Mamá el 19 llego a España.... o no 6º part: la gran mentira
La parte quinta de esta larga saga (tranquilidad a todos que tarde o temprano tendrá que terminar), nos dejó la llegada a París desde Varsovia, el día 19 de Diciembre a más o menos las 14,30 de la tarde. Sin ningún problema aparente pero con la única cosa de tener que quedarnos siete horas allí en el aeropuerto hasta la salida hacia Madrid de las 22,10. Para pasar el tiempo decidimos los seis que estábamos allí, dos mañas, dos gallegos y nosotros los dos gaditanos, el ver una película, pero la cosa estaba en que a ver cuál, porque con dos mañas todo es más divertido pero también diferente (en el buen sentido).
Porque los chicos si hay algo en lo que estamos de acuerdo es que las películas moñas o de amor no nos gustan para nada; y donde esté una buena película de peleas o acción que se quite cualquier otra (aventura también las pasamos). Pero claro, en cambio a las mujeres les va más el drama, el terror o por qué no, películas de dibujos animados estilo Disney, y demás; y claro, así imposible. Nosotros no ibamos a "pasar por la piedra" y puesto que veríamos más de una, las reglas estaban claras: ni de amor ni de peleas ninguna de las dos. Total que al final lo más justo era que la primera película (que no se sabría si sería la última) fuera una de humor. y como tampoco queríamos jugárnosla pues terminamos decidiendo que lo más seguro era ver alguna de "American Pie".
Y claro, pues uno viendo que si todos están cachondos, que si lesbianas por todos lados, que si sólo piensan en lo que piensan y que lo demás es lo de menos, y que encima llega esa parte en la que pintando los chavales una casa, se cuelan en ella al ver que la habitaban dos mujeres bastante bien nacidas (ya me entendeis, no hace falta que de más explicaciones); y cuando empiezan a rebuscar por sus cajones, encuentran un consolador enorme y al oir que se acercan y esconderse, terminan por pillarlos ellas..... (jeje esto ahora se pone más interesante ehh) y lo que viene luego en fin, ya no hace falta contarlo, pero lo que quería decir con todo esto, era que el tiempo se nos pasó rapidísimo y cuando nos dimos cuenta eran ya las siete de la tarde.
Y es que no lo dije, pero fue una odisea el encontrar un sitio para comer que fuera barato; porque variedad en el aeropuerto había, pero suerte tenías si te pedías algo medio contundente por menos de cinco euros. Al final pues la mitad no comimos porque aun nos quedaba algo de pavo comprado y las salvadoras galletas "Hit", mientras que los otros se compraron un bocadillo hecho que dejaba mucho que desear.....
En fin, que ya simplemente quedaban dos horas para ir preparándonos a entrar de nuevo en el motivador momento de pasar de nuevo la maleta de mano y demás.... y cuando llegó, pues ya psssss porque España olía a la vuelta de la esquina, por lo que ya todo daba absolutamente igual. El cómo llegaríamos a nuestra respectivas zonas del país era una buena pregunta, pues si bien los gallegos simplemente cogerían en Madrid un vuelo para Santiago a la mañana siguiente y las mañas pues tendrían bastantes transportes disponibles como son el bus o el tren a unos quince euros de precio y para coger cuando quisieran; nosotros, los dos gaditanos no lo teníamos todo resuelto, pues nos la jugamos hablando con una mujer por una página en la que se anuncia la gente que va con el coche a determinado lugar y que teniendo espacio libre, lleva a otras personas por un precio a cambio.
Saldríamos a las diez de la mañana del ya día 20, y con las cinco horas o así que tardaríamos desde Madrid hasta el sitio de destino de la mujer que era Sevilla; pues era mucho mejor que el autobús, que a pesar de salirnos más barato (23 euros el bus hacia Jerez, mientras que la mujer nos dejaba por 24 a cada uno en Sevilla), lo malo era que salía a las cuatro de la tarde, por lo que hasta nuestros respectivos lugares de destino, llegaríamos más allá de las 00,00, llegando a ver a nuestras familias ya en día 21, por lo que saliendo temprano, muy temprano desde el día 19, no tenía mucho sentido el que tuviésemos que llegar el día 21 de madrugada. Lo malo era que nos dejara tirados aquella mujer, pero en cualquier caso el bus estaba ahí y a unas malas, pues el mismo "Ave", con su precio magnífico de 69 euros de Madrid a Sevilla (irónico claramente), pues sería la última bala.
Y es que lo mejor de todo era que como llegábamos a las doce de la noche a Madrid desde París, pues nos recogería mi compañero de habitación, con quien vivo este año aquí de Erasmus (madrileño lógicamente), y saldríamos con él a tomarnos algo para hacer tiempo hasta la partida. Vamos, que encima saldríamos por ahí de juerga para que la llegada a España fuera a lo grande, inmejorable situación claro.
Los gallegos en cambio, cuyo vuelo a Santiago saldría a las seis de la mañana, pues pasarían del plan salida y se quedarían en el aeropuerto esas horas, para llegar antes que nadie a sus lugares de origen.
Y es que llegado a ese punto, estábamos bastantes cansados de vuelos y esperas, y la verdad es que muchas muchas ganas de salir por Madrid pues no tenía (para qué engañarse), y es que tras haber empalmado dos días seguidos, siendo ya el tercero ese que no dormía, todo olía a que llegaría un cuarto, pues si todo salía con respecto a lo planeado (en la vida poco se puede planear, porque aunque lo hagas, nunca sabrás cómo saldrá), y salíamos, nos quedarían muy pocas horas para ir al coche de la mujer en cuestión que nos llevaría a Sevilla; y como tampoco nos la podíamos jugar para quedarnos dormidos y perder el coche.... pues lo más probable era a esa hora el empalmar de nuevo.
Pero no desvirtuándome del tema, de nuevo fuimos de los primeros en meternos en el avión de París, por lo que de nuevo cogimos los sitios que nos gustaban y tras un vuelo que se hizo bastante rápido (ni dos horas), pronto llegamos a España. ¡Aleluya! pensé yo nada más aterrizamos, pues todo había ido demasiado bien y sin ningún contratiempo, y lo cierto es que me resultaba bastante extraño. Cuando pasan este tipo de cosas en las que por suerte o no va todo perfecto, lo suelo llamar y ya muchos de aquí también lo dicen, que estamos en "desviación positiva"; y si lo bueno de esta "desviación" es que todo está saliendo a pedir de boca, lo malo es que en medio-largo plazo todo vuelve al punto de equilibrio, por lo que esa desviación que en un gráfico dibujaríamos a la derecha, tarde o temprano se tornará hacia la izquierda, por lo que había que tener cuidado.
Nota: esta teoría de las desviaciones no es científica ni analítica, simplemente se demuestra en la realidad diaria ("matemática pura"); así que a partir de ahora alégrate de lo malo que te ocurra porque lo bueno vendrá en breve, y cuidado con lo muy bueno porque lo malo ya está de camino (teoría made in Antonio Valle).
En fin.... que llegamos, llegamos a salvo todos y lo primero que nos sorprendió para bien no era la temperatura; sino que eran que las mujeres españolas no estaban tan mal como las recordábamos; si bien ese pensamiento creado sería claramente porque las polacas no les tienen nada que envidiar a las españolas. Pero bueno, que nivel había también, pero sinceramente eso es lo de menos y es simplemente un detalle, porque otro más era la buenísima temperatura que había con respecto a Polonia. El móvil decía que en Madrid en ese momento marcaban unos fabulosos 14 grados, 26 de diferencia con ese mismo momento en la ciudad de Łódź, y se notaba de manera escandalosa, porque estaba pasando una calor asfixiante con el simple jersey que llevaba.
Nos despedimos de los gallegos y nos fuimos junto con las dos mañas a buscar la salida donde presumiblemente nos esperaría mi compañero de piso. Y de hecho allí estaba, y tras meter las maletas que podíamos en el maletero, nos montamos que iríamos a tomar algo por ahí. Él nos dijo que si preferíamos tranquilidad o discotequeo y que si queríamos dormir también era otra opción en su casa; pero claro a uno de Cádiz no le puedes decir eso ni en broma, y claramente fue el primero en exclamar que quería irse de Discoteca.
No duraríamos mucho por allí, pero si es cierto que ya que estábamos, pues debíamos salir por Madrid, y aunque no recuerdo el nombre en concreto de la Discoteca que fuímos, sólo recuerdo que la música, la gente y el ambiente de todo lo que rodeaba aquello eran totalmente diferentes a los de Polonia. Era todo más como amigable, sin ningún tipo de problemas a la vista, ni de qué preocuparse. Cierto que las mujeres parecían demasiado chulas, sobradas, y que los hombres pues tenían ya otro aspecto más arreglado; pero al final todo era lo mismo.... unos que bailaban sin más y otros que intentaban ligar a toda costa. Yo siempre me consideré del primer grupo, pero ese no es el caso.....
El caso es que salimos de allí temprano, más o menos a las tres de la mañana debido al cansancio acumulado de todos, y pudimos dormir algo hasta las 8,30 que sonó nuestro despertador para llegar a tiempo de sobra a la quedada con la mujer a las diez de la mañana. Por fin había dormido tras tres días, y eso se notaba, pues me encontraba bastante raro, y que no recomiendo a la gente que haga; más vale dormir cada día aunque sean unas pocas horas, que estar tres días en vela sin más. Pero me encontraba bien, y yéndonos con mi compañero y los demás en su coche, dejó primero a las mañas en la estación de trenes y posteriormente a nosotros en el lugar de quedada.
La mujer estaba allí, rubia, metro 70 y con una edad de unos 35 años; esperaba impaciente pero al vernos mirando a todos lados, sabía que eramos nosotros; se presentó y rápidamente nos montamos en el coche. El viaje fue bien, pues la mujer era simpática, y la radio ayudaba en cualquier momento por si no teníamos simplemente ganas de hablar con ella. Además, se encontraban en el coche dos chavales más, pero el coche era amplio, un Toyota Auris, por lo que no había problemas de espacio. En un visto y no visto llegamos a Sevilla y es que rápidamente mi compañero gaditano y yo nos quedamos dormidos, por lo que cuando llegamos a Sevilla a las 16,00, miramos los horarios a ver cuánto tiempo quedaba para largarnos a la provincia en tren y sorpresivamente quedaba menos de media hora.
Nos montamos y de nuevo en un visto y no visto ya estaba yo en Jerez y tras decirle Feliz Navidad, pues él siguió hasta San Fernando. Mi madre estaba allí esperándome y no recuerdo cuantos besos me dio, pero sólo se que fueron demasiados y que me dejó la cara hecha polvo. Se emocionó y me monté en el coche. Había llegado a Jerez, el viaje había acabado.... ¿O NO?
¡PUES NO! PORQUE SIENTO DECIROS QUE ESTO ERA LO QUE TEÓRICAMENTE DEBERÍA HABER PASADO DESDE QUE LLEGAMOS AL AEROPUERTO DE VARSOVIA; PERO EXCEPTO LO CONTADO HASTA AHÍ, TODO LO DEMÁS SÓLO SE QUEDÓ EN TEORÍA Y NO PASÓ NADA PARECIDO A LO AQUÍ ESCRITO.
¿QUÉ PASO PUES? EN LOS SIGUIENTES ARTÍCULOS: "LA VERDAD"
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Comentarios (4 comentarios)
Alberto García hace 11 años
un pokito mas y llegas cuando te tienes q volver jejeje
Anthony Power hace 11 años
jajajajaj pues casi casi que sigo aun escribiendo sobre esoo
Ilona Shkvarska hace 11 años
mentira de la buena
Anthony Power hace 11 años
Algo es algo Ilona jajaja