos acompañaba hasta la paraba de bus y que luego se iría a casa. Tuvimos que correr porque se nos hizo un poco tarde y la parada de bus estaba lejos de la discoteca, pero llegamos a tiempo.

Cuando llegué a casa, me tiré en la cama y me dormí hasta las 12 m. del día siguiente. Me relajé bastante, pero luego estaba cansada igual. Vi que tenía un mensaje en el móvil de mi amigo diciendo que se lo había pasado muy bien aunque no le gustasen las fiestas. Y aunque no quería, me alegró mucho que me enviase algo así. Lo que era aun peor es que mi novio empezó a ponerse celoso de que yo conociese a otra gente. La verdad es que me molestó bastante porque no me había ido de Erasmus para quedarme en casa, ¡yo quería conocer gente!

Así que pasé el resto del día de relax, viendo series, hablando con mis amigos y recargando las pilas para la semana siguiente y sus clases en francés y sus textos que leer.

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