¿Te atreverías a vivir con una cucaracha?
¡Algunos compañeros de piso no deseados!
¡Hola de nuevo! Ha pasado un tiempo desde que escribí el último artículo. La razón es que he estado viviendo algunas aventuras guatemaltecas, como subir a un volcán en el que estuve aproximadamente a dos metros de distancia de la lava que fluía (lo cual fue una experiencia increíble). Luego, fui también a una jungla donde pasé una noche. Me encantaría compartir historias sobre este viaje, pero hoy voy a contaros otra parte de la “Serie de Alojamiento Erasmus”.
Cuando pasé la noche en la jungla la semana pasada, estuve rodeada de muchos y muchos animales, lo que me recordó un poco a los compañeros de piso no deseados que tuve en España y en Madeira. ¿Sabes lo que es una cucaracha?
Cucaracha... ¿qué es eso?
Bueno, estoy segura de que has oído hablar de las cucarachas al menos una vez en tu vida, independientemente de dónde vivas. En algunos países es bastante común caminar por las calles y encontrarte a algunos de estos escarabajos. También es bastante "normal" tenerlos en una casa. No estoy diciendo que sea algo agradable (aunque a algunas personas les encantan los escarabajos, los lagartos, los insectos en general... ) compartir alojamiento con ellos, pues lo normal es que la gente intente deshacerse de ellos, ¡pero esto puede llevar mucho, mucho tiempo!
Foto: Puede que te encuentres con cucarachas incluso en calles limpias.
Por el momento, he aprendido a decir la palabra de este animal en cuatro idiomas. Cockroach en inglés. He estado compartiendo piso con algunos nativos ingleses y teníamos cucarachas en el piso todos los días, por lo que me aprendí la palabra rápidamente en inglés.
Cucaracha en español. España es el lugar en el que compartía el piso y la habitación con esta clase de insectos. Cuando vives ahí, lo mejor es pedir ayuda a algún español, pues están acostumbrados a tratar con las cucarachas.
Barata en portugués. En Portugal también me encontré con estos insectos un par de veces.
Šváb en checo, que es mi lengua materna. Usé esta palabra cuando quise compartir historias sobre mis indeseados compañeros de piso con mi familia, que habla checo, evidentemente.
Nuestro primer encuentro
Fue en el verano de 2018 cuando decidí ir a España para trabajar en un campamento de verano. A todos los empleados nos ofrecieron alojamiento en diferentes pisos. Yo vivía en un piso bastante bonito donde tenía una habitación para mí sola. Lo malo era que no entraba aire fresco a esa habitación porque sólo tenía una ventana pequeña que ni siquiera daba a un parque o a una calle, sino que daba a un patio interior.
De todos modos, el campamento, y por lo tanto nuestro piso también, estaba situado en un pequeño pueblo de la costa este de España, muy cerca de Calpe o Benidorm (entre Valencia y Alicante, si conoces un poco España). Así que os podéis imaginar que el clima era muy caluroso, algo que las cucarachas aman al parecer.
Foto: La ciudad era pequeña pero muy bonita.
Estábamos en un piso que normalmente se alquila sólo durante los veranos. Al principio parecía estar bien, pero un día nuestro compañero de piso vino y nos informó de que había encontrado una cucaracha. Quiero decir, no es algo tan malo de primeras, es simplemente un pequeño escarabajo, pero es que su tamaño puede alcanzar los tres o cuatro centímetros de largo. Algunos tipos de cucarachas pueden incluso volar. Normalmente no hacen nada, pero la gente los suele asociar con los lugares sucios e infecciosos. Así que cuando los ves, no es que te apetezca mucho que se queden en tu casa, y menos por las noches que es cuando se activan.
Avancemos un poco. Los días pasaban, trabajábamos en un clima muy caluroso, había grandes celebraciones y mucho ruido en las calles, así que no pudimos dormir bien durante siete días. Tras esos días de intenso trabajo, siempre que llegábamos a casa nos encontrábamos con cucarachas. Al final llegamos a la conclusión de que debía haber muchas, incluso tenían que tener un nido en algún rincón de nuestro piso.
Una noche de repente abrimos la puerta que conectaba el pasillo con la cocina, donde almacenamos toda nuestra comida, y vimos muchas de ellas corriendo por el suelo y los armarios. En ese momento supimos que teníamos que resolver la situación. Esa noche cerramos la puerta sin pensarlo dos veces y nos fuimos a dormir con un poco de hambre, pues no nos atrevíamos a abrir la puerta de la cocina.
Foto: Las cucarachas se activan especialmente por las noches. Así que cuando llegamos tarde a casa, había una gran posibilidad de encontrarte con una.
Si hay una cucaracha, no hay fiesta
¿Tu madre no quiere que vayas de fiesta? Debería usar una cucaracha. Ahora os contaré cómo una cucaracha me impidió ir de fiesta una noche.
¿Cómo sucedió? Bueno, todo el equipo del campamento de verano decidió salir una noche de fiesta. Estábamos en casa y habíamos quedado más tarde en el punto de encuentro. Yo estaba a punto de salir de casa. Así que cuando estaba lista para irme, abrí la puerta de mi habitación y entré en el pasillo. ¿Qué encontré justo en frente de mi habitación? Sí, justo eso que estás pensando. ¡Había otra cucaracha!
Había una que entró en mi habitación unos días antes y creedme, no quería tener otra allí dentro de nuevo. Además, no tenía ganas de pisarla. Nuestro pasillo era muy estrecho y a veces las cucarachas ni siquiera nos reconocían, corrían hacia ti como si nada. Es simplemente una locura.
Entonces, ¿cuál fue mi reacción cuando la vi en el suelo? Me di la vuelta tan rápido como pude, corrí a mi habitación, cerré la puerta y como había un pequeño hueco entre el suelo y mi puerta, hice una barrera. Así que puse algunos paños y una alfombra allí. Además, para asegurarme de que no entrara en mi habitación y pasara toda la noche conmigo, puse mi maleta encima de los paños y alfombras.
Luego me puse el pijama, envié un mensaje a mis compañeros de piso diciendo que había otro compañero de piso no deseado en nuestro piso y me fui a dormir.
¡Hagamos una fiesta con algunas cucarachas en su lugar!
Te preguntarás si soy tan tonta como para saltarme una fiesta por una simple cucaracha. No es que tenga miedo, es que no quiero ni siquiera tocarla. Puedes reírte y pensar lo que quieras.
Imagina que lavas tu ropa, las toallas y las sábanas y no sé qué más, lo dejas todo para que se seque y cuando ya está todo seco y listo para ser recogido, encuentras una cucaracha en tu toalla recién lavada. Ufff....
Foto: ¿Colgaré mi ropa a la misma altura la próxima vez?
Volvamos a la noche de la fiesta. Como dije antes, esa noche la pasé en casa. Me desperté enseguida cuando mis compañeros de piso volvieron a casa y empezaron a gritar. Salí de la habitación para hablar con ellos y pronto me di cuenta de lo que estaba pasando. ¡Oh no, otra vez! Mi compañera de piso estaba revisando su habitación. No vio una, ¡sino dos cucarachas en su habitación! Estaba segura de que estaban bajo el armario. ¿Cómo era eso posible? Casi no había espacio debajo, pero no había otra opción.
Uno de nuestros compañeros de piso se lo tomó con más calma, sólo deseaba que dejáramos de gritar y chillar, y se fue a dormir. Pero por suerte, todavía quedábamos cuatro, tres chicas y un chico. Así que preparamos algunos objetos y un spray, movimos el armario hacia delante, pero no vimos nada. Nos habíamos confundido, ¿acaso estarían dentro del armario?. Después de todo, decidimos poner el armario en su sitio. Lo abrimos y... ¡ahí estaban! En ese momento empezaron a huir... Bueno, para resumir la historia, nuestra compañera de piso finalmente se durmió sabiendo que no había más cucarachas en su habitación. O al menos las que había visto antes.
¿Por fin habían desaparecido?
Por supuesto que no. Llegamos a un punto en el que nos encontrábamos al menos dos nuevas cucarachas por día. Así que no te preocupes, más historias están por venir. Historias de las que me río mucho ahora, pero que en su momento no me hicieron ninguna gracia. Sin embargo, tras haber vivido en esa casa, me sentí muy feliz cuando volví a la mía y ya no me tenía que preocupar por si habría cucarachas en las diferentes estancias de la casa.
¿Y con quién comparto mi vida en este momento? Estoy escribiendo este artículo en Guatemala, donde comparto alojamiento con algunos mini escarabajos que corretean por toda la casa. Me los encuentro prácticamente todos los días en mi escritorio, cama, silla, zapatos... Pero me estoy acostumbrando a ello poco a poco.
Eso es todo por hoy, pero en un futuro os contaré cómo una cockroach/cucaracha/barata/šváb se posó sobre mi cuerpo. No os preocupéis, ahora me resulta una historia bastante divertida.
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