Mamá el 19.... no llego a España ni de coña

Si bien lo leído en los últimos artículos era la parte teórica de la historia (pero que cabroncete que eres Antonio), ya sabemos por consiguiente que todo eso no pasó, y es que para más inri, la verdadera experiencia del viaje duró bastante más, si bien no quiero adelantar acontecimientos que iremos descubriendo poco a poco en los siguientes textos. Lo primero que deberíamos preguntarnos es: ¿Qué parte es cierta de lo que contaste y qué parte es simple imaginación teórica?

Pues tengo que decir que los días de antes del 19 en los que explico que llego a empalmar por dos veces consecutivas, y que in extremis llego al tranvía número doce, es totalmente cierto. Además, también lo es la parte en la que cuento como por poco no llega uno de los compañeros de viaje al tren hacia Varsovia, al igual que también es cierto que estuvimos hablando del Record Guiness de días sin dormir y lo del viaje en tren hacia el aeropuerto de Modlin. Por supuesto que es pequeño, tiene internet gratis y que me metieron un poco mano en el control de maleta de mano, también lo es. Por último, verdad era que aprendí a jugar a la escoba mientras esperábamos que llegara el momento de partida del avión, que como quiero recordar salía a las 12,20 en dirección París. Hasta ahí todo igual, pero todo lo escrito a parte, simplemente fue algo que debió ser pero que nunca llegó a pasar.

¿Qué pasó realmente el día 19 de Diciembre de 2013?

Pues nada absolutamente nada, porque por si no os habéis dado cuenta puse 2013 y no 2012, así que el que haya caído "Game over" a su cuenta particular.

¿Qué pasó realmente el día 19 de Diciembre de 2012?

Pues ocurrió lo que tenía que ocurrir, y es que conforme se iba acercando la hora de partida del vuelo, veíamos cómo las azafatas que normalmente se acercan con una media hora de adelanto a partirte la parte de abajo de los billetes, en esta ocasión, no lo hacían. Y es que era raro ya, y más cuando en los últimos días algún que otro avión no había salido de aquella terminal de Modlin. Pasaron unos minutos, hasta que a quince minutos de la supuesta salida del vuelo, se impuso un cartel electrónico que decía "Delayed", "Retrasado". Pues ufff ya empezaron los nervios en el ambiente, si bien podíamos estar tranquilos porque el tiempo entre vuelo y vuelo siguiente era bastante grande (siete horas), por lo que por mucho que se retrasase no habría ningún problema.

Pero claro, las cosas aun no habían tocado fondo, y es que tras media hora pasado el minuto exacto de partida, ya uno pues se empezaba a preocupar un poco, porque las razones del por qué se retrasaba tampoco estaban muy claras. Mientras, el vuelo hacia Roma empezaba a facturar sin problemas, cosa que no llegábamos a entender del todo. Menos mal que también al cabo de un rato puso en el cartel de éste el mismo mensaje de "Retrasado", por lo que las dudas empezaban a disiparse (pues menudo consuelo de estúpido), y estaba claro que sería por el tiempo.

¿Qué tiempo hacía en ese momento para tener que retrasar el vuelo?

Pues sinceramente, aunque hacía frío, el termómetro daba menos catorce grados, el día en general estaba fabuloso; con poco viento y con niebla inexistente. ¿Cuál era el problema entonces? A saber.... algo debe pasar con esa terminal, cuando los aviones de la otra terminal de "Chopin", también en Varsovia, sí que estaban saliendo hacia sus destinos; por lo que el fallo debía estar allí mismo. Ya investigaré cuando tenga tiempo sobre ello, pero lo que está claro es que algo ocurre.

Olvidando las teorías conspiratorias que pueden llegar a recorrer nuestra mente en estos momentos, todo iba medio mal (porque se puede empeorar y bastante), hasta el momento en el que se acerca un español a otro grupo que estaba allí en la cola y dice la fatídica frase: "Eeeyyy gente, que pone en Internet que el vuelo se ha cancelado". "Ala, ya la hemos liado", pensé; ahora sí que había un serio problema. Y es que no es lo mismo un retraso a una cancelación; puesto que el retraso significa que en cuanto pase todo lo que actualmente provoca el problema, el vuelo saldrá; mientras que la cancelación ya te dice que ese trayecto Varsovia-París del día 19 de Diciembre no saldrá. Simplemente mala suerte.... o "desviación negativa".

¿Qué pasó entonces?

Pues que unas azafatas del vuelo nos dirigieron hacia un lugar que al principio no conocíamos pero que tras unos minutos supimos con asombro cuál era. No era otro que la parte del aeropuerto anterior a pasar el equipaje de mano, lo andado no era porque todo se había solucionado (y es que eso era lo que pensamos todos en el primer momento, cuando fuimos hacia fuera como si fuéramos a subir a algún avión, ilusos nosotros cuando al final de la recta, en vez de doblar a la derecha donde se encontraban los aviones, doblamos a la izquierda en la zona de "llegadas"); sino que habíamos dado toda la vuelta para volver al mismo sitio que hacía tres horas, cerca de la entrada del aeropuerto (que precioso es andar en esos momentos).

Con una cara de tontos que no podíamos aguantar, ahora veíamos ante nuestros ojos una cola enorme de personas que se dirigía hacía el puesto de Ryanair, a reclamar aunque fuera alguna explicación. Aun estábamos un poco que no nos lo creíamos, porque todos teníamos algún plan en nuestra vuelta, y ahora ya pues era imposible de cumplir. Pero no había tiempo de lamentaciones y rápidamente nos pusimos por inercia detrás de esa cola, pensando en qué hacer. Yo le escribí a mis hermanos para que con Internet miraran otras posibles combinaciones a ver a qué precio salían para irnos de allí en cuanto pudiéramos, y al igual que yo, todos los demás.

Y fue entonces cuando vimos justo delante de la cola a un grupo de chavalas que les había pasado lo mismo, pero con el portátil delante y usando el Internet gratuito del aeropuerto, pues ellas mismas buscarían las posibles soluciones al percance. En cuanto me di cuenta, me puse con ellas para encontrar algún destino, y es que estábamos escuchando de los primeros de la cola, que la compañía nos cambiaba el primer vuelo desde ese aeropuerto o cualquiera cercano, a cualquier destino donde hubiera plaza; por lo que cualquiera de los que saldría luego, podría ser la salvación a nuestros problemas.

Lo bueno era que al menos de primeras daban algo a los "tirados allí", lo malo que eramos muchos los que viajábamos hasta seis personas (de momento) para España y tampoco sería fácil encontrar un vuelo muy pronto para los seis. Y es que claro, gran parte de los que iban a París, irían más tarde a España, por lo que todos los de la cola que estaban delante con características parecidas a las nuestras, se anticiparían cogiendo las mejores opciones. De momento, mirando el panel de próximos vuelos, había un interesante a Londres, otro más que interesante a Milán-Bergamo y otros ya más complicados de enlazar con Sevilla como eran Bruselas y Dusseldorf. Así que si queríamos ese día largarnos de Modlin, las opciones eran esas cuatro, por lo que tocaba mirar las posibles combinaciones con Sevilla, y si no, Málaga, o puestos ya Madrid (Jerez descartadísimo).

Pero claro, a priori, Ryanair no se hacía cargo del segundo vuelo, teniéndolo que costear a nuestra cuenta, por lo que tampoco ibamos a coger lo primero que viésemos. Y es que los precios estaban por las nubes; y no estábamos dispuestos a pagar 140 euros desde Dusseldorf, 120 desde Bruselas o 110 desde Londres; por lo que si queríamos irnos cuanto antes desde ya a menos de 100 euros el trayecto para Sevilla, la única posibilidad se llamaba Milán-Bérgamo (81 euros), que salía a las 17,00 de la tarde y que para ello quedaban unas dos horas y media una vez que estábamos allí en la cola.

Encima de todo, para seguir aumentando la buena suerte de los que allí estábamos; a los dos españoles que se iban en el vuelo de Varsovia-Barcelona, también le cancelaron el vuelo, por lo que al cabo de un rato ya eramos hasta ocho españoles de nuevo, los que con cara de circunstancias no parábamos de cavilar el cómo volvernos a nuestros hogares. No se podía hacer mucho más, así que a la velocidad que se nos permitía ver todas las combinaciones, llegamos a la conclusión de que la mejor opción era irnos a Milán-Bérgamo a las 17,00 y coger a las 6,00 de la mañana sel día siguiente el vuelo hacia Sevilla. Pero ufff.... que coraje que da el tener un vuelo pillado, lo pierdas, no te lo paguen y encima tener que dormir una noche en un aeropuerto (si es que pertenecía abierto, porque habíamos escuchado que ese justo se cerraba a la una de la mañana).

Continuará....

Galería de fotos